En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

COP 25: El show continúa. Por Luis Infanti de la Mora

Gran cobertura le darán todos los M.C.S. a la próxima COP 25 a realizarse en diciembre próximo en Santiago y a la APEC en noviembre. Vendrán “personalidades” y “expertos” de todo el mundo a esgrimir sus planteamientos. Son 196 Estados que participarán desatando una mega logística para un encuentro que implica una tremenda inversión. ¿Para qué?Para dar continuidad a las 24 COP ya realizadas. ¡24 años! Siempre con el objetivo de “lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático y en un plazo suficiente para permitir que los ecosistemas se adapten naturalmente al cambio climático, asegurando que la producción de alimentos no se vea amenazada y permitiendo que el desarrollo económico prosiga de manera sostenible”.En muchos de los participantes a la APEC y a la COP 25 habrá muy buena voluntad y honestidad, habrá real intención y convicción de dar pasos significativos para salvar la VIDA de nuestro Planeta.Buscarán acuerdos (no vinculantes) para detener o aminorar EFECTOS del cambio climático y como los participantes son “personalidades y expertos”, gurúes del sistema capitalista, evidentemente no se atreverán a cuestionar las CAUSAS de la grave crisis, para no afectar su “sagrado” modelo neoliberal.En efecto, las resoluciones de las 24 COP anteriores ¿han mejorado significativamente la situación en base al valioso, desafiante y urgente objetivo que perseguían?

Una visión objetiva y científica indica que las catástrofes planetarias han aumentado en intensidad, cantidad y territorialidad.Por eso creo que la COP 25 será una asamblea más de la ONU y de los “poderosos”, como las demás, con brillantes ideas y propósitos, excelentes principios e incisivas filosofías, notables propuestas y deslumbrantes proyecciones. Pero ¿qué resolverán ahora? ¿A qué compromisos vinculantes se comprometerán? ¿Qué urgencias pondrán? ¿Serán los empobrecidos (que ellos mismos “fabricaron” y condenaron) su prioridad? ¿Será la hermana madre Tierra y la HUMANIDAD su principal preocupación, o serán sus mezquinos intereses para apuntalar sus podridos sistemas económico-políticos?

El show continuará, como desde hace por lo menos 50 años.De hecho, desde 1974 el primer y emblemático de los “Objetivos de Desarrollo Sostenible” de la ONU para “celebrar” la llegada del nuevo milenio (año 2000) era “ERRADICAR LA POBREZA ABSOLUTA” de TODOS los Países del Planeta. Visto el rotundo fracaso de esta valiente decisión, en 1995, abdicando al derecho a la vida, definieron el nuevo objetivo de “REDUCIR A LA MITAD LA POBREZA para el año 2015”.

Estamos entrando al año 2020 y este objetivo no solo nuevamente no se logró, sino que los empobrecidos han aumentado y son sometidos crecientemente a la pesada cruz de la tortura diaria y a la muerte, con la complicidad del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de los Gobiernos locales. ¿Y qué decir de los otros Objetivos de Desarrollo Sustentable para toda la Humanidad: hambre cero, salud y bienestar, educación de calidad, agua limpia y saneamiento…? Pareciera que el principio implícito y subyacente de este drama planetario sea: “no podemos eliminar la pobreza, eliminemos a los pobres”.Es que los buenos, positivos, alentadores, valientes y hasta audaces acuerdos que se logren firmar, chocan y se oponen diametralmente con las consagradas y aún “intocables” políticas de la SOBERANÍA NACIONAL ABSOLUTA, donde cada Estado no admite intromisiones que afecten a sus intereses y a su territorio. Y la SOBERANÍA ECONÓMICA DEL CAPITAL, donde los invasivos conglomerados transnacionales someten con sus “tratados” (TPP, …) a los gobiernos locales, mercantilizando los bienes comunes vitales para todo ser vivo (personas, plantas, animales…).

Claramente lo dijo Bolsonaro (24 septiembre en la ONU): “Lo más sagrado, nuestra soberanía”, no se toca, es una propiedad exclusiva.Con razón, paralelamente a la APEC y a la COP 25, habrán numerosas e incisivas manifestaciones de protesta y de indignación. Ojalá sean todas ellas pacíficas, guiadas por los principios de la no-violencia activa, al estilo de Mahatma Gandhi, de Martin Luther King, de don Clotario Blest, de don Adolfo Pérez Esquivel,… Y habrán también, audaces y proféticas propuestas que surgen de la sabiduría, del amor y de la sacrificada experiencia de movimientos populares, de Pueblos Originarios, de los empobrecidos, de los hermanos del Sur del mundo que haremos escuchar los clamores de los (aún) marginados.Movimientos y organizaciones que, al contrario de la COP, plantearemos soluciones de raíz a los problemas, más que sólo aminorar los efectos. Y plantearemos el tema de fondo: ¿Qué significa BIENES COMUNES DE LA HUMANIDAD? ¿Cuáles son los BIENES COMUNES VITALES, que no pueden ni deben estar sometidos a la “soberanía nacional”, a la propiedad privada, a la mercantilización? (“El destino universal de los bienes es una realidad anterior a la propiedad privada”, Papa Francisco, 9 julio 2015, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) ¿Podremos seguir con el cáncer consumista, depredador y saqueador?

Esperamos que los M.C.S. cumplan su responsabilidad ético – social dando voz también a estos movimientos.Para Chile será un honor y un desafío hospedar la APEC y la COP 25 en Santiago. Pero será sobre todo un reto para los “dueños del poder”, para entrar en sintonía con los clamores del pueblo y las urgencias de la Humanidad. Las aguas, los glaciares, los bosques, los alimentos, la energía, los bienes comunes universales, el trabajo, la educación, la salud,… son los dones que Dios nos regala para todos y si seguimos negándolos a gran parte de nuestro pueblo y de la Humanidad, los ya alarmantes niveles de violencia aumentarán, poniendo en grave peligro la paz social.

LUIS INFANTI DE LA MORA, osm 
Obispo Vicario Apostólico de AysénCOYHAIQUE, septiembre de 2019.

Compartir este artículo