A Gabriel Salazar y la dignidad de su existir.
En la memoria de la comunidad entera se cobija el pulso de la voz de un patrimonio vivo que no para de aportar noticias y comentarios que condimentan el cotidiano de los días en el transito esperanzador de nuestra comunidad. Eloy Ojeda y su métrica cariñosa, gentil y humilde. Esa misma que fue negada por decreto en los primeros meses de la administración de lo posible.
Recuerdo, como ya es costumbre el carácter incomprensible de los argumentos que lo vinculaban con la administración de Ricardo Peña y que nos prohibía desde la DIDECO y Cultura, contratar al querido Eloy en las actividades de la naciente administración municipal, pues el virreinato no quería esa voz que nunca había establecido las necesarias definiciones en lo “político” en el círculo del aguilucho. De estas formas ya sabemos bastante, es cosa de revisar la declaración reciente de Gabriel Salazar (gestor cultural) y su desvinculación bajo argumentos aberrantes asociados a la deslealtad y la obligatoriedad de entender que el trabajo este subordinado al apoyo político de una autoridad cuestionada por los órganos contralores del país.
Mas allá de las prácticas antidemocráticas y discriminadoras a los que nos tiene acostumbrados la administración de lo posible, Eloy prevalece sereno y gentil, con la alegría y la dignidad de muchos de nosotros que hemos optado legítimamente, sin rabia y sin ocultarnos bajo seudónimos animados nuestra desilusión y nuestra legitima decisión de levantar un camino nuevo para Loncoche y su comunidad.
Que alegría observar que las nuevas generaciones que intentan abrirse camino en esta cancha hostil de lo político recuperen sin miedo y con dignidad el valor patrimonial de personas como Eloy Ojeda y su relato patrimonial. Gracias Eduardo Bestias por tu valentía y por tu vocación de disponer tu presente en la construcción de un nuevo desafío. Gracias Gabriel Salazar por sostener como me dijiste tu “cabeza en alto”, gracias Eloy Ojeda por tu aporte incalculable y honesto.
Junto a ustedes y con el apoyo de la comunidad construimos alternativa que suma alegría, esperanza y ganas de que Loncoche se atreva a transitar por un camino nuevo. Son tantos los “ex” amigos y compañeros que ya no están con nosotros, pese a que conservamos con cariño y paciencia los registros y l requerimientos de las conversaciones que dieron origen a la desilusión de lo posible.
Seguimos en un camino nuevo.
Marco Silva Cornejo
Académico Araucanía y los Ríos.