En medio de la lluvia que nos empapa y a la vez cobija en nuestra Araucanía empobrecida y maltratada por la acción extractivista del capital y las políticas históricamente imprecisas del estado para leer la profunda crisis que narra la desigualdad socializante de sus habitantes y las justas demandas del pueblo Mapuche. Las diputadas Gael Yoemans y Erika Ñanco se dieron un tiempo en las interminables y a veces incomprensibles agendas parlamentarias para dialogar desde la frontera sur de la Araucanía con los y las ciudadanas que abrazan con esperanza un proyecto de transformaciones que traiga justicia a los más.
Gael Yoemans, presidenta de la comisión de hacienda de la cámara de diputados, militante de Convergencia Social, logra una empatía natural con el malestar endógeno de la región y sus habitantes, tal vez porque su biografía esta también empapada de periferia y exclusiones en medio de la asfaltante cotidianeidad de la zona sur del gran Santiago. Es por esta razón que Erika Ñanco y Gael Yoemans logran conectar con la fibra sensible de un malestar que sigue reproduciendo su tejido celular en la sociedad chilena; la desigualdad como cáncer y patología social de nuestro tiempo.
Mientras la derecha obstruccionista y golpista sigue instalando el relato que se sostiene en el negacionismo histórico de las desapariciones y asesinatos en dictadura y el bloqueo sistemático de un conjunto de transformaciones urgentes para nuestro pueblo en materia de pensiones y pacto fiscal. Gael Yoemans y Erica Ñanco (diputada por la zona) desde la asociación de comunidades Mapuche de Loncoche (frontera sur de la Araucanía) posibilitan la apertura de un diálogo con sentido de raíz profunda y con sabor a socialismo.
En medio del espectáculo cotidiano de los medios y su morbo de sudor patronal, Gael y Erica se sientan con pausa y sonrisa a establecer un dialogo amable, responsable y transformador, redefiniendo el pulso de los cotidianos para resituarnos en la urgencia de no perder el rumbo. Por que a cincuenta años del golpe, somos gobierno y hemos llegado para impulsar un proyecto inconcluso que es abrazado por un pueblo obnubilado de reguetón, transicionales y trajín diario, sin embargo al terminar el día, todos volvemos a casa y saboreamos el mate amargo de una desigualdad que nos tiene indignados y que en este gobierno depositamos la certeza de transformar.
Marco Silva Cornejo
Académico, Mg en Ciencias Sociales Aplicadas UFRO.