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Expresión de la identidad en la pertenencia al paisaje: Acario Cotapos a cincuenta años de su muerte.

Por Ensamble Aükiñn:
repertorio de música nacional americana.

Se suele aceptar que la música es un arte que refleja a la sociedad a la que pertenece. Destacados compositores nacionales a comienzos del siglo XX fueron dando forma a lo que hoy podríamos considerar como una suerte de “Repertorio Nacional”. Destacan así compositores que fueron incluyendo elementos propios del entorno social en el que habitaron.

Desde algunas consideraciones musicológicas se han destacado dos elementos que funcionan como señal para la atribución del carácter de la música nacional, éstos son: lo popular y lo indígena. Teniendo en cuenta esta caracterización tendrían que destacarse, en nuestro país, músicos como: Pedro Humberto Allende, Carlos Isamitt, Alfonso Leng, Próspero Bisquertt, Enrique Soro, Alfonso Letelier, María Luisa Sepúlveda y Acario Cotapos, entre otros.

En esta ocasión nos detendremos en la figura de Acario Cotapos o el músico mágico, como ha sido llamado, dada la aparición de sonoridades en sus composiciones que dibujan y colorean los paisajes del sur valdiviano, lugar de nacimiento de este compositor.

Destacábamos como atributos de la música nacional los elementos de “lo popular” y de “lo indígena”. Un punto controversial es que en la música de Cotapos estos elementos no aparecen con nitidez, incluso parece que no son de su interés, con lo que resulta incomprensible la inclusión de este músico en el listado ofrecido más arriba. Hay que hacer un intento de aclaración al respecto que justifique la integración de este autor.

Nuestra apreciación es que el paisaje viene a ser otro elemento que impregna a la música de carácter nacional. En el caso de Allende (Escenas campesinas chilenas), Soro (Tres Aires Chilenos) y Bisquertt (Procesión del Cristo de mayo), podemos encontrar la alusión expresa al “aire” chileno, pero también en Isamitt (Friso Araucano) y Letelier (Suite Aculeo) la referencia al paisaje es clara. En el caso de Cotapos (sobre todo en “Imaginación de mi País”) la pertenencia al paisaje es total. Esta caracterización de totalidad, es la que permite conceptualizar esta irrupción en la escena local, como la creación de un nuevo lenguaje musical.

Tal vez sea este el proyecto más novedoso de la obra de este músico valdiviano. Aparece en la música lo fantástico y lo mágico del territorio, en algún sentido así lo comprendió Pablo Neruda en su “Oda a Cotapos”, como bien nos ha recordado José Manuel Izquierdo König: “De algún total sonoro/ llegó Acario Cotapos/ llegó con su planeta/ con su trueno/ y se puso a pasear por las ciudades/ desenrollando el árbol de la música/ abriendo las bodegas del sonido…”.

La originalidad del lenguaje de Cotapos es compleja, mucho se habla de sus anécdotas, pero escasamente se analizan sus obras, también se les toca poco. Desde su reconocido autodidactismo escapa a las formas propias de su época. Eduardo Cáceres ha considerado este gesto como una ruptura colonialista, en el sentido de que se presenta un tipo de composición liberada. Este compositor nacido en el sur chileno se ha tomado en serio la petición del autor de “La tempestad”: “¡Hacedme música!”.

Sin duda, la mayoría de las obras de Cotapos pueden ser añadidas a lo que podemos llamar como Repertorio Nacional Americano. En un número especial de la Revista Musical Chilena con ocasión del Premio Nacional de Artes que se le otorgó en 1960, el músico y filósofo Roberto Escobar señala: “(…) se desprende que las obras principales de Cotapos revelan elementos fuertemente nacionales en lo telúrico, lo que se demuestra no sólo por las opiniones críticas vertidas, sino que por las declaraciones que el mismo compositor ha hecho, y por la simple audición de sus obras, que revela estos elementos en grado muy avanzado”.

Las obras de este compositor de la primera mitad del siglo XX son parte del legado cultural de esta época. La actividad musical no está confinada a los teatros, es parte de la vida intelectual y social de las ciudades. La música aparece integrada a los ambientes de las tertulias, al ser una de las manifestaciones privilegiadas del sentimiento de lo humano. Así es la música de Cotapos, una descarga fuerte de emociones que son atrapadas en la expresión. La música recoge sentimientos que son transmitidos entre aquellos que se reúnen a escucharla. Así se comprende su activismo cultural como miembro del grupo “De los Diez” que animara con memorables tertulias en la céntrica calle Santa Rosa, junto a otros músicos como Alberto García Guerrero, Alfonso Leng; los pintores, Juan Francisco González, Pedro Prado, Julio Ortíz de Zárate, Julio Bertrand Vidal; y los escritores, Eduardo Barrios, Augusto D’Halmar, Manuel Magallanes Moure, Armando Donoso Novoa, Alberto Ried y Ernesto Guzmán. Este compositor de música fantástica y mágica, supo comprender la función intelectual de la música como desarrollo social.

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Ensamble Aükiñn formado por Jane Guerra, Paquita Rivera, Alex Ibarra Peña y José Miguel Reyes

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