Apreciamos como la ciudadanía más allá de los actos escandalosos, vuelve a apostar por la democracia y con ello, validar esta forma de gobierno a través de las instancias que nuestro sistema ha definido.
El pasado domingo 24 de noviembre en nuestro país se realizó la segunda vuelta de Gobernadores en 11 regiones del país. Más allá de los resultados que al parecer dejaron contentos al oficialismo y a la oposición, quisiera destacar el proceso que una vez más nos enorgullece como chilenos y chilenas. Este planteamiento, necesariamente positivo para los tiempos que corren, se basa en los siguientes argumentos:
1) La valorada rapidez en la entrega de los resultados por parte del SERVEL[1]. Nuevamente, nuestros reconocimientos a las y los vocales que cumplieron con compromiso y esmero su cometido tanto en esta jornada, como en la primera vuelta realizada los días 26 y 27 de octubre del año en curso.
2) La cantidad de 11,7 millones de ciudadanas y ciudadanos[2] que se movilizaron a expresar libremente su voto y con ello, sus anhelos y esperanzas, para nuestra sociedad en los diferentes espacios donde nos ha correspondido manifestarnos recientemente; comunas, a nivel regional y sus respectivos consejos. En relación a los votos nulos y blancos el SERVEL reportó 1.233.710 lo que representó un 10.5% del total de votos emitidos durante la jornada[3].
3) A propósito de la convocatoria, destacar la vuelta al voto obligatorio, si queremos cuidar y fortalecer nuestra democracia, la obligatoriedad ha sido un factor que ha sumado sin duda alguna. Y, lo más importante,
4) Estos últimos meses hemos sido testigos de situaciones y hechos de corrupción que nos avergüenzan en las distintas esferas del poder y de las instituciones de nuestro país. No obstante, apreciamos como la ciudadanía más allá de estos actos escandalosos, vuelve a apostar por la democracia y con ello, validar esta forma de gobierno a través de las instancias que nuestro sistema ha definido, me refiero a los actos electorales donde se concreta la ilusión que todos y todas somos iguales y podemos expresarnos en las mismas condiciones olvidándonos – sólo por unas horas – de nuestras diferencias de clase, ideología política, adscripción religiosa y otras.
De esta forma, y volviendo al título de esta columna, las elecciones de este año nos permiten ver el vaso medio lleno (y no medio vacío) a pesar de los hechos y situaciones que están ocurriendo en el país y en donde esperamos no solamente que las instituciones funcionen, sino que lo hagan con celeridad y justicia, dando las señales correctas para un sistema que subsiste no a pesar, sino que, gracias a los y las ciudadanas que confían en su democracia más allá de las autoridades y los problemas de turno. Esto lo hacen porque ven en la democracia y sus ritos una posibilidad real y concreta de cambiar – o al menos soñar - su realidad y optar a un mayor bienestar y calidad de vida.
[1] Para el Mostrador se trató de “Una jornada tranquila y con resultados muy temprano. A las 20 horas ya se habían resuelto todas las disputas”. Más información en https://www.elmostrador.cl/noticias/multimedia/2024/11/25/segunda-vuelta-gobernadores-triunfos-de-claudio-orrego-giacaman-y-mundaca-marcan-contienda/ consultada el 25 de noviembre de 2024.
[2] Según datos del SERVEL el total de votantes fue de 11.752.754 personas. Más información en https://eleccionesgore.servel.cl/ consultada el 25 de noviembre de 2024.
[3] Para más detalles ver en: https://www.emol.com/noticias/Nacional/2024/11/25/1149454/elecciones-gobernadores-votos-nulos-blancos.html consultada el 25 de noviembre de 2024.
Dr. Julio González Candia
Dr. en Procesos Sociales y Políticos en América Latina
Académico
Depto. de Tecnologías de Gestión - Facultad Tecnológica
Universidad de Santiago de Chile
julio.gonzalez@usach.cl
Santiago, noviembre 26 de 2024
