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Deudas por arriendo en tiempos de pandemia. Por René Fernández Montt y Francisco Meneses Ponzini

La madre de Evelyn vive en Conchalí. Ella perdió su empleo y se está empezando a atrasar en los arriendos. La crisis sanitaria y las consecuencias económicas que se están enfrentando obligan a priorizar el gasto. Por ello, cuando existen carencias de alimentación y abrigo, no sería conveniente destinar recursos a pagar arriendos. Debido a lo anterior, contactó a uno de nosotros para que hablara con la dueña de la vivienda. Hablamos con ella y accedió amablemente a una rebaja en el valor del arriendo para los próximos meses. Adicionalmente, se le ha comenzado a asesorar en torno a la postulación al subsidio del arriendo.

Sin embargo, no siempre se tiene éxito. Es más, luego del primer caso, a Juanita, otra arrendataria conchalina, se le ofreció lo mismo. Es decir, conversar con la arrendadora y su respuesta nos dejó perplejos, ella prefería no “moverle la jaula” a la dueña, pues mencionó que la dueña de la propiedad tiene negocios ilegales y le temía. La realidad chilena tiene tantos contrastes como diversidad. En este contexto. hay que entender que estas políticas de apoyo a la ciudadanía, como el subsidio al arriendo, son imprescindibles.

El drama sanitario de la crisis del Covid-19 ha sido empujado por la crisis económica para prevenirla. Para poder paliar esta crisis, los gobiernos de distintos países del mundo han implementado diversas medidas económicas para congelar la economía y proteger a la población. Francia, por ejemplo, sorprendió con un anuncio del congelamiento de cuentas de servicios básicos, arriendos e hipotecas. Además, se mantendrían sueldos de los trabajadores.

En Chile no ha habido un anuncio masivo al congelamiento de las cuentas básicas, arriendos y pagos bancarios. En dicho contexto, es atingente mencionar que el proyecto de ley que acaba de aprobarse sobre congelamiento de cuentas no contó con el patrocinio del gobierno, es más, el Ministro del ramo expresó su voluntad de acudir al Tribunal Constitucional para impugnar aquello.

El Gobierno prefirió otro tipo de estrategias, aumentado el crédito, donde las entidades bancarias fueron beneficiadas con una baja en la tasa de política monetaria –que poco se ha traspasado a los clientes- y aumentos de fondos y garantías por parte del gobierno. Pero el problema es que el orden de los factores si altera el producto. Al reducirse las tasas, los ganadores son los bancos. Si estos congelasen los pagos, los ganadores son propietarios y los perdedores los arrendatarios. Mientras los trabajadores chilenos tengan que seguir pagando arriendos y cuentas básicas, estos tendrán que seguir buscando recursos para pagar sus gastos, es decir trabajar.

Pero, además, el des-orden en la forma en que el gobierno ha entregado beneficios y anunciado políticas genera claros ganadores y perdedores en la política pública, que no solo termina siendo ineficiente en su objetivo final de mantener a la población en sus hogares, sino que aumenta la desigualdad beneficiado al sistema bancario y a los dueños de propiedades.

Las crisis económicas siempre generan inequidades, lo que puede ser desastroso en un contexto ya tan desigual como esta angosta faja de tierra, Sin embargo, lo importante es que el gobierno defina e implemente políticas claras y oportunas para disminuirlas y no para acrecentarlas, de tal manera que no sean los trabajadores de Chile los que paguen la crisis.

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