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Chomalí... recargado. por Gastón Tagle Orellana

“Tu poder radica en mi miedo: ya no tengo miedo, tú ya no tienes poder”.
Séneca a Nerón.

Catherine Fahringer (1), muy certeramente, decía que “Estaríamos mil quinientos años más adelantados si no hubiera sido por la iglesia, arrastrando a la ciencia tomada de sus faldones y quemando a nuestras mejores mentes en la hoguera”. Por su parte, Chomalí, en un acto clásico de la soberbia de la iglesia católica, señaló que “... existe la tentación de que el Estado piense que puede educar mejor a los niños que las instituciones intermedias como la Iglesia Católica” (2). El comentario de Fahringer es certero, la historia nos lo demuestra: Giordano Bruno, Galileo y otros tantos que fueron víctimas de la crueldad de la espiritualidad cristiana, de la que tanto se ufana y adueña Chomalí, un representante de la hipocresía vaticana, llena de abusos que no han terminado, basta recordar oscuros episodios que han tratado de ocultar: Marcial Maciel, protegido de Juan Pablo segundo, un papa (como muchos) de cínico proceder con los abusos de ese sicópata, los casos de pedofilia en Irlanda, Karadima y sus abusos en Chile y tantos más. Señor Chomalí, ¿recuerda a Emanuela Orlandi, ciudadana del estado vaticano?, un caso que conmocionó a Italia y al mundo, desaparecida misteriosamente, hace más de cuarenta años y que el actual papa comentó, con cínica congoja: ella está en cielo (sic).

Sin lugar a duda, la iglesia tiene excelentes centros de educación, especialmente en las universidades, brillantes académicos e intelectuales: Copérnico (cuyos textos fueron incluídos en el index librorum prohibitorum, después de la sentencia contra Galileo), Pierre Teilhard de Chardin SJ, Carlo Maria Martini SJ, Pedro Arrupe SJ y tantos otros, pero prácticamente silenciados por el establishment vaticano.

Si lo descrito con anterioridad es parte del curriculum educativo y espiritual de la “santa madre iglesia”, con lo que avala el derecho exclusivo a la educación, vaya

que patudez la del Vaticano y Cia. La nueva perfomance del cardenal Chomalí no obedece sino a la desesperación por recuperar el poder del miedo, no de la educación, ni de la espiritualidad, todo ello basado en añejas leyendas de la edad del bronce. Recuerde a Séneca, señor cardenal...

1 Escritora estadounidense y activista social (septiembre, 1922 – diciembre, 2008)

2 El Mercurio, 23 de marzo, 2025

Gastón Tagle Orellana
Académico Universidad de Valparaíso

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