La segunda cuenta pública del Presidente de la República, Gabriel Boric, nos coloca una serie de desafíos que las fuerzas políticas transformadoras de gobierno deben enfrentar en el nuevo periodo. El desafío principal es retomar la capacidad de conducción de la agenda, tanto comunicacional como política, construyendo objetivos que permitan trascender y avanzar en las sentidas demandas del pueblo chileno, las que históricamente han sido las catalizadoras de nuestra praxis cultural y política.
Hoy, habiendo sufrido dos reveses electorales, la cuesta es más alta que al comenzar el gobierno el 11 de marzo de 2022, pero las esperanzas siguen intactas con importantes logros en la agenda de género, seguridad, salarial, reactivación económica y conectividad, lo que significó un aumento en 10 puntos en las encuestas de opinión pública. Con una reforma en marcha tan prioritaria como la tributaria, la cual permitirá elaborar políticas públicas impostergables de forma más holgada, debemos ser capaces como sector político de recuperar y reconstruir la base social, haciendo carne, con sentido y fuerza popular las profundas transformaciones sociales y políticas que millones de personas han demandado históricamente.
Estas lecturas no son nuevas, sino que son propias del Frente Amplio (FA) y que en estructuras orgánicas como Convergencia Social, fueron madurando durante su corta, pero intensa historia dentro de los movimientos sociales y políticos previos a converger y que hoy debemos volver a resentir. Comprendemos que nuestra participación dentro de la institucionalidad es siempre con un píe en las calles, y hoy, haciendo la relectura práctica, este pie no necesariamente debe estar sólo en “las calles”, sino que en el barro, los territorios y la sociedad civil, en aquellos grupos intermedios en donde la ciudadanía se organiza recuperando el fuerte arraigo social que en algún momento fueron conformando la base del FA y sus organizaciones fundantes.
La cuenta pública implica desafíos históricos, con anuncios y compromisos que confiamos que nuestro Presidente logrará materializar con un llamado a la unidad de las izquierdas. Sin embargo nos enfrentamos a una oposición destructiva, quienes egoístamente actúan sin pensar en la ciudadanía, por lo que será difícil avanzar, y donde la organización social y política será clave para poder sentar presión desde los territorios a todos aquellos parlamentarios que con su voto frenen las demandas necesarias para la ciudadanía. Si bien no hemos hecho sentido al electorado en los últimos comicios, estamos convencidos de que las demandas por más y mejores derechos sociales siguen intrínsecas en los pueblos por lo que visibilizando activamente cual es la matriz ideológica y moral de nuestros adversarios, lograremos hacer sentido en la población, presentes y al costado de nuestros vecinos. Como mencionó el Presidente Gabriel Boric, nuestra derrota fue cultural, pero no definitiva.
Saúl Alfredo Sepúlveda Sepúlveda
Cientista Político UC Temuco
Marcos Silva Cornejo
Mg. Ciencias Sociales Aplicadas UFRO, Académico.