“Iquique es una ciudad con un carácter propio
con una personalidad que pocas localidades tienen
por eso me enamoré en cuanto la conocí…”.
(Óscar de Camargo)
La península de Cavancha es reconocida como un paraíso costero, esto en parte tiene que ver con el color de sus aguas y hermosas playas, destacándose en nuestro país que posee una gran extensión marítima. Iquique esa ciudad que desde el centro nos parece tan lejana, tan poco conocida a pesar de que es una ciudad llena de historia, siendo protagónica desde su fundación. Una identidad pampina se fue cobijando desde el siglo XIX, siempre con una impronta multicultural que trae consigo esa riqueza propia marcada por su desarrollo natural.
Las ciudades y pueblos costeros, rodeados de caletas, son un paraíso gastronómico, fuente de exquisitos frutos de mar que dan la impresión de que llegan de un impulso a los platos. Es un privilegio contar con esos productos frescos que mantienen su sabor expresando el lugar en las preparaciones. Un clásico de la buena comida de esta ciudad del norte grande es ese tesoro gastronómico llamado “El rincón de Cachuperto”, que reúne el apodo familiar que es “Cacho” y otro apodo laboral “Perto” que acompañaron la vida de Rigoberto Maluenda, el Pater familia que está detrás de esta historia de amor de Norma Dueñas, quien se instaló con quiosco de empanadas que se llamaba “Doña Filomena”, un pequeño lugar creado a pulso. Hoy el éxito de este lugar de comidas está en los hombros de sus hijos Rigoberto y Paulina Maluenda Dueñas que con bastante trabajo han logrado establecerse como un lugar de referencia que goza de un buen reconocimiento.
A este rincón se llega por dato o por azar, es un lugar que se distingue por que siempre tiene clientela en sus mesas llegándose en ocasiones a hacer filas, lo que da la impresión de que en este lugar se asiste a un rito con su respectiva peregrinación, así que hay que ir con paciencia de lugareño o de turista, es una espera que vale la pena dada las distintas opciones de comida y sus exquisitas preparaciones, entres las más destacadas aparecen las empanadas de variadas alternativas como la champiñón queso, caprese, camarón queso, ostión queso, y otras más sofisticadas entre ellas las de erizo o pulpo; una masa delgada u crujiente en las que va apareciendo ese exquisito sabor de los frutos del mar. En los platos de fondo se destaca el pastel de jaivas y las distintas preparaciones de pescados, entre los cuales se recomienda algunos peces de rocas y aquellos que son más conocidos en el norte. Se puede acompañar con Carmenere Sour o sangría y son imperdibles los piscos sour que son hechos con picya que es un destilado del oasis de Pica con limón, naranja o guayaba, entre algunas frutas, sello que lo impone un calificado bartender.
“El Rincón de Cachuperto” tiene esa impronta de picada en donde se encuentran bien combinadas la esencia de las caletas con la elegancia de un restaurante internacional, sin perder la autenticidad de lo rústico con una imagen genuina del norte. Pasear por Cavancha disfrutando de una buena comida es una acción que permite conocer parte de nuestro Chile, a veces olvidado por las visiones centralistas que homogenizan nuestra forma de ser.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra
