“(…) no debiera…pasar por alto esta posibilidad
-el bar- que está a la orilla de su camino habitual
de regreso cotidiano al tranquilo si mismo domiciliario”.
(Humberto Giannini)
Realizar una historia de los bares es un ejercicio de ciudadanía dado que éstos son un espacio de cobijo en los espacios públicos en los cuales se desplazan. Curiosa esta imagen de movimiento considerando que los bares son un lugar espacial geolocalizado al que acuden parroquianos donde asisten también transeúntes. “Cerros de Chena” posee esta imagen del desplazamiento, de hecho está ubicado en plena calle Santa Isabel en el Barrio Italia comuna de Providencia, sin embargo es totalmente visible su identidad San Bernardina.
Las mesas están dispuestas de manera que pueden reunirse grupos de amigos a recuperar sus relatos de memoria o vitales con esa buena práctica de la congregación que permite compartir lo cotidiano. El nombre de la marca cervecera, los nombres de las cervezas y de los platos de la carta de comida y de cócteles, refieren a esa comuna periférica del gran Santiago. La camiseta albiceleste del Centenario “manojito de claveles” luce en unas de sus vistas centrales así como los fragmentos del notable libro del filósofo Humberto Giannini en el que reflexiona sobre la vida cotidiana dedicando un ensayo fenomenológico y hermenéutico al transcurrir de la existencia al interior de un bar.
“Cerros de Chena” ofrece una variedad de cervezas de fabricación propia de alta calidad, personalmente me pareció imperdible la Portales, las comidas son las que suelen ser parte de los bares y de fuentes de soda actuales donde destacan los crudos, hamburguesas, tablas y pizzas. Especial atención en los cócteles usando destilería nacional y alternativas de vinos destacados en el circuito de las ferias de los vinos naturales, entre éstos se pueden degustar botellas de Macatho, Carter Mollenhauer y González Bastías para degustar cepas criollas.
La impronta de esta taverna se la han dado un grupo de socios que cumplieron el travieso sueño de amigos de tener un lugar para pasarse juntos parte de la vida, vecinos de barrio, compañeros de colegio y de universidad, entre ellos Raúl Fariña que es el corazón del proyecto cervecero, Diego Castro (abogado), Gerardo Soto (Ingeniero Comercial), Daniel González (Agrónomo) y Pablo Serrano (Diseñador), todos con ese sentimiento de arraigo por una identidad local y conocedores del aporte cultural a la vida ciudadana que puede realizarse desde un espacio como es el boliche, que en este caso se vincula fuertemente con la expresión musical de bandas en vivo distintos días de la semana.
Este bar del Barrio Italia ha logrado cautivar a un público fiel y se ha logrado convertir en un nuevo faro intelectual y bohemio haciéndose parte de la recuperación de la vida urbana de la ciudad de Santiago. Sin duda, el “Cerros de Chena” tiene la potencialidad para seguir cautivando como referente acogiendo a esos espíritus nostálgicos por la vida que transcurre dentro de un bar moderno que desde sus ventanas no nos separa de la ciudad que no cesa en su movimiento. Este espacio de identidad periférica urbana es como una especie de intervención performativa en este barrio que poco a poco permite la entrada a propuestas más originales en identidad con carácter nacional.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra
