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La imagen latente del poder. Por José Cáceres S.

Al ver por televisión la retirada de un general a caballo, y al otro día una gran cantidad de policías resguardando el espacio que, al parecer, era un símbolo representativo de poder y hegemonía; recordé a Gramsci, que como varias personas saben (evitando el sesgo educativo imponente) escribió respecto de la hegemonía cultural y el manejo e influencia del poder. Por eso, y parafraseando al filósofo italiano, es necesario explicar que: La clase en el poder procura tener y mantener el poder sobre la otra clase, la clase dominada. Para ello, más allá de la superestructura del Estado en donde se sostiene, respalda y legaliza ese poder; genera toda una red de dominio socio-cultural para someter a la masa explotada, incluso con un consentimiento espontáneo y hasta natural. Vale decir, que de esa misma forma la masa explotada no logra ver esa explotación. Tal hegemonía se aparece día a día en la educación, religión, prensa, televisión, y en la historia que se cuenta sin contar - en los nombres de las calles y en sus estatuas o monumentos. (Gramsci, 2018)

Baquedano fue un gran héroe de la burguesía mercantil conservadora de Chile. General encargado de expandir el país hacia el norte, cuyos perdedores siempre fueron los pobres de los tres países que combatieron en una guerra de ricos. Así el general llegó hasta Lima, con tanta victoria o masacre dependiendo obviamente del punto de vista en que se observe. Antes, el militar había sido misionado para alargar o juntar el país por el sur en la pacificación de la Araucanía. “Pacificación”, otro eufemismo clásico que soslaya la realidad. En fin, así le llamaron (pero es genocidio cuando se trata de exterminar a un pueblo). Entonces, el futuro general regresó a Santiago lleno de victoria o masacre, y de nuevo, dependiendo del punto de vista en que se observe: “En 1866 (Baquedano) fue ascendido a teniente coronel. Hizo la campaña del Malleco y de Renaico contra los indígenas”. (BCN)

Además, a veces es necesario imaginar y analizar sin alejarse de los hechos, que, en la guerra del pacífico donde se “ganó” el norte (y en donde más de algún soldado se quedó a vivir), se tomó posesión también de sus habitantes (de los dos países), y de las salitreras. Es así que las trabajadoras y los trabajadores de la zona, se relacionaron por una cuestión natural, como compañeras y compañeros de trabajo. Mismas personas que antes se disparaban a matar en cada batalla ambiciosa que era necesaria para la elite. Sin importar la realidad histórica de ellos, ni menos sus pueblos; en el futuro cercano la burguesía chilena mandó a matar a esas personas, a todos y todas encerrados en una escuela en Iquique. (Matanza de Santa María, 1907). ¡Oh!, al parecer realmente los trabajadores no tenemos patria.

Se va Baquedano, y trompetas al vacío soplan los pulmones de antiguos soldados patriotas de una nación de pocos, de una nación de privilegiados, de simples mercaderes o financistas (Salazar,2009). Necesario es manifestarles a estos soldados que: El honor de Uds. no es el honor del pueblo, de hecho, el pueblo ha sido avasallado por sus juegos de guerra, ha sido atravesado por sus cobardes bayonetas, y hoy, la furia enajenada y desclasada de una policía ignorante, nos ha dejado ciegos. Nuestra mirada de furia acumulada, no alcanzó a soltar ninguna lágrima de rabia, porque sangre de ojos reventados era la que corría por la otra mejilla; mejilla que nuevamente volvíamos a poner como ha sido a lo largo de la historia. Pueblo de trabajadoras y trabajadores que crean la riqueza, resultando de esa fuerza productiva vuestros beneficios económicos. Así y todo, siguen ustedes siendo serviles a la burguesía. La televisión sigue ocultando verdades presentes e históricas, los colegios siguen enseñando la historia desde la ordenada perspectiva de quienes tienen el poder, y manejan la verdad enseñándonos sólo una parte de ella – la conveniente.

Desapareció entonces Baquedano, un brutal general de un ejército de pocos, y entonces sólo y solo quedó el “soldado desconocido” - un joven muerto en la guerra del pacífico, específicamente en la batalla de Tacna de mayo de 1880, según dan cuenta las investigaciones del historiador Rafael Mellafe (La tercera, 2021). Si era soldado y desconocido, entonces era un campesino pobre que fue llevado a dar la vida por nada, pues con certeza lógica su familia siguió en la necesidad constante de la sobrevivencia de esos tiempos. Y hoy, cuidando un vacío que representa el poder de la elite y su historia, siguen otros hijos de campesino, y quizás alguno de ciudad, convertidos en policía sirviente de ricos - firmes frente a la nada, defendiendo el poder de quienes abuzan de ese poder.

José Cáceres S.
Administrador Público, Cientista Político.
Magister (E) en Política Internacional.

Gramsci, A. 2018: https://letrasindomitas.files.wordpress.com/2018/10/gramsci-antonio-la-politica-y-el-estado-moderno-doc.pdf

Biblioteca del Congreso nacional, consultada el 15 de marzo de 2021. https://www.bcn.cl/historiapolitica/resenas_parlamentarias/wiki/Manuel_Jes%C3%BAs_Baquedano_Gonz%C3%A1lez

Salazar, Gabriel: El ejército de Chile y la soberanía popular. Ensayo histórico, Debate, Santiago, 2019

Mercaderes, empresarios y capitalistas (Chile, siglo XIX), Sudamericana, Santiago, 2009

https://www.latercera.com/culto/2021/03/09/el-desconocido-habitante-perpetuo-de-la-plaza-italia/

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