"Nadie es feliz durante toda su vida".
(Eurípides)
Parte del origen del teatro en la cultura occidental se encuentra en las grandes tragedias griegas, escritas por Eurípides y Sófocles. Ambos son considerados poetas, es decir creadores de una realidad no sólo de la ficción, la "poiesis" es un acto siempre creativo, aunque la existencia nos parezca siempre una repetición de lo mismo, a veces tan apartada de la novedad sin escapatoria frente al destino, como si nos tocara representar siempre la misma escena.
"Los ojos de Lena" es la obra que cierra la trilogía que la compañía de teatro La Provincia encabezada por Rodrigo Pérez junto con la dramaturga Leyla Selman, en esta oportunidad con un elenco formado por Catalina Saavedra, Francisca Márquez, Marco Rebolledo, Jaime Leiva, Francisco Ossa y el músico Guillermo Ugalde. Una trilogía que interpela el sentido de seguir haciendo teatro en un contexto en que la producción de cultura es escasamente valorada.
En esta puesta en escena aparece la rebelión de los actores que dejan la representación de una obra de teatro clásica, generando el motín para realizar una acción colectiva que tenga más sentido, en este caso, una suerte de sesión que permita la comunicación con el espíritu de la joven Lena una de las víctimas de los crímenes del asesino y psicópata ruso Andrei Chikatilo, que busca expresarse por extraños hechos por medio de Catalina Saavedra desde el estreno de Los Perros en el Teatro de la UC en el 2012. La liberación ayudaría a superar la tristeza que envuelve a la conocida actriz chilena durante todos estos años.
La música que acompaña a los distintos diálogos que van sucediendo es fundamental en el desarrollo de la obra, sorprendentes son los coros que van apareciendo en distintos momentos, esos coros que nos ponen en el escenario el modo clásico en que se representaban las tragedias de los griegos. Como el resto de las obras de la trilogía las referencias a la tradición del teatro clásico son evidentes, interpelando desde ahí lo que podríamos llamar el teatro actual que no puede escapar a la representación de nuestro propio destino trágico que al igual que Lena carga con las desapariciones de la dictadura, en el reino de la impunidad no nos queda más que aceptar que "en este papel yace Lena aquí muere el teatro" condenado a sus escenas.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra