En kioscos: Noviembre 2025
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

Estuario de la nostalgia de Cecilia Winett, por Hans Schuster

Estuario de la nostalgia de Cecilia Winett, Ventana Abierta Editores poesía Stella Díaz Varín, Santiago de Chile, primera edición, diciembre 2024. 62 páginas.

En general la noción de estuario dice relación con una zona costera en la que un río de agua dulce se encuentra con el mar, creando así una concentración de agua salobre donde se mezclan las aguas con diferentes salinidades, y a menudo el estuario tiene forma de embudo mientras las aguas se fusionan entre mareas. Si bien el término tiene una clara definición geográfica, su significado puede ser extendido filosóficamente para representar lugares de transición, mezcla de opuestos y zonas de gran riqueza y dinamismo. Aunque geográficamente, se delimita por la confluencia de un río con el océano, formando una zona de transformación entre tierra y mar, con formas variadas que pueden ir desde extensas bahías hasta estrechas ensenadas. Literariamente, el término evoca imágenes de innovación, mezcla y conexión entre mundos distintos, lo dulce con lo salado, la tierra con el mar, de allí que se asocie con la diversidad de vida, espacios para el desove, la crianza y desarrollo de variadas especies cuya la abundancia contribuyó al desarrollo de civilizaciones e importantes ciudades en el borde de un cuerpo de agua costero parcialmente cerrado donde se mezclan las aguas saladas del mar por la influencia de las mareas y el clima, además de ser una zona de transición donde las aguas crean gradientes de salinidad y son uno de los ecosistemas más productivos del planeta, albergando una gran diversidad de flora y fauna. En un sentido más amplio, literariamente su significado apunta a la transición y conexión en la unión de dos mundos o estados diferentes, etimologícamente la palabra "estuario" deriva del latín aestuarium, que significa "lugar de olas agitadas", relacionado con aestus que significa marea, oleaje o incluso calor, lo que refuerza la idea de movimiento y vitalidad incorporada a estos lugares. Históricamente, diversas civilizaciones y ciudades han florecido en estuarios debido a su riqueza de recursos y su importancia comercial, como Londres (río Támesis), Montreal (río San Lorenzo) y Nueva York (río Hudson), y hermosas ciudades como Flesinga, Róterdam y Den Helder en los Países Bajos. Filosóficamente, se entienden como puntos de fusión, en la metáfora del encuentro donde convergen y se fusionan diferentes elementos o ideas, representando la confluencia de lo diferente y la creación de algo nuevo a partir de la mezcla, al tiempo que también se entiende como adaptabilidad, como una representación de la vida misma y la evolución, del mismo modo que suele ser interpretado como un símbolo de la fertilidad, el sustento y la abundancia que emanan de la interacción de opuestos.

Estuario de la nostalgia, es una gran metáfora amatoria en su canasto de humedad tibia por donde se escurren los pedacitos de piel recién cortada bajo las uñas, o apretada en su moretón de sueños y la saliva cae en la cuenta de los besos que faltan para sentir más susurros mientras se balancea el canasto y se desploman por los intersticios otras sílabas que no alcanzan a componerse en palabras o son palabras a medias y esas medias palabras aumentan el regocijo y se juntan con los deseos y se zangolotean porque que les brillan los ojos envenenados de lujuria y cansancio como si fueran muchas las primaveras de insomnio y reaparece ese escote pispireto mientras te agachas para mover el canasto la compulsión es más fina y se estrella el horizonte entre pezones desvelados que quieren hacer cantar el gallo, y todo se llena de chilenismos cuequeros falsos, porque nadie zapatea en la fonda del olvido, sólo en la nostalgia hay un aro, aro y el pañuelo no alcanza a secar el sudor desnudo a poto pelado, la cueca es otra condición de los amantes, pero no se trata de caprichos ni de cariño malo, se trata de acariciar lo se cubre con la ropa interior colgada en el horizonte de la dicha y la poesía es otra línea aunque afiebrada y latiendo al ritmo de la sangre que gotea su desnudez de superficie mientras se duda por la duda que existe como si un par de volcanes estuvieran cambiando los muebles y un remolino de magma abrazara los cuerpos insaciables y ardiendo en su falda que se desprende con la mirada que entibia también la soledad.Como bien dice Horacio Eloy en la introducción y en la contratapa; “Un libro, un estuario que avanza página tras página con su torrente de palabras abriendo senderos, dejando fluir en sus trazos la energía de Eros, la energía del amor que ilumina las sombras de un mundo corroído por el consumismo y el mercado tecnocrático”. Y es que Eros se sonroja en la complicidad del trapecio con lenguas que se besan estando muertas, porque el amor era un antojo, un rescoldo de esquina que hace sentir los cuerpos en apretones desprevenidos como si los olores zafaran el pudor y la humedad quedara dibujada entre los muslos de un poema que atrae a sus abejas como si fuera un ulmo, y hay una hoja envejecida que cruje de cansancio en mala posición porque el amor le resquebrajo los bordes y ahora la ilusión gotea su cariño en fuga y luego vendrán los altibajos, escenas disfuncionales con los labios pintados en sangre, y ahora son los propios querubines los que se atraviesan con sus arcos y ballestas, pero no pueden con los calambres y es inútil el pánico, porque se agrietan los caminos con el tiempo, y el pelo se ve mojado, tal vez por sudor de sed insaciable o sólo porque la realidad cae en picada, a media distancia del Big Bang y todo es casual en el espacio tiempo como un beso de tsunami en la frente que se llena de gitanos y vuelves a creer en la suerte, y te persignas antes de salir al universo para que no sea un sacerdote católico el que viole otros principios como infantes en el altar de lágrimas o lo que hacen los rabinos que se untan con sangre de niños palestinos los rulos y esos peyot o payot ortodoxos o jasídicos, que les cuelgan por los costados y todo es amor a Dios y odio a cortar los lazos de un amor perverso que une todo en su infinito cansancio de llovizna misteriosa.

Hoy por hoy ya no hay convergencia para el apoyo de los estadounidenses en las acciones militares de Israel en Gaza, los demócratas pro-Israel y a algunos de los aliados de larga data advierten a Trump de que el apoyo a Israel podría dañar permanentemente la reputación de los Estados Unidos, como si el tarifaso arancelario que entro en vigencia ayer primero de agosto no sea una pérdida de confianza en los mercados, en la palabra empeñada con los no tan antiguos acuerdos de libre comercio, que de libre ahora sólo tienen una sola contraparte arancelaria y se sabe que terminaran pagando los aumentos los propios norteamericanos, mientras los desconfiados ex socios buscan nuevos mercados, que a la larga terminaran por fortalecer los lazos asiáticos y el imperio caerá estrepitosamente con una baja considerable entre los fabricantes de automóviles, las aerolíneas y los importadores de bienes de consumo quienes serán los más afectados por las amenazas arancelarias, sumada a la significativa baja en turismo, la pérdida de mano de obra en el agro, los servicios y las empresas constructoras, debido a las expulsiones y violentas razias anti migrantes, pero la guinda de la torta es la intromisión en la política interna de Brasil, al aumentar el tarifaso en venganza por el juicio a Bolsonaro quien replicó el estilo Tramp para la revuelta anti constitucional y apoderarse del capitolio, mientras Bolsonaro y su familia conspiraba para dar un golpe de Estado. Matices de quienes se dicen demócratas o libertarios, pero ante la pérdida de poder no son capaces de aceptar la soberanía popular. Algo similar a la condena del expresidente colombiano Álvaro Uribe a una pena de 12 años que deberá cumplir en prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, de la cual apelará, aunque su acercamiento y protección a los grupos paramilitares que desangraron a Colombia durante su gobierno desde el 7 de agosto de 2002 - 7 de agosto de 2010, y los 100 millones de pesos que recibió de parte de la empresa Uniapuestas, en la cual Enilce López (alias "La Gata") era socia mayoritaria y que fue capturada y sindicada de varios cargos criminales por lavado de activos y desviación de fondos, relacionados con otros procesos judiciales, a pesar de esto La Gata López ha negado saber del cheque para la campaña de Uribe y este mantiene que todo fue legal, como lo será parte de su apelación a los 12 años de prisión domiciliaria. Acá en cambio tenemos al fiscal Cooper que según el mismo no alcanzo a formalizar a la cúpula de Pro Cultura, raro por decir lo menos, al tener tanto tiempo de investigación y ahora la carpeta investigación por orden del fiscal nacional Valencia pasó a manos del fiscal regional de Antofagasta, Juan Castro Bekios, tal vez el golpe sea dado en tiempos más cercanos a las elecciones, así el castigo ciudadano irá por el otro mal, al lado opuesto del estuario. Y así de agitadas estarán las olas, a no ser que los candidatos y candidatas empiezan a buscar la confluencia de lo diferente para la creación de algo nuevo, si no hay mezcla ni adaptabilidad a los nuevos tiempos se quedarán estancados, no basta el grito destemplado ante el crimen organizado, el sueño de la justicia con sus juezas tuto, es necesario re encontrarse con el amor a los territorios y especialmente a las buenas personas que los habitan, de modo que “Estuario de la nostalgia” de Cecilia Winett se acerque al amor y al deseo, cual Eros cuyo concepto central es la reflexión sobre la naturaleza humana y el mundo. Un Eros que no solo se refiere al amor romántico o sexual, sino que también contiene el deseo de conocimiento, la búsqueda de la belleza y la aspiración a la trascendencia. Cuestiones que de suyo necesitamos para revitalizar el tren de olas proveniente de todos los tiempos.

Hans Schuster-Escritor

Compartir este artículo