Cantata para El Pueblo de Puente Alto y la Provincia Cordillera (2022, en los 130 años de fundación de la comuna), y re-estrenada el 24 de mayo del 2025 en El Centro Cultural Juan Estay por el grupo Chequén ellos son; su director Andrés Palmieri en piano y voz, Axa Silva violín y voz, Patricia Ibarra, percusión y voz, Cristóbal Caballero, guitarra y tres cubano, Lázaro Parra, bajo y voz, junto a la participación de Roberto Carballo, en charango y vientos andinos. La cantata es una obra vocal de gran amplitud, habitualmente con acompañamiento instrumental, y suele estar dividida en varios movimientos. A menudo se desarrolla en escena incluyendo solistas, coro y orquesta, y suele abordar temas religiosos o profanos. A diferencia de la ópera, la cantata no necesariamente narra una historia dramática, sino que se centra en la expresión musical de un texto, compuesto por diversos temas escritos principalmente para ser cantados con acompañamiento instrumental que suele variar en tamaño y complejidad, desde un pequeño conjunto, o bien una pequeña orquesta de cámara hasta una orquesta completa, con uno o varios coros: sus distintos movimientos pueden incluir arias, coros, canciones, momentos recitativos e intermedios instrumentales. Las más conocidas en occidente son las cantatas de Johann Sebastian Bach, con más de 200 de sus obras sacras y sobre 50 temas seculares, conocidas algunas como cantatas barrocas. La cantata sigue siendo la expresión musical de un texto que se despliega abordando varios temas, y a ratos uno central.
Las cantatas son en general hitos en la historia de la música, y son una muestra de la capacidad del compositor para crear obras musicales complejas y expresivas. Se caracterizan por su rica instrumentación, su uso de la forma contrapuntística, y una profunda conexión con la espiritualidad o la memoria colectiva. En Chile, más de 40 cantatas conforman el repertorio nacional, la mayoría de ellas del siglo pasado, mencionaré algunas de las más conocidas desde; Entrada a la Madera -1956 de Gustavo Becerra (con 5 composiciones), Santa María de Iquique -1970 Luis Advis (con 5 obras) 1 de las 8 obras en que participa Quilapayún, - Canto para una Semilla -1972 y textos de Violeta Parra, Luis Advis e Inti Illimani, La Fragua -1973, Sergio Ortega y Quilapayún, Cantata del Carbón-1973 textos Isadora Aguirre y música Cirilo Vila, Quilapayún, Cantata de los Derechos Humanos -1979 con música de Alejandro Guarello y textos del sacerdote católico Esteban Gumucio, quien escribió también los textos de la cantata, Nosotros los Leprosos -1996 con música de Alex Vigueras y Grupo Contraluz, con anterioridad la cantata; Grito de la Raza-1979 música Roberto Márquez y textos de Osvaldo Torres, Illapu y Cantata por el Pueblo Andino -2013, música de Luis Marcel Cassorla y texto de Osvaldo Torres, Quilapayún y Lican Antay, Cantata para el pueblo de Puente Alto-2022 Andrés Palmieri, grupo Chequén, nombre ancestral de Puente Alto. Cabe mencionar a otros compositores como Patricio Wang (3 obras), Jaime Soto, Sergio Jara Cancino (8 obras), Nano Acevedo, Rolando Cori, Juan Orrego Salas, quienes están en la breve lista de autores musicales de cantatas, ya que son los menos los que componen música y textos. Sin embargo, para los 200 años de la muerte de Manuel Rodríguez surge la obra escrita de Sergio Jara Cancino, que él no musicaliza, no obstante, posee otras cantatas con letra y música de su autoría, como la obra que da cuenta de la tragedia de Antuco -2005, en tanto que su obra más conocida es; Romance de Don Manuel: Cantata al Húsar de la Muerte -2018, que contiene 5 temas de Andrés Palmieri y los demás fueron compuestos en el trabajo colectivo del conjunto Chequén. A partir de ese momento se fue gestando la Cantata para El Pueblo de Puente Alto y la Provincia Cordillera -2022, y contó con el trabajo de conversación y recopilación realizado por su autor con Claudio Nuñez, cantautor y una de las voces principales del actual conjunto Cuncumen, al grupo Aylla que desde 1976 conforman la agrupación de siete músicos que desarrollan una labor de difusión y creación de música con raíz folclórica en especial de raigambre latinoamericano, al decir de Palmieri: “Son una memoria sonora de Puente Alto bajo la dirección de Patricio Sepúlveda” y poetas como Daniel Sánchez, el payador Jorge Céspedes más conocido como el flaco manguera y la reconocida cantora Charo Segovia, junto a los aportes del historiador Edison Carreño Ulloa, en octubre del año 2022, en el marco de los 130 años de la comuna, se estrena la cantata luego de un arduo trabajo de composición y arreglos con el grupo Chequén, bajo la dirección de Andrés Palmieri.
Enaltecer el sentido y la delicadeza de la narración histórica, bajo un marco sonoro que integra diversas melodías y ritmos desde la raíz folclórica chilena, acercando sonoridades con el contrapunto y la lira popular, entre otros elementos que dan cuenta de la historia de Puente Alto desde las primeras cordadas quechuas trenzadas con la sabiduría aymara, de allí los primeros puentes colgantes o puentes de cimbras para cruzar el río Maipo, al bajar o subir de una cordillera que va con los años creciendo con sus pueblos, o pequeñas ciudades, más allá de las batallas entre españoles y mapuche, un breve texto en castellano y mapudungún (traducción de Lautaro Cayupan) Pepy pewmanluyiñ iñchiñ; weza zugun chi pu wingka , ñi futxa weza zugu, ñi Dios ünun ngen, küpalün iñchiñ mew. Weychañ iñchiñ!!! - En los sueños pudimos verlo; La ambición del huinka y los horrores que con su Dios nos trajeron… Resistiremos!!! -Newentuliyiñ txipay chi newen mew, wütxanpüramün iñchiñ , kiñe ka rupa chi mew. -Nos sostiene el templo natural de donde emana el newen que nos levantará una y otra vez. -Mapuche ngen iñchiñ, ka wewayiñ mew tañi mapu. - Somos gente de la tierra, y venceremos con ella!!- o las voces que se juntan para alimentar el texto con sus pausas y momentos para los cantos, relámpagos instrumentales, la voz del narrador y la voz poética que acompaña y va dando cuenta de los sucesos en el territorio, sin olvidar la repartición de las tierras, los viñedos, el nombre de las haciendas, y de puente en puente colgante, algunos, la vida y los siglos pasan a contar su historia con momentos de amor, va floreciendo El Clarillo, y el Canal de La Sirena, por allí bajan las penas y saltando de un lugar a otro, De La Obra a Las Vertientes, de El Toyo a San José del Maipo, Las Ánimas en su Cascada, el Canelo y el Manzano, San José, y San Alfonso, el Melocotón también, más arriba por Baños Morales, o en El Embalse del Yeso, el paisaje se queda preso, como preso quedó el horror, en años de dictadura cívico-militar, con más de 70 cristianos, en distintos momentos las manos, del ruin soldado traidor, con el sueldo del estado acribilló a su gente, y con tortura inclemente, de oficiales y soldados que se decían mandados, también con Carabineros que no se guardaron las balas e hicieron los mandados, más de 70 cristianos ya fueron asesinados, por agentes del estado y sigue vivo el territorio. Hay un recuerdo de ellos y la lista está casi completa, que no se apague la memoria o volverán los silencios y entre tanto negacionismo, que no se aleja, esta angustia dispareja. Pero hay cantos a los villorrios y también a las ciudades, a los cerros y a las aguas, de pequeños manantiales.
Necesitamos cantatas, también con poemas goliardos, como el Carmina Burana -1936- que acompaña a buen recaudo, quienes cantan a la fortuna, o a la riqueza de estar vivos, a pesar de los porrazos, el canto es para sanarnos, las alas son las efímeras que vuelven en primavera, a veces con alegría y placeres peligrosos, la bebida es la bebida y ebrio el que no tiene gozo, alguien grita por la gula, tal vez un monje lujurioso, pone en juego la cruz de sangre y el camino pedregoso, y con sonidos de otra cueca, se vuelve a freír manteca, y todos cantan de un salto, la cantata que Palmieri le dedica a Puente Alto.
Hans Schuster, escritor