"Sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón". _ Desmond Tutu, arzobispo
"Nunca más, que estos hechos no ocurran nunca más. Ni aquí y ojalá en ninguna parte del mundo, estos son condenables, los hechos todos, en
cualquier parte del mundo".
Juan Andrés de la Maza, almirante
El nunca más del almirante (13 de junio, 2023). Loables las palabras del almirante de la Maza, especialmente viniendo de quien dirige la Armada de Chile. Se viene a la memoria, a modo de comparación, esa historia nefasta del apartheid sudafricano (los hay en otros lugares y de distintos tipos: de clase, económicos, religiosos, etc.), en donde hubo quienes (los hay todavía) consideraban a otros seres humanos inferiores, sólo por el color de piel. En Chile hubo un antecesor del almirante de la Maza, que en sus delirios de los días martes, consideraba inferiores a nuestros vecinos del norte, auquénidos metamorfoseados (sic), además de un visceral odio a la izquierda, un preclaro hombre de misa dominical: ¿pedía perdón o daba gracias a dios por haber hecho desaparecer a uno cuantos? Bien por la Armada, avanza en su proceso de paz y empatía con quienes tienen el derecho a pensar distinto. Sin embargo, hay temas pendientes, en palabras del propio almirante: “ esperar cómo hacen ese abordaje..., ojalá no pase mucho tiempo y se transforme en olvido, porque Woodward es el caso emblemático (...) La Esmeralda es un caso aparte que tenemos que ver (...) Así es que también es un tema; hay que ver cómo lo abordamos. En este minuto, no tengo una respuesta.” Entonces hay que lo dicho a posteriori, en la misma entrevista, no augura una futura verdad, hace pensar que la Armada sigue protegiendo a quienes asesinaron y torturaron y que por añadidura heredan un ethos, un pathos y un logo dañado a las nuevas generaciones de marinos: “Hemos ido recopilando antecedentes, pero no tengo información de ningún caso en ese sentido. No puedo entregar información que no tengo.”(?)
Los actos son muy simbólicos, como el de isla Dawson, hacen pensar en un verdadero arrepentimiento. De los prisioneros de ese campo de concentración, tuve las suerte de compartir con uno de ellos y me sorprendió que no tuviera ningún rencor ni odio, en sus palabras sólo había sabiduría, lamentablemente ya no está entre nosotros, pero sabemos dónde está; sin embargo, hay otros que sólo existen en la memoria de sus deudos, por ello es importante que el señor almirante, que no sólo diga nunca más, sino que el manifiesto arrepentimiento institucional sea acompañado de una verdad.
Desmond Tutu, al referirse a la actitud de los blancos en Sud África, decía: “Sé amable con los blancos, que necesitan redescubrir su humanidad”, tal vez debiérmos decir “Sé amable con los militares, que necesitan redescubrir su humanidad”.
Gastón Tagle Orellana
Académico de la Universidad de Valparaíso