El Barrio Matta Sur se ha convertido en un referente gastronómico reuniendo varias alternativas de comidas de distintas procedencias geográficas algo así como una Torre de Babel qué reúne múltiples lenguajes culinarios. Parte de la “nueva cocina chilena” que viene siendo reconocida por especialistas nacionales e internacionales destacan a este barrio como parte de una trayectoria ineludible para el buen comer. La Pulpería Santa Elvira es un referente urbano que potencia notablemente elementos de nuestra tradición culinaria con atención centrada en la calidad de la comida.
Merece la pena destacar el diseño de este lugar dado que logra ser un lugar acogedor para entregarse al placer del ocio compartiendo alimentos. Aportando a recuperar ese rito de sentarse a la mesa para disfrutar del placer del comer animando una amena tertulia con esa ternura de compartir los alimentos. Los detalles están puestos en el interior y no hacia el exterior, entrar a esta pulpería es como un viaje a la memoria de un ambiente casero que resiste los artificios de la modernización, en este lugar no importa esa fetichización de exhibirse comiendo en una vitrina para transeúntes. Aquí lo importante es sentarse a la mesa, al lado de un prójimo y disfrutar los sabores novedosos que recuperan la cocina tradicional chilena. Esto lo noté en la sopa de almejas y mis contertulios en el conejo, las mollejas, la lengua, incluso en las opciones no carnívoras, ya que aparece el sabor vinculado a nuestra tierra. La comida siempre está orientada a lo natural y orgánico por eso es que la carta queda determinada por la estación del año en la que estemos.
En Pulpería Santa Elvira los detalles importan siempre a beneficio de potenciar el buen comer. La experiencia y sabiduría de Javier Avilés ha sido fiel a una visión que aporta a nuestra cultura desde una propuesta de cocina de autor con esa pretensión de compartir eso que bien sabe expresar desde su sensibilidad donando ese encuentro con los sabores. Quien llegue a estas mesas podrá comprender mejor que por palabras esto que estoy tratando de representar. Una de las nuevas posibilidades que permiten este encuentro a los sibaritas es “la mesa del pellejo” que ofrece la oportunidad de degustar varias preparaciones a la vez.
Cierro la nota destacando los aspectos patrimoniales más allá de los sabores, ya que Pulpería Santa Elvira no deja al azar lo conceptual. Lo que quiero decir es que la experiencia de los sabores se ve enriquecida, en este caso, con la valoración por la historia. Esto es claro en el mensaje comunicacional que podemos observar con la recuperación de un imaginario proveniente desde el siglo XIX, como lo es la existencia de las pulperías ligadas a una historia económica social, lo mismo la expresión “mesa del pellejo”. Como decía unas líneas arriba, en este espacio urbano los detalles importan, por eso es que estos conceptos aportan a una retórica patrimonial que nos permite un encuentro con la historia.
Alex Ibarra Peña
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra