El gobierno de Piñera y sus ministros siguen sin entender nada, a las acciones represivas contra Mapuche, pobladores, universitarios y población en general hora despliegan su ofensiva represiva contra niños, niñas y adolescentes menores de edad y estudiantes secundarios.
La estrategia de la derecha antidemocrática y empresarial es criminalizar y acusar de violencia vandálica toda legitima protesta social, buscando sembrar un clima de odiosidad y desconfianza tan propio de su accionar sedicioso en la década de los setenta.
Se advierte una incapacidad endógena en el gobierno empresarial para desplegar empatía con los estragos que el modelo neoliberal ha generado en un conjunto de esferas críticas de la vida social. La incapacidad para reconocer errores hace que se criminalice de manera sistemática al otro. En este caso ese otro resulta ser un sujeto de derecho que el propio estado está llamado a proteger en el marco de la convención de Derechos de Niños y Niñas ratificado por Chile en el año 1990.
Resulta inaceptable que se aplique Ley de Seguridad Interior del Estado a niños y niñas que intentan defender un derecho que el propio estado que los criminaliza está llamado a defender. Paradoja solo posible en el marco del esquizoide relato maltratador de un sector político que históricamente ha usado la violencia, la tortura la cárcel y el exilio para contener y regular los impulsos de cambio en la vida republicana del país.
Es tarea del conjunto de la sociedad civil defender la legitima protesta contra el abuso, la injusticia y modelo de acción hegemónica con el que se reproduce el neoliberalismo fundado en el enriquecimiento de unos pocos y la condena a miserias y precariedades al conjunto de la ciudadanía. Chile a dicho basta a la matriz abusiva implantada por la derecha durante la dictadura e institucionalizada democráticamente en el marco de los gobiernos transicionales. En el actual estado de desarrollo de la correlación de fuerzas en el país, frente a la contingencia de la PSU Todos y Todas Somos Secundarios. Todos Somos Víctor Chanfreau y la memoria de su abuelo desaparecido y militante del MIR.
Marco Silva Cornejo
Mg. Ciencias Sociales Aplicadas UFRO
