Nuestra gastronomía se encuentra hoy en un nivel de desarrollo y evolución nos permite una recuperación de sabores propios, escapando de estandarizaciones que son parte de la comida internacional. Una de nuestras potencias alimentarias está en el consumo de los frutos provenientes del mar como bien lo han entendido varios de los mejores cocineros que brillan en la escena culinaria contemporánea. En esta valorización de la cocina centrada en los productos del mar uno de los enfoques más nobles es la recuperación del sabor de las caletas, esos mercados de comida típica que encontramos a los largo de toda nuestra costa caracterizadas por entregar un alimento que aporta un golpe de mar con sabores intensos altamente nutritivos.
“El Ancla” es uno de los restoranes que ha alcanzado un gran reconocimiento por los fanáticos de los pescados y mariscos consolidando una de las mejores propuestas gastronómicas del país. En Santiago tiene varias sucursales, una en Providencia en una hermosa casona, otra en Chicureo haciéndose parte de la extensión de los márgenes de la ciudad, y otra, quizá la más emblemática en la comuna de La Cisterna rodeando al popular terminal pesquero en las zona sur periférica, la familia Bustos dueños de estos templos que tributan la comida del mar conocieron el oficio operando uno de los puestos de este lugar. La experiencia con que cuentan en el oficio les permite ser una de las voces más autorizadas en esta especialidad desde esa sabiduría que toma conciencia de la riqueza de este tipo de comida.
En los distintos lugares con que cuentan se encuentran siempre mariscos frescos provenientes de impecables piscinas que se encuentran a la vista integradas a los comedores. La experiencia gastronómica que aporta el local de La Cisterna es una propuesta única, instalada en un espacio urbano periférico que posee un gran estacionamiento, con varios salones, una hermosa barra y una terraza bien protegida para la tranquilidad, dado que es como un oasis todavía sólo conocido por no muchas personas que le son fieles. Es un buen lugar para los capitalinos o para quienes van de paso, tiene un expedito acceso, ya que está conectado con Américo Vespucio Sur (el principal anillo vial de Santiago) y cercano a la ruta norte sur (la principal arteria que conecta al país).
La dedicación y cariño que han puesto sus propietarios, marcando un impulso que le dan Mauricio y Gabriel es notorio. Los comedores se destacan por una hermosa ambientación, a ratos con una estética que nos recuerda parte de la pasión decorativa del poeta Pablo Neruda. Los frutos de mar con notable frescura: almejas, machas, piures, ostras, langostas y la gran variedad de pescados. Preparaciones clásicas al ajillo, al pilpil, parmesanas tan demandadas en nuestra cocina popular. Una cocina adecuada a las estaciones del año en donde destacan los locos, erizos y los puyes. Mención aparte merecen los puyes dado que quedan pocos días del pequeño periodo en el que se pueden disfrutar. Para los maridajes imperdibles los piscos sour y una carta de vinos que considera opciones para los bolsillos, ofreciendo alternativas de muy buena calidad, servidos siempre a la temperatura requerida.
Destaca el compromiso en el servicio considerando que entre los integrantes del equipo aparece una clara identidad amorosa con el lugar, así lo testimonian con emoción el relato de Luis Abanto, encargado de los estacionamientos dando una cariñosa acogida, la administración de Rubén Rodríguez y el servicio de Kevin Caruz y Cristina Garay, entre otros. Así es “El Ancla” de La Cisterna un hermoso y cálido lugar que entrega una comida de calidad, de las mejores de Chile ubicado en la periferia urbana. Un lugar que nos invita a viajar transitando la ciudad y desde los sabores hacia la caleta. Su trayectoria, su historia y su excelencia les otorga la categoría de ser uno de los notables hitos gastronómicos conformando una genuina alternativa difícil de comparar dado su sello único que siempre busca la satisfacción de los comensales en sus mesas.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudio Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra