En la canción “El baile de los que sobran” de la banda chilena Los Prisioneros, encontramos una clara síntesis del periodo histórico y los procesos socio-politicos que se desencadenaron y anunciaron desde el 2019 y el resultado politico y económico en nuestro actual 2022: “Bajo los zapatos / Barro más cemento / El futuro no es ninguno / De los prometidos en los doce juegos / A otros le enseñaron secretos que a ti no / A otros dieron de verdad esa cosa llamada educación / Ellos pedían esfuerzo, ellos pedían dedicación / ¿Y para qué?/ Para terminar bailando y pateando piedras (…)// Hey, conozco unos cuentos, sobre el futuro // Hey, el tiempo en que los aprendí, fue el más seguro”.
La imagen idealizada de un porvenir diferente para la clase social históricamente violentada y vulnerada tuvo su climax con los movimientos se insurrección popular del 2019, las proclamas de “Chile Despertó” iniciaron un movimiento activo en tanto a la proliferación de discursos cargados de optimismo, muchos de los discursos de cambio radical que apelaban al terreno afectivo que se pone en juego en la política, se sirvieron cínicamente de los conceptos “Dignidad” y “Justicia”, con esta y otras estrategias, la elite política logró introducir una cuota importante de esperanza entre la población que se subió al primer tren que prometía un viaje diferente producto de su cansancio y del agotamiento que sistemáticamente se reparte entre la clase trabajadora por las consecuencias de la desigualdad social.
Esta imagen idealizada de un Chile re-estructurado en forma y fondo, poco a poco fue decayendo a la luz de la caída del velo neoliberal y la mascara de los procesos ideológicos que estaban en la agenda del Chile del 2022.
Si bien, es posible identificar la lógica de la distribución y acumulación del capital desde el siglo XVIII hasta el actual siglo XXI, se vuelve crucial analizar las luchas contra el capital que toman relevancia en la actualidad a la luz de las consignas que, mientras, por un lado, nos aseguran discursivamente un cínico progreso, desarrollo y crecimiento, por otro, en la práctica aumentan su intensidad a través de fugas ideológicas que terminan traduciéndose en la aparición de nuevos márgenes de desigualdad, crisis ecológica y una larga lista de fenómenos que se reproducen en el seno de las sociedades, como lo vemos en nuestro cotidiano.
Este movimiento de transgresión y retorno a un devenir igual no es nuevo, es bien conocido que las ontologías que buscaba explicar las lógicas en juego en las luchas sociales tienen una larga historia (Luxemburg, 1912; Lenin, 1917; Polanyi, 1944; Marx y Engels, 1973). La situación actual sigue centrada en este debate, con distinciones en temas como la economía, el empobrecimiento, la polarización política, la opresión, la desigualdad, y muchos otros temas que a la luz de la crisis ecológica que amenaza con la extinción de la vida como la conocemos hasta ahora (Kolbert, 2014), nos obliga a re-pensar tanto nuestro tiempo como el futuro.
Aunque parezca un poco obvio, el primer paso es introducir conceptos al campo abstracto en que la política de nuestro tiempo permanece, sin una clara distinción de la política y siguiendo con la inclusión de las políticas de la despolitización no hay avance, ¿cual es el componente político de todo lo que nos rodea? ¿Como re-apropiarnos como izquierda de aquellos conceptos cruciales que prevalecen en un terreno abstracto? Es importante considerar que como punta pie inicial, no hay nada que opere fuera de la ideología y la política, y son estos precisamente los conceptos que oscilan entre la censura o la manipulación.
Kunznets (1955) propició la teoría del goteo entendida como un modo de producción capitalista que, al expandir sus límites en un nivel avanzado del capitalismo industrializado, reduciría los niveles de desigualdad; según Barahona (2014), estas premisas fueron tomadas por los ideólogos del FMI y el Banco Mundial durante los años 70 y 80 para inaugurar una nueva etapa de política económica que se expandiría a nivel mundial. Chile fue un lugar central, básicamente se introdujo por completo en esta nueva oferta y baño con ello el porvenir del Pais dejando una huella que aún sobrevive: un modelo que se promovía con un objetivo de cambio y progreso que en la actualidad nos lleva en dirección contraria y solo desencadena más deterioro y estancamiento.
A saber, según Piketty (2014), la historia sobre el auge neoliberal no ha producido evidencia de la existencia de una lucha contra los aspectos más negativos del neoliberalismo que amenazan a las sociedades y esto encuentra respuesta porque el neoliberalismo nunca ha tenido como proyecto real superarse a sí mismo enfocándose en el bienestar o en la eliminación de la pobreza; el goteo hacia los estratos populares es cada vez menor.
Aunque algunos autores (Leff, 1998; Barkin, 2001; Polanyi, 2003; Barkin, 2004; Cartón de Gramos, 2004) proponen visiones locales y alternativas, e incluso la posibilidad de una "acumulación no capitalista" (Barkin y Rosas, 2006, p. 3) en cuanto a alternativas de transformación o utilización de un excedente en conexión con nuevos procesos de intercambio, los resultados siguen demostrando una universalidad traducible al aumento de la riqueza en un grupo extremadamente reducido y el goteo efímero hacia los demás estratos sociales. El saber hacer con las migajas y el sobrevivir con la esperanza a cuestas es el eslogan dominante.
El mandato de la esperanza y la rápida caída de la idealización de la política actual, conducen a esperanzas sostenidas en un vacío, en la llegada de modelos utópicos, que prometen por un lado, operar por fuera de lo ideológico, tal es el claro ejemplo de la difundida política de despolitización, o por el otro lado, entregar cambios radicales en corto plazo que tras la imposibilidad de re-estructurar en un periodo determinado los engranajes sociales, conducen al mantenimiento o transformación superficial de lo mismo.
Cada propuesta y proyecto político que se propone con una radicalidad imposible, termina siendo confrontado con la potencia transformadora del modelo neoliberal, que a la luz de su rápida acomodación ante cualquier crisis, promueve aún más la critica y la desconfianza hacia lo politico. La izquierda global y nacional pateando piedras también produce una sociedad que patea piedras.
Retomando la canción de Los Prisioneros, tal vez, es el momento de mirar con detenimiento el devenir de nuestro país, la impotencia de la izquierda, las matizaciones vacías que se han dado a la ideología dominante y que persiste deambulando de norte a sur, asumir la responsabilidad del cambio que no ha llegado y comenzar a trabajar en los conflictos actuales de la misma manera en que con entusiasmo se configuraron diversas soluciones y propuestas en la agenda de los partidos politicos cuando esperaban conseguir votos: ¿Cuanto tiempo más los gobiernos de turno y la elite política tendrá a los chilenos pateando piedras?
REFERENCIAS
Lenin, Vladimir Illich (1917), State and Revolution. Disponible en: http://www.marxists.org/archive/lenin/works/1917/staterev/index.htm
Luxemburg, Rosa (1912), La Acumulación del Capital. Edicions Internacionals Sedov
Kuznets, S. (1955): “Economic growth and income inequality”, American Economic Review, 45, p. 1-28.
Kuznets, S. (1963): “Quantitative aspects of the Economic growth of Nations: VIII, Distribution of Income by Size”, Economic Development and Cultural Change, enero, 2, p. 1-80.
Marx, K. (1904). A Contribution to the Critique of Political Economy. Chicago: Charles H. Kerr.
Marx, K. (1973). Grundrisse: Foundations of the critique of political economy. New York: Vintage Books.
Barahona, A. (2014). El embuste de la “teoría del goteo”. Rebelión. Recuperado de: https://rebelion.org/el-embuste-de-la-teoria-del-goteo/ B arkin, David (2004), “Una estrategia para crear nuevos beneficiarios del comercio mundial”, en Agricultura, Sociedad y Desarrollo, Vol 1, Núm. 1, Enero Junio, México.
Barkin, David (2001), “Superando el paradigma neoliberal: desarrollo popular sustentable”, en: Giarracca, Norma (comp.) ¿Una Nueva Ruralidad en América Latina?, CLACSO, Buenos Aires. También en http://www.clacso.org/wwwclacso/espanol/html/libros/rural/rural.html. pp. 81-99.