Uno de los ámbitos del Neuromarketing refiere a la sensación de agrado y felicidad luego de realizar una compra beneficiosa, cuya emoción da cuenta de sacar un mayor valor a alguna transacción, donde se congrega el precio, la calidad y las expectativas.
Es así como un producto sea o no novedoso, debe acompañarse con un proceso personalizado, es decir, puede ser similar a otro, sin embargo, detrás de ese artefacto hay una marca, detrás la marca hay un concepto, una imagen, una estética y una ideología que simboliza el éxito. Es decir, un valor agregado que entrega el producto más allá del precio y de la calidad, por tanto, el pago refiere a todos estos componentes que se dinamizan para entregar al/la cliente/a la sensación de una transacción justa, respetuosa y acompañada.
La marca intenta traspasar comunicacionalmente lo implícito y el valor social del estatus. Es acá donde la innovación de cómo presentar el producto es un eje central, esto se conjuga con el valor agregado del servicio al cliente, el buen trato, la comodidad, la atención especializada y personalizada, con la consecuente y oportunas soluciones. Entonces este proceso de compra agradable se materializa en todo el proceso, en pre y pros venta, retracto de la compra, devolución de dinero, entre otros, transmite la idea de beneficio y sensación de seguridad.
Esa sensación agradable que conlleva la compra genera tranquilidad, aun cuando en muchas ocasiones se paga un valor más alto por la confianza que se tiene de la marca o del comercio donde se compra, lo anterior se manifiesta en la sensación corporal y mental de conformidad porque se ha realizado una compra inteligente.
Los componentes desplegados que agregan valor a la compra tienen el efecto de connotar que la transacción fue justa y que supera las expectativas más allá del producto, puesto que detrás del marketing siempre se esconde una racionalidad, por tanto, el componente ético constituye una condición fundamental.
Lo anterior puede llevar a algo engañoso, puesto que la marca intenta traspasar lo evidente, por tanto, la procedencia del producto es importante, porque aun cuando el producto sea indio, chino, suizo o nacional, suele embellecerse para parecer algo que no es, por eso el respeto a la venta y transacción es un imperativo para no faltar a la verdad, aun cuando se intente sacar el máximo de provecho al producto.
A propósito de lo ético, sabemos también que hay países donde existe la esclavitud en el trabajo de niñas, niñas, mujeres en calidad subhumanas o de precariedad laboral, entonces, debe existir el respeto de las personas que participan en todo el proceso productivo.
La responsabilidad social del comercio debe ser inherente a quienes diseñan las leyes de mercado y desplegarse en la formación profesional y en las empresas con sello de compromiso con la calidad, de tal modo, que la transacción sea justa, confiable, segura y que permanezca en el tiempo.
Nicolás Ahumada Brito.
Ingeniero © en comercio internacional
PERGOLUX