"A tus atardeceres rojos
se acostumbraron mis ojos
como el recodo al camino..."
(Antonio Machado)
Dagan nos ofrece una semblanza de sabores propios del mediterráneo, con una carta que evoca a las semillas y frutos secos (dátiles, almendras, nueces, coco, pistacho, higos, granada, hongos) como componente esencial de la buena alimentación. Sus platos son un viaje a algún lugar del mediterráneo, las preparaciones con sus productos, sus especies, sus colores y aromas, nos van transportando desde lo sensitivo hacia esos lugares sabios en la alimentación que conjuga lo sencillo y lo complejo, rasgo esencial de lo sublime, ya que comer bien también puede ser una experiencia de conexión con la belleza que satisface nuestro deseo del cuerpo y del espíritu.
Los colores en Dagan impresionan tanto como los sabores, las especies aportan esa embriaguez necesaria que nos permite salir de la rutina como un modo de desplazamiento a un estar en tranquilidad camino al atardecer y la noche. La existencia se ve restaurada y fortalecida en estas mesas organizadas en un ambiente que evoca el blanco de la arquitectura de estas tierras, telas y entre plantas de olivo en sus comedores, cada uno con su barra, más una agradable terraza en una hermosa esquina que conforman la Avenida Nueva Costanera y Alonso de Córdova.
Hay variadas alternativas de comida, las con proteína animal y las con proteínas vegetal, una variada carta de frutos del mar como pulpo, loco o salmón. La invitación propia de este lugar es la de compartir los platos que aseguran una buena alimentación. Hay cocteles notables como el Clever de Frontera o el Dagroni que tiene como estrella al higo. Los postres constituyen otro tiempo aparte de la comida, con presentaciones que cautivan todos los sentidos. En estos platos y cocteles luce el trabajo del chef Felipe Urbina y en el bar Iñaki Canahuate, junto al servicio notable de Sebastián Girardi siempre dispuesto a ayudarnos en la comprensión de este viaje. La carta de vinos tiene varias opciones e incluso contiene un vino de la casa que es un excelente blend llamado Yalla.
Hermoso proyecto de Marcelo Breitling que se atrevió a aportar novedad a este barrio gastronómico de Alonso de Córdova en la comuna Vitacura, a pasos del Parque Bicentenario, cercano al Mapocho en ese hermoso barrio que acoge a organizaciones internacionales de prestigio como la CEPAL, la FAO y la OIT. Un barrio en el que conviven algunas casas y departamentos habitacionales, varias embajadas, el museo Ralli y otras galerías de arte. Un paseo por este barrio nos expande la visión urbanística de la ciudad de Santiago por calles que en días despejados podemos disfrutar de la compañía del sol y esa percepción cálida que nos transmite el mediterráneo es parte de la identidad de Dagan una de las aperturas más interesantes en lo que va de este año.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra