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Ante el narcotráfico, la violencia y el crimen organizado

La urgencia de un acuerdo por la seguridad. por Carolina Leitao

El incremento de la violencia y los hechos delictuales en el último tiempo, ha llevado a que los temas de orden público y seguridad se tomen diariamente la agenda nacional, convirtiéndose en una de las principales demandas de la ciudadanía ante el incremento de la sensación de temor y vulnerabilidad.

Hoy en día, se está viviendo un complejo escenario en materia de seguridad en la Región Metropolitana y en buena parte de Chile; escenario, que muchas alcaldesas y alcaldes venimos denunciando desde hace tiempo, tanto públicamente como en todas las instancias y mesas de trabajo que hemos integrado.

Este tema tampoco ha dado tregua en los primeros meses del Gobierno del Presidente Gabriel Boric, quien ha debido sortear hechos graves de violencia, tanto en civiles como uniformados, evidenciando que esta enfermedad, la cual se viene arrastrando durante años, hoy se encuentre en un estado crónico y sin control. Ante esta situación se requiere que se lleve a cabo una profunda intervención de manera urgente, integral y colaborativa, en la cual participen todos los actores: Gobierno, alcaldesas, alcaldes, organizaciones de la sociedad civil, privados y la ciudadanía. Es por esto, por lo que hay que cambiar el enfoque, que claramente ha fallado, al centrarse en la persecución de delitos consumados y no en la prevención.

En ese contexto, mi intención en estas breves líneas es poder abordar algunos temas importantes y buscar soluciones de fondo que sean eficientes, eficaces, de calidad y transparentes.

Seguridad y orden público
Lo primero que me gustaría señalar y enfatizar, es que las políticas de seguridad del gobierno anterior, fracasaron. No fracasaron por los últimos hechos de violencia que se han vivido en los distintos territorios -que son lamentables y condenables- sino desde el momento en el que se decidió por parte de esa administración, a través de la Subsecretaría de Prevención del Delito, retirar los recursos a las comunas para trabajar en materias de prevención social y enfocar los recursos solo en tecnología. Hoy en nuestro país se invierte el 10% en prevención y el 90% en control.

¿Cuántas veces se ha escuchado que los involucrados en delitos fueron detenidos 14, 15 y hasta 20 veces? ¿Estamos abordando el problema de la manera correcta?

Se debe pensar en soluciones de fondo, que tengan que ver con la prevención y la intervención social en los barrios y en las trayectorias de vida de las nuevas generaciones, soluciones que tengan que ver con abrir nuevas y mejores oportunidades educativas, culturales, deportivas, laborales, crear sentidos de pertenencia a la comunidad y ampliar los horizontes de futuro. Estas soluciones requieren de esfuerzos prolongados, la coordinación entre todos los actores y niveles de gobierno (el comunal, el regional y el nacional) y mucha voluntad política que trascienda la mirada corta marcada por los ciclos electorales. Es por esto que se necesita de manera urgente llegar a un acuerdo transversal por la seguridad, un acuerdo que nos permita levantar la mirada, salir de los ciclos electorales y trabajar unidos por un Chile inclusivo, acogedor, justo y seguro.

La seguridad pública no es un problema meramente policial. La delincuencia, la violencia y la inseguridad -en los últimos tres años el aumento de la percepción de inseguridad aumentó de un 76,8% a un 84,3% de acuerdo a los datos de la ENUSC (1)- son realidades que tienen, al menos, una faceta socioeconómica, un componente sistémico-estructural y una aproximación político gubernamental. En rigor, los intentos por reducirlas o contenerlas exigen políticas consistentes y duraderas, un consenso sobre la manera de enfrentar las causas y sus manifestaciones, una alta capacidad técnica y de voluntad política.

Actualmente se ha podido ver un claro aumento de la violencia, donde se ha podido observar que en la mayoría de estos hechos están involucrados menores de edad, por lo que se tiene que hablar de prevención social y prevención situacional, pero con una mirada que supere los cálculos políticos y el cortoplacismo, porque cualquiera de estas políticas no van a tener un resultado a corto plazo.

Si no trabajamos en reinserción, deserción escolar y en apoyo psicológico para las familias, nunca vamos a interrumpir las carreras delictivas de nuestros niños, niñas y adolescentes. Si seguimos sin escuchar a quienes estamos en los territorios, estamos condenados a seguir fracasando en materia de seguridad. Insistir con el foco en el control y no incorporar planes de prevención, nos llevará al fracaso de las políticas de seguridad.

Iniciativas innovadoras
Es por todo ello que en 2018 se implementó en Chile el “Modelo Islandés”, y Peñalolén fue la primera comuna en ejecutarlo. Un programa que tiene buena evidencia a nivel mundial, y cuyo mecanismo de control se basa en la aplicación de encuestas a estudiantes de segundos medios y elaboración de planes de acción para la prevención. Pero lo más importante es lo que viene después de la implantación del modelo y el diagnóstico, que es la implementación (medidas preventivas y de acción social), ya que implica un costo más alto en monitores, profesores, talleres, actores etc.

Con este Programa pudimos darnos cuenta que hoy en día los padres no saben dónde están sus hijos menores después de las 22 horas, y que dicha conducta ha sido naturalizada en diversos casos, en segundo lugar pudimos ver que la autopercepción de las y los jóvenes respecto a su salud mental es un elemento de preocupación para un grupo importante y en último lugar, que tenemos una tarea fundamental, abrir más espacios recreativos y extracurriculares en los colegios.

Ligado al “Modelo Islandés”, podemos encontrar también el “Plan Elige Vivir sin Drogas”, el cual busca aportar actividades atractivas para ver qué hacen las y los jóvenes en su tiempo libre. Dicho modelo no dice qué actividades realizar, sino cada comuna busca un plan de acción que luego es validado por los especialistas del programa. La duda que surge es ¿cómo se va a implementar este Programa? porque se necesita de recursos que deberán ser definidos por el Estado, y los cuales no han sido anunciados en dicho lanzamiento.

El “Modelo Islandés” prueba que los países que logran avanzar en materia de prevención de consumo, son aquellos que han podido articular una política pública de Estado con lineamientos claros, recursos asociados y el compromiso de diversos actores sociales. Aprendizaje que debemos ver en Chile, ya que los esfuerzos sectoriales aislados es difícil que rindan frutos esperados, por lo que para enfrentar este desafío debe haber una serie de recursos claros.

Este programa se suma a otras Iniciativas Innovadoras, que tenemos en Peñalolén, y que son financiadas 100% por la Municipalidad. La primera iniciativa es “El Sistema de Alerta Temprana Deserción Escolar” (cuyo objetivo es disminuir la deserción escolar de los NNA de seis colegios municipales priorizados en Peñalolén), la segunda iniciativa a destacar es “Construyendo a Tiempo en Comunidad” (se dedica a la activación comunitaria a través del Futsal y son llevados a cabo en 10 barrios divididos en 5 macro sectores) y la tercera Iniciativa es el programa “SOS Mujer” (destinado a mujeres derivadas desde la fiscalía, tras haber denunciado un hecho de violencia intrafamiliar, y que el Ministerio Público ha calificado su situación con un nivel de riesgo alto/vital), creado en 2014, y el cual consta de una política pública a bajo costo.

Narcotráfico y crimen organizado
Es preocupante cómo nuestra sociedad poco a poco ha ido normalizando la delincuencia y la violencia, permitiendo que el narcotráfico se esté expandiendo por diversos lugares a nivel nacional, afectando principalmente a las denominadas “zonas grises” -barrios tomados por el narco o grupos delictuales, que viven desprotegidos, con baja o nula presencia del Estado y donde las policías no logran ingresar- y apropiándose de los territorios, para lograr su objetivo; hecho que se pudo ver en el Barrio Meiggs, donde ya están involucrados el narcotráfico y el delito.

Hechos violentos como las “balas locas” -disparos al aire o por enfrentamientos que acaban impactando a inocentes-, los “narcofunerales”, despedidas a jefes del crimen del narcotráfico organizado con fuegos artificiales y el uso de armas, han contribuidos a una nueva sensación de impunidad nunca antes vista, pudiendo verse que ya no son hechos aislados y que es un tema que debemos enfrentar hoy con decisión.

Los municipios no tenemos herramientas para combatir el crimen organizado, como si las tiene el gobierno, las instituciones del Estado y las policías que están llamadas para poder hacerlo. Nuestra preocupación es que nuestras vecinas y vecinos hoy en día no están pudiendo cumplir el acceso a un derecho que es fundamental: vivir en un ambiente sin violencia y seguro. Hay que abordar esta temática desde el control, pero principalmente desde lo social, para ayudar a quienes realmente lo necesitan. La vulnerabilidad en que nos encontramos frente al narco, sigue superando nuestra capacidad de acción. Necesitamos más presencia policial, más inteligencia policial y más recursos para generar cada vez más planes de prevención.

Los recursos municipales
Por otra parte la falta de recursos municipales, es uno de los puntos centrales que dejó al desnudo la crisis que afectó al país estos últimos años, tanto con el estallido social, como los últimos dos años de pandemia. Hoy existe la Ley de Rentas I, II y III, las cuales han generado cambios, pero no los suficientes. El sistema está diseñado de tal manera que, si no hay cambios estructurales, seguirá siendo perjudicial para las comunas con menos recursos. Es por ello que propusimos que se estableciese un per cápita para todas las comunas por igual, y a partir de ahí, hacer correcciones necesarias según vulnerabilidad o dificultad geográfica.

No obstante y a pesar de esto, es importante remarcar que desde 2017, en Peñalolén hemos reforzado significativamente nuestro presupuesto y nuestra gestión para abordar la seguridad comunal, contando actualmente con 1 dron, 7 vehículos de patrullajes, 365 agentes preventivos, 101 cámaras de vigilancia, 4 motocicletas, bicicletas eléctricas para carabineros y una cifra récord en alarmas comunitarias (más de 27 mil hogares cubiertos).

Nuestro modelo de seguridad territorial se basa en la prevención y tiene un fuerte componente de tecnovigilancia que nos permite colaborar con las policías en la persecución inteligente del delito. Entendemos que es importante no solo actuar desde la perspectiva penal, sino también aportar para la prevención, la disuasión y trabajar con un enfoque integral.

Esto ratifica el trabajo que desde hace muchos años, venimos desarrollando coordinadamente con las policías y la Fiscalía, ya que este trabajo no solo se traduce en la compra de tecnología y vehículos, sino que también se expresa en la formación de una mesa jurídico policial, que surge como iniciativa por parte del municipio en el año 2008, y además en el año 2015 constituimos nuestro Consejo Comunal de Seguridad Pública, un año antes de que este órgano se instaurara por ley en el resto de comunas del país.

Una de las soluciones definitivas para esta falta de recursos municipales, podría estar en la Convención Constitucional, donde se pueda discutir un nuevo aporte al “Fondo Común Municipal”, porque el aporte que hace el Estado a los gobiernos locales es muy bajo, estamos hablando de un 5% de los recursos, mientras que en otros países está entre un 20% o un 30% de los recursos estatales.

Es por esto que el tema tiene que ser revisado a nivel constitucional, porque las alcaldesas y los alcaldes, el municipalismo y las vecinas y vecinos, estamos abogando para que esto se transforme de administraciones locales a gobiernos locales, donde nosotros no estamos transfiriendo recursos a los alcaldes o municipios, sino a los territorios, donde el Estado pueda garantizar un ingreso per cápita por habitante mínimo y donde debería haber un piso para prestar un servicio de calidad.

1. Red de Municipios por la Seguridad (2022, febrero 3). Lineamientos para una Política Nacional de Seguridad: Aportes desde la Experiencia Local.

*Alcaldesa de Peñalolén.

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