A diciembre de 2023, la fuerza de trabajo superó los 10 millones de personas. Una cifra que en el promedio anual superó en sólo 263.000 al promedio que se alcanzó en 2019. Un lento crecimiento de la población económicamente activa que se explica por el muy bajo ritmo de crecimiento del producto (PIB) en estos últimos 4 años y sobre todo por el impacto destructivo que tuvo la pandemia en la actividad económica y en el empleo en 2020 y que se prolongó hasta 2021. A raíz de ello, en 2020, un millón 200 mil personas, en edad de trabajar, incrementaron el número de inactivos de 2019. La fuerza de trabajo se redujo en 879 mil personas y pasaron a incrementar la inactividad. Y, desde entonces, progresivamente, se han ido reintegrando en los años 2021, 2022 y 2023. Pero sólo este último año, el promedio anual de la fuerza de trabajo logró superar, como ya se ha dicho, al promedio anual de 2019. Algo similar ocurrió con la cifra de personas ocupadas. El promedio anual de 2023 llegó a 9 millones 71 mil personas. Superando en sólo 101 mil personas el promedio de 2019. En 2020, la ocupación se redujo en un millón 120 mil personas (a pesar de que la Ley de Protección al Empleo, permitió considerar como “ocupados ausentes” a otro millón doscientos mil personas, por lo que la destrucción de empleos fue de casi dos millones y medio de empleos entre el mediados de 2019 y mediados de 2020) .
El aumento de la fuerza de trabajo en los últimos dos años se da en parte por personas que salen de la inactividad, como queda reflejado en el alza de la tasa de participación en la fuerza de trabajo, que empieza a aproximarse a la que prevalecía en 2019, antes de la pandemia.
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