El economista y filósofo Adam Smith al hablar de “la mano invisible del mercado”, la imaginaba en un sistema de libre competencia, con un Estado meramente regulador que emprende donde el privado no quiere o no puede hacerlo. Pero un mercado autorregulado y perfecto, evidentemente siempre fue una utopía, ya que los mercados terminan siendo dominados por la “mano invisible del poder” (económico, político, empresarial).
Estamos presenciando en Chile un juicio o indagación a los poderosos de siempre, que, en su impudicia pornográfica, se les escapó un audio que terminó en manos de la escasa prensa libre. De ahí accedimos por etapas -como en una mala serie de mafiosos-, a los mensajes de WhatsApp en que la “mano invisible” se coordina para defraudar al Estado, es decir a todos los chilenos endeudados, asustados por los matinales y ansiosos de un futuro incierto.
Se nos dice que los privados SIEMPRE son más eficientes que el Estado, lo que es una falacia de generalización ya que, si bien eso es verdad en algunos casos, no lo es en todos ni siquiera en la mayoría de las veces. Los ejemplos de empresas privadas ineficientes socialmente, aunque puede que económicamente sean exitosas, son muchas: ENEL, AFP´S, ISAPRES, las 19 universidades privadas que han cerrado, etc.
Basta nombrar dos ejemplos de “emprendimientos” estatales eficientes socialmente (e incluso económicamente), para derribar mitos. La Universidad de Chile (fundada en 1842), a pesar de los duros golpes que recibió en dictadura, con la perdida de sus sedes regionales, el instituto pedagógico y el recorte brutal de su financiamiento, hoy en día es Top 100 de las mejores universidades del mundo y ocupa el puesto número uno del país. Codelco nacida tras la nacionalización del cobre en 1971, es una empresa eficiente, competitiva y una de las mayores mineras del mundo.
Smith no estaba por un mercado entregado al «laissez faire», el padre del liberalismo económico, bogaba por una educación pública fuerte, elegir la industria nacional sobre la foránea y controlar el comercio (los comerciantes). En ese sentido, se colocaba la sabiduría y la razón en la construcción social, para evitar que una mano invisible llevará al monopolio de los poderosos.
Hoy la “mano visible” de la justicia en Chile, trata de reivindicarse enviando a prisión a algunos de los comensales del festín de los poderosos, quizás no los más representativos; pero roza, incomoda y asusta a los que nunca tienen miedo. Mirarán de reojo sus celulares esperando la llamada salvadora, se reunirán subrepticiamente en casa de sus amigos, moverán los antiguos y aceitados hilos a los que recurren siempre, de seguro nada cambiará, pero quizás mañana o pasado o bien en un tiempo más…
Daniel Recasens Figueroa
Periodista
