Asistir a estos conciertos es una experiencia sonora y visual que ha sido pensada para que asistamos a una experiencia sensorial que nos permita un acontecimiento estético. En esto consiste el arte una interpelación que nos lleve a preguntarnos cuestiones cómo si es que se puede producir la belleza, es posible pensar la belleza, la belleza es capaz de abrir nuestro espíritu. Esta apuesta visual y sonora nos puede llevar a estas preguntas o simplemente dejarnos en un estado de goce musical.
Candelight Concerts se ha convertido en un fenómeno mundial con realizaciones de conciertos en más de cien ciudades del mundo, teatros llenos que por la demanda de entradas permite reiterar el espectáculo con funciones que van convocando nuevos públicos. Hace unos días asistí al CEINA, ese hermoso espacio del Instituto Nacional a la función que incorporaba el repertorio de la banda londinense Coldplay interpretado por Ludos, un cuarteto de cuerdas que incluye violines viola y Cello, integrado por músicos nacionales.
El recital provoca la atención de todo el público envuelto en un estado de emoción que aporta la gran cantidad de velas encendidas y dispuestas escenográficamente, tanto es el fenómeno que se siente una empatía colectiva dispuesta a disfrutar de la música en estos formatos de agrupaciones musicales que habitualmente no llegan al gran público, este es uno de los grandes méritos de la producción, un repertorio de música que podemos llamar "clásica", aunque más que todo es música popular.
Hay varias fechas que se han ido sumando para realizar presentaciones en Santiago con jornadas en que se seguirá tributando a Coldplay, y a otros como Queen, Hans Zimmer o Vivaldi. Asistir a estos conciertos, curiosamente es hacerse partícipe de una experiencia que aporta a la popularización de la música concebida como una experiencia estética visual y sonora que va de lo simple a lo complejo.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra
Imagen proporcionada por Candlelight
