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Impunidad y desinformación. Por Carlos López Dawson

RECUERDOS IMPECEDEROS

El profesor y escritor Manuel Guerrero llevaba su pequeño hijo a la feria de libros donde trabajábamos, era un niño inquieto como su padre, y pasaron los años y niño Manuel, ahora un joven se integró a la Comisión Chilena de Derechos Humanos. Pero, su vida de docente tendría un vuelco brutal, el 28 de marzo de 1985 fue secuestrado en la vía pública el diseñador Santiago Nattino Allende, militante comunista. Al día siguiente, fueron secuestrados frente al colegio Latinoamericano de Integración, José Manuel Parada Maluenda, a quien conocí cuando se desempeñaba como Jefe del Departamento de Análisis la Vicaría de la Solidaridad y Manuel Leonidas Guerrero Ceballos, profesor e inspector del mismo colegio, dirigente de la Asociación Gremial de Educadores de Chile (Agech).

Los secuestrados, el 30 de marzo de 1985, fueron encontrados sus cuerpos degollados en el camino que une Quilicura con el Aeropuerto de Pudahuel. Las investigaciones policiales posteriores pudieron determinar que los tres secuestrados fueron asesinados por la policía política del régimen dictatorial. Los medios de prensa tradicionales, adictos a la dictadura de Pinochet, desinformaron de diversas maneras entregando versiones de la propia dictadura afirmando que el crimen era una consecuencia de una purga entre comunistas. Sin embargo, finalmente se estableció que Manuel Guerrero, José Parada y Santiago Nattino fueron ejecutados por agentes estatales.

SUPERAR LA DESINFORMACIÓN

Hay una política de ciertos medios por ocultar la verdad y desinformar. Lo que ocurrió con las víctimas de la dictadura, no es nuevo. Hoy sigue de moda, usando la agnotologia definido como: “el estudio de la ignorancia o duda culturalmente inducida, particularmente la publicación de datos científicos erróneos o engañosos”. Es un neologismo propuesto por Robert Proctor, profesor de historia de la ciencia en la Universidad de Stanford, EUA . Se basa en la premisa de que la ignorancia per se es algo malo que se soluciona con educación. Si bien es usada en medicina, se aplica a toda actividad y parece más bien como una campaña de desinformación por cuanto mucha de la información que recibimos es filtrada o distorsionada por medios de comunicación, “expertos” o líderes de opinión, el proceso de arbitraje por pares en las revistas científicas, por lo que es indispensable cuestionar las premisas en que subyacen nuestros paradigmas de qué es el conocimiento y qué es la ignorancia. Si ello puede suceder a nivel de la ciencia, imagínense lo que sucede en los medios comunes de información y en particular en la política. De hecho, un periodista, un profesional o un científico puede realizar prácticas erróneas y proporcionar información falsa o errada, pero cuando se hace justamente con el propósito de engañar entonces si podríamos hablar de agnotología El tema de la ignorancia debe ser sujeto de investigación, como cualquier otro tema del saber humano, y es eso lo que pretende la agnotología. Superar la desinformación requiere una combinación de estrategias individuales, colectivas y tecnológicas. Desde luego la responsabilidad ética y penal del informador y la alerta del receptor. Este, como objeto de la desinformación, debe verificar las fuentes antes de compartir información, y asegurarse de que sea confiable. También, requiere buscar información diversa para obtener una visión más completa. Superar la actitud acrítica y evaluar la información de manera crítica, considerando factores como la autoría, la fecha de publicación y la metodología. Es básico no compartir información no verificada.

TÉCNICAS PUBLICITARIAS

Estamos viendo un uso frecuente del lenguaje publicitario en boca de políticos. En efecto, muchos lideres políticos en distintos Estados, afirman, sin más prueba, que su gestión es la mejor en años que la de sus adversarios, que por fin el país ha encontrado su camino, que ahora si los valores correctos son los que aplican, etc. Las técnicas publicitarias usadas en el comercio tienen por objeto justamente anunciar la supuesta calidad del producto, de manera que solo es un anuncio cuya veracidad lo podrá comprobar el usuario una vez que lo adquiera. En política se puede transformar en un fraude cuya reparación es imposible. De hecho, el uso de publicidad en la política se puede considerar manipulación. Las técnicas publicitarias son métodos y estrategias utilizados para promocionar productos, servicios o ideas y captar la atención del público objetivo y que se caracterizan por ser innovadoras y creativas para captar la atención del público y diferenciarse de la competencia. En general son efectivas porque se basan en datos y análisis para entender al público objetivo y desarrollar mensajes relevantes. Sin embargo, el uso de técnicas publicitarias en la política puede tener reproches éticos y causar daños irreparables. En efecto, puede constituir manipulación de la opinión pública y por ello ser considerada una violación de los principios éticos de la comunicación política. Además, estos métodos pueden estar asociados al uso de fondos ocultos o no declarados para financiar campañas publicitarias por lo que pueden ser considerados actos de corrupción y violación de los principios éticos de la transparencia. De manera que el uso de técnicas publicitarias en la política genera reproches éticos si se utilizan para manipular la opinión pública, ocultar información o violar los principios éticos de la comunicación política. Eso es la esencia de la desinformación política.

EL DEBER ESTATAL

Las autoridades estatales tienen la obligación de actuar según la ley y también de observar las ilegalidades, persiguiéndolas según el caso. Por ello es necesario promover la educación en alfabetización mediática para enseñar a las personas a evaluar críticamente la información. Es importante la colaboración entre medios y expertos para proporcionar información precisa y actualizada. Una tarea del Estado y de la sociedad es sin duda, crear redes de verificación para verificar la información y combatir la desinformación. Las campañas de desinformación se realizan a través de medios tecnológicos, por lo que es necesario desarrollar herramientas de verificación para ayudar a las personas a evaluar la precisión de la información. Utilizar inteligencia artificial para detectar y combatir la desinformación. Crear plataformas de información confiable para proporcionar información precisa y actualizada. Existen en internet numerosos programas para ello. El sistema político, a través de su actividad legislativa, debiera establecer políticas y regular las plataformas de redes sociales para combatir la desinformación. La ley ya dispone de mecanismos para proteger la privacidad de las personas para evitar la manipulación de la información. Ello también puede lograrse promoviendo la transparencia en la información para combatir la desinformación y penalizando según el caso.

CAUSAS

El delincuente puede tener diversas motivaciones para sus actos de desinformación. Desde luego, Intereses políticos o económicos. La desinformación puede ser creada a través de la manipulación de la información, como la edición de imágenes o videos, o la creación de noticias falsas. Para ello se usan las redes sociales y plataformas de comunicación para difundir la desinformación. No es fácil enfrentar estas campañas cuando los medios mayoritarios están cooptados por un sector politico determinado. Aunque también hay casos emblemáticos de desinformación sobre temas que interesan a determinada empresas como la campaña de desinformación sobre el cambio climático, financiada por empresas de combustibles fósiles, ha sido una de las más efectivas y perjudiciales en la historia. Un ejemplo fue la desinformación sobre la vacuna contra el sarampión, que sugiere que la vacuna está relacionada con el autismo, ha sido una de las más persistentes y dañinas en la historia de la salud pública. En todo caso, se trata de ámbitos de debate. Durante el proceso de reforma de la Constitución en Chile, se difundió una gran cantidad de desinformación sobre el tema, lo que llevó a una gran confusión y polarización en la opinión pública. Del mismo modo, durante la supuesta pandemia de COVID-19, se difundió una campaña de desinformación sobre la vacuna contra el COVID-19 en Chile, vacuna que tuvo un efecto negativo en la salud de los vacunados y que actualmente se encuentran en procesos judiciales diversos en Europa.

LA IA Y LA DESINFORMACIÓN

Como modelo de lenguaje basado en inteligencia artificial, la IA puede proporcionar respuestas precisas y basadas en evidencia, pero no es inmune a la desinformación por diversas causas. De hecho, su capacidad para proporcionar respuestas precisas depende de la calidad y la precisión de los datos de entrenamiento que ha recibido. También, de los algoritmos y modelos que se utilizan para entrenarla ya que pueden tener sesgos o limitaciones que pueden afectar la precisión de sus respuestas. Además, si la IA no se actualiza o no se mantiene adecuadamente, su capacidad para proporcionar respuestas precisas y verdaderas puede disminuir o simplemente fallar y desinformar. Para minimizar el riesgo de desinformación es importante verificar la información que proporciono con otras fuentes confiables para asegurarse de que sea precisa y considerar múltiples perspectivas y fuentes de información para obtener una visión más completa de un tema. Y, desde luego, que los desarrolladores mantengan actualizado y proporcionen acceso a información precisa y actualizada. Por ello los usuarios debemos estar alertas, poniendo en duda todo, los programas debieran ser de código abierto y los desarrolladores estén sujetos a sanciones penales y pecuniarias cuando realicen campañas de desinformación. El deber de todo ciudadano es educarse y esa será la mejor vacuna contra la desinformación. Las víctimas de la dictadura, como José Manuel Parada, Manuel Guerrero y Santiago Natino y tantos otros miles, ocultados por políticas de desinformación, nos recuerdan que la lucha por la verdad y el derecho a la información siguen siendo una tarea y un deber ciudadano que deben ejercerse siempre si no queremos finalmente ser víctimas como en el poema de Bertolt Brecht : «AHORA VIENEN POR MI, PERO ES DEMASIADO TARDE»

Carlos López Dawson, expresidente de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, abogado y Dr. en ciencia política, investigador de ILAES.

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