NADA PERSONAL
El desorden causado por la guerra arancelaria ha destruido el sistema que EE. UU logró imponer en 1945, que hizo del dólar americano la moneda del intercambio internacional. Toda política exterior es política pública, y como tal se rige tanto por el derecho como por la diplomacia. En la política interna debe tenerse presente que es incompresible que un Estado decida imponer aranceles a países que son socios comerciales en acuerdos internacionales. Es una ruptura tanto del derecho cómo de la diplomacia. La idea que una política arancelaria sea parte de una geopolítica determinada, es en realidad no solo un error sino también un horror. A pesar que las políticas denominadas neoliberales o conservadoras han puesto de relieve el fracaso del proteccionismo y los intentos por marginar al Estado de las políticas económicas, especialmente por la crítica que hicieron sesudos liberales a la teoría keynesiana (Orduna Díez, Luis. Fallo metodológico del modelo keynesiano. En https://www.redalyc.org/pdf/866/86601832.pdf), todavía hay políticos que insisten en imponer el neoliberalismo y de una manera más bien violenta, incluso asociándose con quienes están por el proteccionismo. Si bien América Latina debió aplicar un modelo de proteccionismo durante la mitad del siglo pasado para lograr la industrialización, lo que indica que dicho modelo puede ser aplicado con éxito tomando las precauciones del caso, pero, ello no es posible jurídicamente cuando existen acuerdos internacionales que no se han modificado de mutuo acuerdo. Chile debe estar atento a tales consecuencias.
EL DESCARTE
Para enfrentar la situación internacional, económica amenazante, es necesario volver a las propuestas de los promotores de estas ideas, entre los que se encuentran Salvador Allende, Eduardo Frei, y en especial Felipe Herrera Lane destacado abogado, economista, académico y político socialista chileno, ex ministro de economía y promotor de la integración de América Latina. Felipe Herrera publicó varios libros y artículos sobre economía y política. Algunos de sus trabajos más destacados incluyen: Curso de política económica (1950), Los fundamentos de la política fiscal (1952), América Latina integrada (1964), América Latina: experiencias y desafíos (1974) y América Latina; desarrollo e integración (1986). Felipe Herrera entendió que era necesario impulsar cambios estructurales tales como la reforma agraria para redistribuir la tierra y promover la agricultura moderna y desde luego la integración de América Latina. La Comisión Económica para América Latina (Cepal) adoptó algunas de las ideas de Herrera en sus informes y recomendaciones para el desarrollo de la región. También inspiraron a gobiernos progresistas en la región, como el de Salvador Allende. La teoría expuesta en la obra de Felipe Herrera titulada "América Latina: desarrollo e integración" se centra en la importancia de la integración económica y política de los países de América Latina para lograr su desarrollo y progreso. Hoy en día ante el ataque frontal contra las políticas sociales por parte de políticos conservadores, y/o neoliberales, y que han logrado ser electos en algunos países, parece necesario tener presente las ideas que abrazaron lideres como Felipe Herrera y que se centran en la cooperación y la integración en el sentido más amplio, que constituyen estrategias de paz, mientras que los neoliberales y conservadores nacionalistas se enfocan en la competencia y el proteccionismo, propuestas que solo han conducido a la dependencia y no al desarrollo.
Si bien los liberales creen en la importancia de la libertad individual y la protección de los derechos humanos, no atacan la concentración y el surgimiento del Estado oculto, aquel que controla desde las sombras, como lo denunciaran muchos analistas ( Dahl, Robert, Quien gobierna) o denunciado por presidentes de los Estados Unidos (Dwinght Eisenhower y Joseph Biden (https://apnews.com/article/biden-oligarquia-trump-a3fb174038f6b064d03512b31214cad7). Tampoco toman en cuenta las consecuencias sociales de tales políticas.
ESTRATEGIAS DOGMÁTICAS
Tratar de resolver los problemas internos mediante la guerra es un camino que muchos han adoptado a lo largo de la historia humana. Sin embargo, sabemos sus costos, y sus efectos que muchas veces son irreparables. La guerra comercial afecta no solo los planes de lideres nacionales de ciertos países, sino también a sus ciudadanos como consumidores y trabajadores. Encarece el precio de las mercancías y produce desempleo. No hay guerra buena, incluso si esta es sin violencia armada, siempre habrá víctimas y desprestigio y es el fin de la política como tal.
EL PARADIGMA DE LO SOCIAL
Las ideas económicas con acento en lo social aparecen como las más compatible con una sociedad democrática debido a su defensa de la libertad individual, la separación de poderes, la protección de las minorías, la promoción y protección del libre mercado, respecto de los derechos económicos, sociales y cultural, los derechos de los trabajadores, y la intervención del Estado en la economía. Constituyen un medio para construir la paz. Además, la promoción de la participación ciudadana, la transparencia y la rendición de cuentas, y el respeto a la diversidad, son fundamentales para una sociedad democrática. De hecho, las políticas sociales buscan combinar la economía de mercado con la intervención estatal para promover la justicia social y la igualdad. Algunas de las consecuencias de estas políticas incluyen: medidas como impuestos progresivos, prestaciones sociales y regulaciones laborales, que ayudan a reducir la desigualdad económica; inversión en servicios públicos como la educación, la salud y la vivienda que puede mejorar significativamente la calidad de vida de los ciudadanos, fomentar la participación ciudadana y la democracia participativa, lo que puede llevar a una mayor sensación de comunidad y compromiso cívico. También, puede considerarse un paso previo a un verdadero Estado ciudadano. Las críticas de los liberales a las políticas sociales pueden variar dependiendo del contexto y la ideología específica. Los liberales critican a los conservadores por recortar o eliminar programas sociales que benefician a los más vulnerables, como los sistemas públicos de salud, la asistencia alimentaria y los programas de vivienda. Además, los liberales argumentan que las políticas conservadoras, como la reducción de impuestos para los ricos y las corporaciones, exacerba la desigualdad económica y benefician principalmente a los más ricos. También, critican a los conservadores por no hacer lo suficiente para garantizar el acceso a la educación y la salud de calidad para todos, especialmente para los grupos marginados, no haciendo lo suficiente para proteger los derechos civiles de los grupos marginados, como las personas LGBTQ+, las mujeres y las minorías raciales. La paradoja de los neoliberales es su critica a las políticas sociales porque estiman que pueden crear una "trampa de la pobreza" que dificulta la movilidad social. ( Ver, también, Milton Friedman "Capitalismo y libertad" (1962)., Friedrich Hayek "El camino de la servidumbre" (1944). Sin embargo, las políticas neoliberales han creado mas pobres que los sistemas con políticas sociales, cuyos ejemplos notables han sido denunciados por diversos autores como Nancy Fraser, Luc Boltaski, Atilio Boron, Noami Klein. Estos autores destacan entre las consecuencias negativas la agudización de la desigualdad económica, el debilitamiento del Estado de bienestar, la precarización laboral, destrucción de medio ambiente, entre otras. Las relaciones comerciales internacionales han sido afectadas por el giro proteccionista, de manera que, ante este escenario, las empresas están diversificar sus mercados y adaptando sus cadenas de suministro para mitigar riesgos, pero, en un sentido diferente al propuesto por el autor del desastre arancelario. Ahora hay una guerra comercial no solo entre grandes potencias, sino de todo el mundo, rompiendo relaciones económicas labradas en un largo periodo, lo que es una violación del derecho internacional en varios aspectos.
AMÉRICA LATINA: NUEVO DESAFÍO
Es necesario tener presente que en un pasado no muy lejano ocurrió algo similar a lo que sucede hoy con el comercio internacional, respecto del uso de aranceles y que terminó con una gran depresión. Como siempre el intercambio comercial pueden ser un instrumento para enfrentar los obstáculos que impone una eventual guerra comercial. En este contexto, cobra vida lo escrito por Felipe Herrera Lane en su obra “América Latina, desarrollo e Integración” (p. 71) “la temática de la integración Latinoamericana, no solo por su trasfondo histórico, sino que, también, como la mejor respuesta para los presentes y múltiples desafíos políticos y económicos” (ibidem, 1986).
El surgimiento de la idea de la desconcentración del poder, distribuyéndolo en diferentes órganos, idea que ya se planteaba en los tiempos más remotos, por Aristóteles, luego en el siglo XVII, resurgen nuevos filósofos como Locke de Inglaterra, que plantean que el gobierno debe estar en distintas manos, poniéndole vallas al poder real. El fenómeno es hoy la economía, la pretensión de controlar las relaciones económicas internacionales para arreglar los problemas internos parece no tener destino, es más, todo indica que una guerra entre dos grandes mercados el más grande tiene más posibilidades de triunfar. El camino no es la guerra sino la paz.
El autor es abogado, Dr. En Ciencia Política, Profesore e Investigador en ILAES.
