El historiador Eric Hobsbawn, heredero de la New Left británica, dedicó unas hermosas páginas a los creadores del Jazz en un libro titulado "Gente poco corriente: resistencia, rebelión y jazz", aquí este género musical aparece aún como periférico, o si se quiere marginal. Años después, más allá de su universalización, podemos observar que en nuestro país constituye una suerte de tribu.
Hace varios años atrás, las noches de verano santiaguino, a la orilla del Mapocho, aparecían fascinantes junto a este ritmo. Bandas nacionales e internacionales se animaban bajo las estrellas. Así se fue forjando la figura de emblemáticos músicos de la escena nacional que exploraban esta tendencia. Hoy se pueden constatar hermosos proyectos populares que forman espacios musicales de Big Band.
Este año en medio de la crisis política, algunos municipios se atrevieron a no cerrar el espacio público. En este contexto tuvimos una nueva versión del Festival de Jazz Las Condes, gratis y abierto a todo público.
Dos noches de Jazz de calidad que fueron aseguradas bajo el tutelaje del destacado trompetista Cristian Cuturrufo.
El cierre de esta versión festivalera tuvo como invitada de lujo a Tía Carroll que ofreció un espectáculo de gran calidad vocal, fiel a las prodigiosas voces originarias del Jazz.
También estuvo en el escenario Jorge Campos, uno de nuestros mejores bajistas, empuñando su bajo Machi que honra a esta autoridad mapuche. En la batería el prodigio Álvaro Poblete, en saxos y flautas Chino Vásquez y Guillermo Atria, en teclado y voz Paquita Rivera. Todos haciendo de las suyas con sus talentos. Ejecutaron unas versiones libres, en que citaban a Violeta y Víctor recordándonos la situación política actual; incluyeron Danza animal del disco "Antes y después" (2019) de la banda Animal en Extinción. Finalmente, algunos temas ya clásicos de Fulano, tales como la Suite Recoleta y La Historia no me convence. La presentación fue impecable recordándonos la creatividad y la calidad interpretativa de la música chilena de vanguardia. Repetirán repertorio 2 y 3 de febrero en las caletas de Los Vilos y Pichidangui.
Una nueva noche de verano, en la cual recibimos la donación en una tremenda presentación artística, fuera del circuito de los recitales de consumo que hoy acaparan la publicidad en el agotador formato de las megas producciones comerciales, soportadas, apenas por tarjetas de créditos y sorteos de empresas.
Alex Ibarra Peña
Dr Estudios Americanos
