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Es muy duro vivir el presente y la situación de los 50 años. Impresiones de Ximena Valdés

Lo que ocurre hoy en este país es como habitar un lugar entre comedia y tragedia o una mezcla entre estas dos palabras. Un lugar Sin Limites como diría Jose Donoso.

Así, un proceso que debiera tener alguna escala para medir lo importante y lo superfluo como es la elaboración de la Constitución de la República se encuentra entrabado en una estupidez de marca mayor como es el debate de incluir o no en la Constitución el rodeo como deporte nacional. ¿Cuándo se ha visto tamaña tontera en la elaboración de una Carta fundamental...?

Esto solo se entiende desde las nostalgias de los patrones de fundo que contaban con una serie de hombres leales y montados a caballo para esas fiestas sumamente patrióticas de arreo de novillos que requerían de marcas a fuego con las señas de sus propietarios y la masculinidad rural se lucía aplastando a esas pobres bestias para lucir a patrones, capataces, y toda una gama de obedientes subordinados en sus hazañas primitivas que ya no se sostienen entre gente civilizada. En eso estamos en Chile hoy.

Luego muere Guillermo Teillier dirigente máximo del PC, se decreta duelo de dos días por el gobierno y los defensores del rodeo y otras barbaridades de hombrecitos patriotas alegan a raíz del apoyo de Teillier al atentado a Pinochet. Tal como si el dictador (asesino pero además traidor y ladrón) hubiese sido el ángel protector de las bondades de este mundo. No se puede creer que hayan levantado cabeza esos seres fascistas que estaban tan guardados y callados en sus barrios precordilleranos.

No se puede creer lo que ocurre en este país.

A esto se agrega que después de 50 años se condena a los asesinos de Víctor Jara, (cuya barbarie es difícil de encontrar); siniestros miembros de las Fuerzas Armadas que debieran avergonzar a dicha institución, y resulta que uno de estos ejemplares de la barbarie militar se pega un tiro para no irse a la cárcel. Así se construyen los valientes soldados de la patria.

No se puede creer todo esto que ocurre hoy en Chile. Habitamos un país que marcha al despeñadero tal como si el sentido común se hubiera transformado en un bien escaso, la media del coeficiente intelectual se ha ido al piso y nos encontramos en un escenario de oscurantismo, regresión cultural y política demasiado peligroso para no asombrarse de una inconcebible vuelta atrás.

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