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El currículo criminal de la familia Krasnoff. Por Miguel Lawner

El año 2011, Cristián Labbé, alcalde de Providencia en esa época, programó un homenaje al ex coronel Miguel Krasnoff Marchenko, evento frustrado por la protesta de vecinos y familiares de las víctimas de la dictadura.

En esa época, Krasnoff estaba preso y sumaba condenas por cerca de 100 años. Ahora, nuevos procesos han elevado esta cifra a 600 años. Se trata del más cruel y sanguinario de los criminales que implantaron el terror en nuestro país durante los años de la dictadura cívico militar.

Recordemos solo el caso de Diana Arón, joven periodista militante del MIR, que se encontraba embarazada cuando fue detenida en noviembre de 1974 por el agente de la Dina Osvaldo Romo, quién le disparó por la espalda cuando intentaba huir. Malherida, Diana fue llevada al Cuartel Terranova, actual Villa Grimaldi, donde fue cruelmente torturada por Miguel Krassnoff, hecho ratificado en sus declaraciones a los Tribunales de Justicia, por varios agentes de la DINA

El propio Osvaldo Romo declaró lo siguiente ante el Juez que lo juzgaba: “Diana fue ultimada por el capitán Krassnoff cuando ya no podía sacarle ninguna declaración. Krassnoff la agredió con tal brutalidad que le produjo una hemorragia, que todo el suelo quedó con un charco de sangre, que debe haber sido parte del feto que perdió por culpa de los apremios… Lo que más me impactó fue que Krassnoff salió de la sala de tortura con las manos ensangrentadas gritando: Además de marxista, la conchesumadre es judía, hay que matarla. Nosotros la asesinamos”, son las palabras textuales de Romo. Después de este evento, el rastro de Diana Arón se pierde completamente. ([1])

El Ejército de Chile no puede ignorar esta situación. El acto celebrado días atrás en terrenos de la Escuela militar, es un agravio inaceptable para los familiares de las víctimas. Pero, además, es una afrenta a nuestra memoria histórica.

Es como si en Alemania se permitiera rendir homenaje hoy día a Hitler o a Goebbels. Cabe suponer que la maya curricular de educación en la Escuela Militar de Chile, no incluye este período negro en la historia de nuestro Ejército, porque de otra manera resulta inexplicable haber autorizado dicha ceremonia, con la participación del hijo de un condenado por crímenes de lesa humanidad, que leyó un texto preparado expresamente.

¿Podemos aceptar que los futuros oficiales de nuestro ejército continúen siendo formados en la doctrina del enemigo interno?

Es necesario recordar que la familia Krasnoff acumula un historial racista y criminal extendido a lo largo de cuatro generaciones, que salió a luz gracias a una carta enviada al diario La Segunda por el abogado ex Presidente de la Comunidad Judía en Chile, Gabriel Zaliansky, refutando declaraciones formuladas por Alfonso Márquez de la Plata, ex ministro de Pinochet, quién justificó el acto propiciado por Labbé el año 2011, al declarar al vespertino La Segunda lo siguiente: “el condenado ex coronel Miguel Kasnoff Marchenko es descendiente de famosos cosacos. Su abuelo y su padre fueron colgados en la Plaza Roja por combatir el comunismo”.

El abogado Zaliansky dejó las cosas en su lugar, al afirmar que: “ la verdad histórica exige una importante rectificación. Su abuelo Piotr Krasnow fue un criminal de guerra que dirigió a los Cosacos del Don, en Ucrania, siendo responsable de numerosas matanzas —pogromos— en contra de los habitantes judíos de esas zonas. Junto a otros criminales cosacos, como Semeon Petlura, condujeron —entre 1918 y 1920— más de 1.300 pogromos asesinando a cerca de 150 mil judíos. Entre estas masacres destacan las de Kiev, Sarny, Ovruc, Tetiev, Cherkowsky y Proskurov. En esta última fueron asesinados 1.600 judíos ucranianos, entre ellos toda la familia de mi abuelo paterno, quien emigró a Sudamérica como único sobreviviente de aquella sangrienta orgía antisemita”.

“Con el advenimiento de Hitler al poder, y particularmente con ocasión de la invasión nazi a la ex Unión Soviética, Piotr Krasnow, en su calidad de líder cosaco, acuerda la incorporación de unidades cosacas al bando alemán, organizando la 1ª División de Caballería cosaca del Ejército Alemán, a cargo del general Helmuth Von Pannwitz. Entre dichos soldados se encontraba precisamente el padre del coronel (r) Miguel Krassnoff, Semeon Krasnow. En el año 1944 la mayor parte de estos soldados se incorporan a las sanguinarias Waffen SS, las tropas de élite de Hitler, a cargo de la implementación del genocidio contra el pueblo judío”.

“Al término de la Segunda Guerra Mundial, tanto Piotr como su hijo Semeon Krasnow se entregan al ejército inglés, el que, en cumplimiento de los acuerdos de Yalta, los envía junto a otros prisioneros de guerra a la ex Unión Soviética para su juzgamiento”. “Tanto el abuelo como el padre del coronel (R) Krassnoff son enjuiciados por crímenes de guerra, traición a la patria y colaboración con el enemigo, siendo condenados por el Tribunal Supremo de la URSS a la pena de muerte y ejecutados en definitiva por fusilamiento —no colgados— en el patio de la Cárcel de Lefortovo —y no en la Plaza Roja— en enero del 1947”. ([2])

La humanidad vive horas que recuerdan los años treinta del siglo pasado, cuando la crisis económica desatada en Europa tras la caída de la Bolsa de Nueva York en 1929, permitió el ascenso al poder de regímenes fascistas que llevaron a la Segunda Guerra Mundial, con las catastróficas consecuencias dejadas por ese conflicto, que llevó a la creación de las Naciones Unidas en 1947 y a la Declaración Universal de los Derechos Humanos formulada un año más tarde.

También en Chile, surgen ahora iniciativas destinadas a ignorar las conquistas alcanzadas en materia de DDHH, como es el hecho de que una Sala de la Corte Suprema haya conmutado sus penas a tres reos culpables de delitos de lesa humanidad. Por otra parte, el Presidente Sebastián Piñera y algunos de sus ministros, suelen emitir declaraciones negacionistas o esgrimen el argumento del contexto, para justificar atrocidades injustificables en cualquier contexto.

No podemos engañarnos. Los grandes poderes económicos y las corporaciones transnacionales que ayer impulsaron el golpe militar en Chile, no vacilarían en apoyar un nuevo asalto a la democracia. El fascismo ha retomado fuerza, como consecuencia del cuadro internacional y de la dispersión de las fuerzas progresistas en Chile. Es un deber unirnos para defender las conquistas alcanzadas en materia de Derechos Humanos, Sociales y Políticos.

El episodio ocurrido con el homenaje rendido por el Ejército al más cruel de los criminales conocidos en la historia de Chile, es una voz de alerta que sería imperdonable ignorar.

18.10.2018

Miguel Lawner

[1].- Diana Aron Svigilsky en http://www.memoriaviva.com/Desaparecidos/D-A/aro-svi.htm

[2] La Segunda. Lunes 21 de noviembre de 2011.

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