En marzo conmemoramos el Día del Cáncer Cervicouterino, pero como ginecólogo oncólogo, lamentablemente todos los días lo son. Esta enfermedad afecta a mujeres jóvenes, especialmente entre los 35 y 55 años, en plena etapa productiva y maternal. Solo en Chile, mueren 2 a 3 mujeres diarias por cáncer cervicouterino, cifra escandalosa si consideramos que es un cáncer 100% prevenible, pues conocemos toda la historia natural de la enfermedad, que parte por la incapacidad que tienen algunas mujeres de eliminar el virus del papiloma humano cuando lo adquieren con la actividad sexual.
Es especialmente destacable que 8 de cada 10 personas de toda la población sexualmente activa entrarán en contacto con el virus alguna vez en su vida y solo un 10% de ellas harán una infección persistente que comenzará a producir lesiones precancerosas del cuello del útero que, en no menos de 10 años, podrían transformarse en cáncer cervicouterino. Lo anterior significa que tenemos muchas oportunidades para detectarlas en los controles ginecológicos, siempre y cuando exista la conciencia del control anual.
Actualmente, se ha demostrado que el examen Papanicolaou tiene falencias en la detección, ya que entre un 26% a un 35% de estos tumores nunca dan el PAP alterado.
Hoy se conoce que el virus del papiloma humano (VPH) es el único responsable del cáncer cervicouterino y de sus lesiones precursoras. Por ello, se desarrollaron vacunas hace más de 20 años que previenen esta infección y que actualmente están en el esquema nacional de vacunación de niños y niñas de 4to año básico, eficacia que confirmaremos dentro de 10 años.
Es importante destacar que recientemente se publicó la experiencia australiana, que lleva más de 20 años vacunando a su población escolar logrando una reducción del 80% de los cánceres de este tipo. Por lo tanto, sabemos que la vacuna es efectiva en la reducción del cáncer cervicouterino.
La OMS ha declarado como meta erradicar este tipo de cáncer promocionando la vacunación de hombres y mujeres hasta los 45 años y realizando test viral que determina si tenemos el "riesgo de enfermar" desde los 25 años. Sin embargo, en Chile, el examen comienza a los 30 años.
No obstante, cabe mencionar que en el sistema público ya se está implementando progresivamente el test viral, pero todo tiene sentido si existe el autocuidado y el control rutinario que toda mujer debe realizar.
Dr. Paulo Salgado Alarcón, ginecólogo oncólogo y docente Escuela de Medicina UDP.
Jefe de la unidad de Ginecología oncológica del Hospital Franco Ravera Zunino, ex Regional Rancagua.