¡¡¡LA VIOLENCIA POLÍTICA SEXUAL ES TERRORISMO ESTATAL!!!
El día 21 de agosto de 2023, la Corte Suprema ratificó, en lo sustancial y luego de sucesivas apelaciones de los victimarios, la sentencia emitida por el Ministro Mario Carroza de noviembre de 2020, en relación a 6 mujeres demandantes agrupadas en el Cuaderno Venda Sexy 1. El fallo fue “secuestro calificado y tormentos con violencia sexual”, implicando la cárcel para 3 criminales y una indemnización para las mujeres victimizadas.
Resulta importante señalar que este fallo, en lo que a mí respecta, fue emitido 49 años después de ocurridos los hechos, es decir casi medio siglo de impunidad, y luego de 19 años de tramitación legal, la que en muchas oportunidades contempló malos tratos, revisiones ginecológicas para encontrar pruebas de violación, careo con torturador y otras experiencias revictimizantes.
Si bien la tardía sentencia certifica el carácter de lesa humanidad e imprescriptibilidad de los crímenes sexuales cometidos por los agentes del estado chileno, de manera sistemática y generalizada, contra los cuerpos y las sexualidades de las mujeres que luchamos contra la dictadura cívico-militar, la valoro solo como una constancia, necesaria, por supuesto, pero que de ninguna manera se acerca a la justicia que como sobreviviente merezco. Si la justicia no se aplica de manera diligente y efectiva, no es justicia. Por otro lado, la sentencia habla de violencia sexual, borrando el componente político de esta herramienta opresiva y represiva del terrorismo de Estado para violentar y castigar a las mujeres que luchamos contra este sistema, omitiendo el uso sistemático de un poder sexualizado por parte del Estado y sus agentes que actuan con medios y recursos estatales. Al no sentenciar por violencia política sexual (VPS), la condena recae solo en los mensajeros y ejecutores de las directrices que emanan de la autoridad política responsable de esta expresión del terrorismo de estado. Constituiría un acto de justicia, apuntar a la estructura estatal que orquestó y sigue orquestando estos tormentos.
Esto resulta del todo relevante, puesto que la violencia política sexual nunca se ha dejado de aplicar contra las mujeres y disidencias que se levantan insumisxs frente a este sistema de opresión. La violencia política sexual devino una estrategia para escarmentar, disciplinar y acallar a estudiantes, mujeres, cuerpos feminizados y racializados durante la revuelta de octubre 2019, todos casos impunes.
De esta forma, la omisión de la VPS por parte del Sistema Judicial como estrategia política represiva por parte del Estado, lo que logra es establecer garantías permanentes para la repetición y denegación manifiesta de un horizonte de Nunca Más.
Quisiera manifestar mi agradecimiento a las abogadas Daniela Quintanilla, María José Castillo y Camila Maturana de la Corporación Humanas, cuyo aporte fue decisivo para la obtención de este fallo, no sólo desde la entrega de fundamentación sino también por el acompañamiento permanente, solidario y feminista que me han entregado.
Finalmente, en un país donde el negacionismo, la impunidad y la justicia en la medida de lo posible son parte de la norma, quisiera agradecer a todas mis compañeras feministas con quienes nos hemos acompañado en esta demanda por la justicia que tarda y nunca llega y juntas seguiremos señalando y denostando al Estado chileno como agente opresor y violador.
El hilo rojo de continuidad de la rebeldía feminista, seguirá trazando nuestro camino para la construcción de una sociedad sin clases, sin patriarcado, sin capitalismo y sin opresiones de ningún tipo.
No olvidamos, No perdonamos, No nos reconciliamos ni tranZamos