Los escritores sabemos que en cada frase, en cada personaje, en cada suceso hay una parte del autor. En algunos casos se nota, en otros está camuflado.
Ahí cobran vida deseos, frustraciones, sueños locos, ilusiones, miedos, conflictos soterrados. Escribir es parte sustancial de una terapia o de un camino de crecimiento. En estos cuentos ello se deja ver, porque muchos de sus personajes son médicos – su profesión base – y no solo se reiteran imágenes, sino también ansiedades, preferencias y algunos de los temores que hombres y mujeres van dejando en evidencia sobre el papel.
El autor usa la pluma con la profundidad y agudeza del bisturí, describe con precisión lugares y ambientes, nos sitúa en los dramas de sus personajes con singular precisión y detallado relato, de intenso realismo. El final parece carecer de importancia, pues se diluye tal como muchas veces pasa con la realidad, cuando, en medio de una situación límite, se presentan desenlaces que carecen del dramatismo que podríamos esperar. A los ojos de este escritor la vida simplemente “es” y las grandes aspiraciones van quedando en el camino, porque cada uno vive su propia realidad, aunque – como sucede en “Centímetros Cúbicos”, el mejor de sus cuentos – todos terminen encontrándose en una dimensión inesperada.
Un libro de Simplemente Editores
Jaime Hales
Escritor