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Declaración internacional de los editores independientes, para contribuir a la defensa y promoción de la Bibliodiversidad

Alianza Internacional de Editores Independientes

Contexto

La Asamblea Internacional de la edición independiente 2012-2014 se desarrolló a lo largo de dos años, a través de siete talleres preparatorios y temáticos que tuvieron lugar en Guadalajara (México), París (Francia), Bolonia (Italia), Uagadugú (Burkina Faso), Fráncfort (Alemania) y Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), seguidos por un encuentro de cierre que, bajo el patrocinio de la UNESCO, se organizó en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) en la sede del Book Centre, entre los días 18 y 21 de septiembre de 2014.

Los talleres preparatorios, que se prolongaron en Ciudad del Cabo a través de grupos de trabajo, trataron temas elegidos e identificados como prioritarios por los editores (lo digital, las políticas públicas acerca del libro, los modelos económicos de las editoriales independientes, la literatura juvenil, la edición en idiomas nacionales y locales, el asociacionismo editorial solidario, el “Libro justo” y la donación internacional de libros). Estos talleres e intercambios a la distancia permitieron elaborar herramientas y recomendaciones dirigidas a los poderes públicos, organismos internacionales y profesionales del libro. Las mismas fueron debatidas y validadas por los editores en Ciudad del Cabo en septiembre de 2014. La suma de esas propuestas (que estarán disponibles en el sitio de la AIEI antes de que finalice el año 2014) tiene como objetivo defender y promover la bibliodiversidad tanto a nivel nacional como internacional.

Este proceso culminó en la redacción de la Declaración Internacional de los editores independientes 2014 que se reproduce a continuación. El 20 de septiembre de 2014, los sesenta editores independientes provenientes de treinta y ocho países presentes en Ciudad del Cabo redactaron colectivamente, en tres idiomas de trabajo, su texto político. Es fruto de más de cuatro horas de intercambios interlingüísticos e interculturales, reflexión conjunta, respeto profundo por la palabra del otro, y cuestionamientos políticos. La Declaración 2014 fue luego validada a la distancia por los editores que no habían concurrido a la Asamblea y se tradujo a distintos idiomas (francés, inglés, español, portugués, árabe, farsi, italiano...). Al día de hoy, 400 editores provenientes de 45 países firmaron la Declaración Internacional de los editores independientes 2014. Les proponemos que la difundan ampliamente para contribuir con nosotros a que viva y se refuerce la bibliodiversidad.

Declaración internacional de los editores independientes, para contribuir a la defensa y promoción de la Bibliodiversidad

Preámbulo

El libro es un vehículo esencial para la construcción y la difusión de los saberes, el desarrollo del espíritu crítico y la formación del ser humano. Por ende no es, ni debe ser tratado como una simple mercancía. Como bien cultural, participa de una economía particular y no debe estar sometido exclusivamente a las leyes del mercado. Su concepción, producción y comercialización, en formato papel o digital, están destinadas a inscribirse en un período de tiempo prolongado; se dirige a las generaciones tanto presentes como futuras.

El editor independiente concibe su política editorial en libertad, de manera autónoma y soberana. Su enfoque no es únicamente comercial. En este aspecto es el garante, junto con otros actores de la cadena del libro, de una creatividad renovada, de la memoria, y de los saberes de los pueblos. En tanto privilegia criterios de calidad y duración sobre criterios de cantidad y velocidad y obra por la democratización del libro y por una edición que sea plural y critica. Por lo tanto, es el artesano de la bibliodiversidad.

Sin embargo, como consecuencias de las políticas neoliberales y la concentración del rubro, los editores independientes se han vuelto cada vez más frágiles. En los últimos años, el auge de grandes actores del mundo digital que entienden a los contenidos culturales como meras herramientas al servicio de sus intereses financieros, vino a reforzar aún más la lógica corporativa en el sector del libro.

Las evoluciones políticas también influyen en el devenir de los actores culturales. En algunos países, los cambios democráticos abrieron espacios de libertad y permitieron la aparición de una nueva generación de editores independientes. En otros países, por el contrario, la actividad editorial y la pluralidad de opiniones se ven gravemente afectadas por los conflictos sociales o los escenarios políticos.

En este contexto, no obstante, la edición independiente logra renovarse y ofrecer un espacio a una diversidad de voces. Si la edición independiente sigue tan vital, es ciertamente porque responde a una necesidad de la sociedad, pero también porque los editores supieron movilizarse para hacerse escuchar y asociarse. Entre los editores independientes, la solidaridad sigue vigente. Declaración

Nosotros, 400 editoras y editores provenientes de 45 países, reunidos en el seno de la Alianza Internacional de Editores Independientes, reafirmamos, aprovechando el Tercer Encuentro Internacional de la Edición Independiente realizado en Ciudad del Cabo (Sudáfrica) del 18 al 21 de septiembre de 2014, nuestra voluntad de actuar juntos para defender y promover la bibliodiversidad.

En 2005, la adopción en la UNESCO de la Convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales, seguida por su ratificación por numerosos Estados, representó un paso importante hacia el reconocimiento de la especificidad de los contenidos culturales y del rol del editor independiente. Para que no sea letra muerta, esta convención exige sin embargo ser respaldada por políticas públicas efectivas. En los países donde éstas son débiles o simplemente están ausentes, llamamos a los gobiernos a implementar cuanto antes políticas nacionales del libro favorables al desarrollo cultural y a la democratización del libro y la lectura. Dichas políticas, tanto en su elaboración como en su implementación, deben involucrar a toda la sociedad civil. Deben también reforzar la cadena del libro de cada país y contribuir a respaldar a la producción local, la difusión y el acceso de todos a los libros, especialmente con la implementación de medidas reglamentarias y fiscales adecuadas, y la multiplicación de los espacios de lectura, como por ejemplo las bibliotecas públicas. Deben abarcar tanto el libro papel como el libro digital y favorecer su complementariedad.

También es indispensable, en el contexto de la globalización, que estas políticas nacionales se vean prolongadas por políticas regionales e internacionales. Las mismas deben posibilitar una circulación equilibrada de las obras y una regulación del mercado del libro para así poder contrarrestar las veleidades depredadoras de los grandes grupos multinacionales.

Es fundamental elaborar y aplicar leyes equilibradas con respecto a los derechos de autor de manera tal que dichas leyes protejan los derechos de los creadores y garanticen a su vez el acceso al saber.

Debemos estar aun más atentos y también ser inventivos para contrarrestar cualquier forma de opresión de la palabra. La lucha contra todas las formas de censura (estatal, administrativa, religiosa, económica, e incluso la autocensura) continúa siendo un desafío prioritario.

El control del pensamiento no pasa solamente por la censura. En un contexto de sobre- información, de concentración de los medios de comunicación y estandardización de los contenidos, es esencial velar por que la libertad de expresión no sirva únicamente a la voz de los grupos o poderes dominantes. Nosotros, editores independientes, defendemos el Fair speech (la igualdad de expresión), para hacer escuchar la pluralidad de voces, garante de la bibliodiversidad.

Los actores digitales en posición hegemónica como Amazon, Google o Apple no deben ser eximidos de las leyes y reglamentaciones fiscales vigentes en los distintos países en los que actúan. Llamamos a los poderes públicos y a los organismos internacionales a establecer leyes que fomenten la bibliodiversidad, para que los editores y los libreros puedan seguir asumiendo su rol indispensable de actores y mediadores en favor de la cultura.

La circulación de los libros no debe fluir en una sola dirección, reproducir lógicas de dominación ni penalizar el desarrollo de los mercados locales o las industrias nacionales. Llamamos a un reequilibrio de los intercambios entre los países que son grandes exportadores de libros y aquellos países que son meros destinatarios de esos libros. En el campo del libro escolar, la edición estatal y los grandes grupos multinacionales siguen siendo alarmantemente mayoritarios en los mercados de los países del Sur. Resulta urgente permitir que los editores locales independientes participen de esa producción, necesaria para la construcción de una economía local del libro y para el desarrollo de otros sectores editoriales menos rentables, más arriesgados. Pero sobre todo, esta participación de actores locales resulta imprescindible para la formación de una juventud que se identifique con las referencias que se le ofrecen.

Si bien la donación de libros de papel y de soportes (lectores electrónicos, tabletas digitales...) y contenidos digitales, realizada en dirección Norte a Sur está basada en principios de generosidad, no deja sin embargo de participar del mantenimiento de una cierta hegemonía cultural. Desde hace unos años, las advertencias por parte de profesionales del Sur y sus propuestas a favor de una donación de libros diferente han contribuido a modificar algunas prácticas. Es necesario seguir cuestionando a nivel global este sistema para poder responder de manera duradera a las expectativas de los lectores. Frente a los fenómenos de depredación, la solidaridad profesional entre editores independientes es una fortaleza del sector. Por ello debemos insistir en el desarrollo de nuestras propias herramientas e incentivar la transferencia de habilidades, el intercambio de conocimientos técnicos y de recursos.

Los flujos de traducción y los intercambios entre literaturas y corrientes de pensamiento de diversos países constituyen el vehículo principal del conocimiento mutuo y una condición esencial para el desarrollo del sentido crítico y de la democracia. Es imprescindible desarrollar y reforzar fondos de apoyo a la traducción. Respaldar los flujos de traducción y su reciprocidad es favorecer el diálogo intercultural y preservar la bibliodiversidad.

Las coediciones solidarias, llevadas a cabo según el principio del “Libro justo”, facilitan la circulación de contenidos y el intercambio de ideas. Permiten mutualizar tareas y costos de edición y de impresión y, de esta forma, proponer libros a precios justos y adecuados para públicos más amplios. Estamos convencidos de que es preciso desarrollar estas prácticas, fomentando fondos de ayuda a las coediciones.

La edición en idiomas locales y nacionales permanece aún marginalizada, a pesar de tener un rol esencial en la educación y el desarrollo social duradero. Debemos considerarla una palanca para favorecer la transmisión de saberes y la emancipación, y lograr que cada pueblo pueda acceder a la lectura en su propio idioma.

Llamamos a los editores independientes de todo el mundo a federarse, codo a codo con los autores, libreros independientes, bibliotecarios y otros actores de la cadena del libro, dentro de asociaciones y colectivos que compartan el objetivo de sostener, desarrollar y promover la bibliodiversidad.

Por último, como editores independientes, afirmamos que es nuestra responsabilidad poner en práctica los principios que hemos enunciado y defender un modelo de edición respetuoso de los derechos humanos y del medio ambiente. Tenemos también una responsabilidad ante los lectores y los públicos más alejados del libro, pues la democracia depende, entre otras cosas, de la apropiación de los saberes individuales. Juntos, debemos apostar por nuestra capacidad de actuar y multiplicar nuestra creatividad. Sábado 20 de septiembre de 2014, Ciudad del Cabo (Sudáfrica)

Lista de los signatarios

La lista de los signatarios no es todavía definitiva, y se verá completada.

Nouri ABID, Éditions Med Ali, Túnez Waël ABID, Al-Tanweer, Túnez Silvia AGUILERA, Lom Ediciones, Chile Mesbahuddin AHMED, Ankur Prakashani, Bangladesh Diego ÁLAMOS, Chancacazo publicaciones Ltda, Chile Samer ALKADRI, Bright fingers, Siria Ángeles ALONSO, Baile del Sol, Canarias – España Bahman AMINI, Editorial Kharavan, Francia – Irán Marie-Agathe AMOIKON FAUQUEMBERGUE, Éburnie, Costa de Marfil Pascal ASSATHIANY, Éditions du Boréal, Quebec – Canadá Alejo AVILA, Del Naranjo, Argentina Bichr BENNANI, Tarik éditions, Marruecos Karim BEN SMAIL, Cérès éditions, Tunisie Pierre BERTRAND, Couleur Livres, Bélgica Isabelle BOURGUEIL, L’Or des fous éditeur, Francia Constanza BRUNET, Marea Editora, Argentina Haroldo CERAVOLO SEREZA, Alameda Casa Editorial y representante del colectivo LIBRE agrupando a 140 editores independientes brasileros, Brasil Indira CHANDRASEKHAR, Tulika Books y representante del colectivo The Independent Publishers’ Distribution Alternatives (IPD Alternatives) agrupando a 8 editores independientes indios, India Gilles COLLEU, Vents d’ailleurs, Francia Élodie COMTOIS, Écosociété, Quebec – Canadá Antoinette CORRÉA, BLD Éditions, Senegal Élisabeth DALDOUL, Elyzad, Túnez Anna DANIELI, Ediciones Trilce, Uruguay Víctor Hugo DE LA FUENTE, Editorial Aún Creemos en los Sueños, Chile Héctor DINSMANN, Libros de la Araucaria, Argentina Serge DONTCHUENG KOUAM, Presses universitaires d’Afrique, Camerún Fatma EL BOUDY, Elain publishing, Egipto Dina EL GHAMRY, Bardi, Egipto Nadia ESSALMI, Yomad, Marruecos Jose Mari ESPARZA, Txalaparta, País Vasco – España Francisco FANTINI, Fundación Gourmet Patagonia, Chile Raúl FIGUEROA SARTI, F&G Editores, Guatemala Sékou FOFANA, Éditions Donniya, Malí Gustavo Mauricio GARCIA ARENAS, Icono Editorial/Códice Producciones, Colombia Araken GOMES RIBEIRO, Contra Capa editora, Brasil Silvia GONZALES, Madriguera y representante del colectivo EIP agrupando a 15 editores independientes peruanos, Perú Müge GURSOY SOKMEN, Metis, Turquía Agnès GYR-UKUNDA, Bakame, Ruanda Samar HADDAD, Atlas publishing, Siria Sofiane HADJADJ, Barzakh, Argelia Pablo HARARI – Ediciones Trilce, Uruguay Susan HAWTHORNE, Spinifex Press, Australia Jutta HEPKE, Vents d’ailleurs, Francia Colleen HIGGS, Modjaji Books, Sudáfrica Déborah HOLTZ, Trilce y representante del colectivo AEMI agrupando a 12 editores independientes mejicanos, México Jafar HOMAEI, Nashre-e Ney, Irán Dorothée Gérard HOUESSOU, Les éditions du Flamboyant, Benín Bridget IMPEY, Jacana Media, Sudáfrica Guido INDIJ, la marca editora y representante del colectivo EDINAR agrupando a editores independientes argentinos, Argentina Yasmin ISSAKA-COUBAGEAT, Graines de Pensées, Togo Aline JABLONKA, Éditions Charles Léopold Mayer, Francia Ivana JINKINGS, Boitempo, Brasil Karine JOSEPH, Éditions du Sirocco, Marruecos Billy KAHORA, Kwani Trust, Kenia Hassan KHALIL, Dar Al Farabi, Líbano Renate KLEIN, Spinifex Press, Australia Hamidou KONATE, Jamana, Malí Octavio KULESZ, Libros del Zorzal et Editorial Teseo, Argentina Béatrice LALINON GBADO, Ruisseaux d’Afrique, Benín Ester LEVINRAD, Jacana Media, Sudáfrica Mical LOROUGNON DREHI, éditions Livre Sud (EDILIS), Costa de Marfil Isabella MARCATTI, Boitempo, Brasil Hamid MEDHIPOUR, Forough Verlag, Alemania – Irán Ritu MENON, Women Unlimited, India Phehello MOFOKENG, Geko publishing, Sudáfrica Anita MOLINO, Il leone verde y representante del colectivo FIDARE agrupando a 104 editores independientes italianos, Italia Pablo MOYA, Ediciones el Milagro, México Nabil MROUEH, Al Intishar, Líbano Jean-Claude NABA, Sankofa & Gurli, Burkina Faso Tinouche NAZMJOU, Naakojaa, Francia – Irán Seydou Nourou NDIAYE, Éditions Papyrus Afrique, Senegal Abdoulaye Fodé NDIONE, Abis éditions, Senegal François NKEME, Ifrikiya, Camerún Carla OLIVEIRA, Orfeu Negro, Portugal Isabelle PIVERT, Éditions du Sextant, Francia José Antonio QUIROGA, Plural Editores, Bolivia Mehdi RAHIMZADEH, Ferdosi, Suecia – Irán Dan RAYMOND-BARKER, New Internationalist, Reino Unido Marie Michèle RAZAFINTSALAMA, Jeunes malgaches y representante del colectivo Afrilivres agrupando a 33 editores de África subsahariana, Madagascar Jean RICHARD, Éditions d’en bas, Suiza Luis Daniel ROCCA, Taller de edición Rocca y representante del colectivo REIC agrupando a 13 editores independientes colombianos, Colombia María José RUIZ VILAS, Txalaparta, País Vasco – España Juan Carlos SÁEZ, JC Sáez Editor, Chili Rodney SAINT-ELOI, Mémoire d’encrier, Quebec – Canadá / Haití Abdulai SILA, Ku Si Mon Editora, Guinea-Bisáu Paulo SLACHEVSKY, Lom Ediciones y representante del colectivo EDIN agrupando a 55 editores chilenos, Chile Aliou SOW, Ganndal, Guinea-Conakry Bernard STEPHAN, Les éditions de l’Atelier, Francia Roger TAVERNIER, Zellige, Francia Abdón UBIDIA, Editorial El Conejo, Ecuador Luis Augusto VACA MELO, Abra Palabra Editores SAS, Colombia Mariana WARTH, Pallas Editora, Brasil Alejandro ZENKER, Ediciones del Ermitaño, México

Organizador de la Asamblea internacional de edición independiente www.alliance-editeurs.org

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