En kioscos: Octubre 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

Cuando justicia espacial es un compromiso social insoslayable. Por Fabián Esteban Lizana Vásquez

La evolución de comunas como Cerro Navia ilustra las profundas transformaciones que ha experimentado la periferia de Santiago en las últimas décadas (Sabatini, Cáceres & Cerda, 2001). Históricamente estigmatizadas como áreas marginales, marcadas por la precariedad y la exclusión, estas comunas están atravesando un proceso de reivindicación y cambio interno. Este proceso ha desencadenado un giro importante en sus políticas comunales, generando nuevos horizontes de desarrollo local (Prudant, 2023).

La lucha por la dignidad en espacios que anteriormente eran desestimados o marginados (Sánchez, 2023) es palpable en la memoria de lugares que, hace más de un siglo, fueron conocidos como los "potreros de la muerte" o los "ardiles africanos". Descritos en la literatura urbana como "poblaciones callampas" y lugares de ocio descontrolado, si estos mismos espacios han sido históricamente vinculados con la marginalidad, pero hoy evidencian que las dinámicas urbanas no son estáticas. De hecho, son el resultado de articulaciones discursivas que proyectan una imagen ambigua de las periferias que debe necesariamente ser limpiada (Lizana, 2024).

Proyectos recientes como el Parque Urbano Mapocho Río y La Hondonada, así como la futura Línea 7 del Metro, representan avances significativos no solo en la infraestructura de la comuna, sino también en la percepción que se tiene de estos territorios. Cerro Navia ha sido, además, pionera en la integración educativa a través del nuevo Servicio Local de Educación Barrancas, en conjunto con Pudahuel y Lo Prado (Orrego, 2020).

La noción de justicia espacial en Cerro Navia debe ser un compromiso ineludible. En este sentido, es esencial que las elecciones municipales se enfoquen en candidatos comprometidos con el bienestar y desarrollo comunal. No debemos olvidar que hay quienes buscan beneficiarse a expensas del progreso colectivo, actuando bajo el disfraz de servidores públicos mientras llenan sus bolsillos con los recursos destinados al avance de la comuna.

Históricamente, Cerro Navia ha sido una comuna innovadora, marcada por la resistencia y la transformación. Desde las ocupaciones de terrenos la madrugada del 16 de marzo de 1967 hasta las tomas más recientes, como las de Violeta Parra, Macarena Valdés y la desalojada 27 de mayo durante la pandemia, la comuna ha mostrado una notable capacidad de organización interna y un firme deseo de autotransformación (Lizana, 2024).

Esta diversidad social se refleja en sus espacios, que incluyen lugares habitacionales y ceremoniales para pueblos originarios, así como servicios comunitarios como una biblioteca popular, un hospital moderno, una óptica y dos farmacias populares. Lo que antes se consideraba una "tierra de nadie" ha evolucionado hacia un espacio urbano legítimo, con derechos y aspiraciones urbanas reconocidas por sus residentes.

A pesar de los avances, la comuna enfrenta serios problemas en términos de seguridad e infraestructura. Existe una urgente necesidad de un nuevo cuartel de bomberos, ya que, aunque se ha inaugurado una nueva estación, Cerro Navia sigue dependiendo de comunas vecinas como Quinta Normal y Pudahuel para la respuesta ante incendios urbanos, un peligro constante en la zona.

En materia de seguridad, la planta de Carabineros es insuficiente para enfrentar el narcotráfico, el microtráfico, la acumulación de basura y la presencia de personas en situación de calle. Además, el uso de espacios recreativos por personas que consumen alcohol en exceso afecta la calidad de vida de los residentes. La falta de personal policial agrava estos problemas, obligando a muchos habitantes a trasladarse largas distancias para acceder a servicios esenciales.

Este contexto evidencia la necesidad urgente de mayor inversión en infraestructura y seguridad, a fin de garantizar una vida digna y segura en Cerro Navia, mientras se continúa con el proceso de transformación y reivindicación de la comuna (Lizana, 2020)

Bibliografía:

Lizana, F. (2020). Fuego en la ciudad: Entre el incendio, la materialidad de los espacios de morada y la postergación de vivir en el área central de la Región Metropolitana. (Tesis de Magíster en Geografía mención Intervención Ambiental y Territorial). Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago, Chile.

Lizana, F. (2024). Cuando Barrancas era el espacio de la libertad 1900-1930. En Ciudades de la Revuelta: La espacialidad del movimiento anarquista, entre finales del siglo XIX y mediados del siglo XX (págs. 85-102). Proyecto Fondart “Patrimonio Oculto del Movimiento Anarquista en las Huelgas del Siglo XX. Espacios de Identidad y Memoria Urbana en Santiago”, Folio: 666737.

Orrego, S. (2020). La configuración del espacio escolar: El caso del Servicio Local de Educación en Barrancas. (Tesis de Magíster en Geografía mención Intervención Ambiental y Territorial). Universidad Academia de Humanismo Cristiano, Santiago, Chile.

Sabatini, F., Cáceres, G., & Cerda, J. (2001). Segregación residencial en las principales ciudades chilenas: tendencias de las tres últimas décadas y posibles cursos de acción. Revista EURE - Revista De Estudios Urbano Regionales, 27(82). https://doi.org/10.7764/1258

Sánchez, E. (2023). Centro Cultural Gabriela Mistral: Memorias & Olvido. Ediciones A 89.

Prudant, E. (2023). La urbanización como dispositivo de reivindicación histórica por el derecho a la ciudad en Santiago de Chile (1930-1950). Universidade de Passo Fundo.

___

Fabián Esteban Lizana es profesor de Historia y Ciencias Sociales, Magíster en Geografía de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano, es candidato a Doctor del Programa de Doctorado en Geografía del Instituto de Geografía, Pontificia Universidad Católica de Chile, Chile. Financiamiento: ANID DOCTORADO NACIONAL 2022-661370. Correo: fslizana@uc.cl

Compartir este artículo