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La necesaria corrección. Por Carlos López Dawson

TRABAJO DELICADO

El periodismo está expuesto a la represión legal cuando incomoda a poderosos y una prueba innegable es la situación de Julián Assange quien ha sido perseguido por haber difundido crímenes de lesa humanidad por lo que fue acusado de conspiración para obtener y divulgar información relevante a la defensa nacional estadounidense, después de que el sitio WikiLeaks publicara documentos militares secretos sobre crímenes de guerra cometidos en la invasión de Irak. Según su defensa, que califica la acción contra su defendido como una caza de brujas, Assange está siendo procesado por participar en la práctica periodística ordinaria de obtener y publicar información clasificada, información que es a la vez verdadera, que constituye una denuncia de delitos y es evidentemente de interés público. Pero, los crímenes de lesa humanidad cometidos por los militares y denunciados por WikiLeaks siguen en la impunidad. El trabajo de WikiLeaks, medio por el cual Julián Assange público las actividades ilegales, son un trabajo de investigación mediante el cual se denunció crímenes de lesa humanidad, por lo que no pueden constituir un crimen.

CIENCIA Y ÉTICA

Los investigadores pueden realizar un aporte innegable para la calidad de vidas de todos. Ello implica lograr que el producto del investigador sea de carácter argumentativo crítico que examine un objeto curricular en una perspectiva de demandas y sus fundamentos, en relación a la formación profesional y disciplinar de rango universitario. El educador Pablo Freire sostuvo que no hay enseñanza sin investigación, ni investigación sin enseñanza. “Enseño por que busco, porque indago y me indago. Investigo para comprobar, comprobando intervengo, interviniendo educo y me educo”. El mérito de Assange fue no solo la calidad de su trabajo, sino el coraje para enfrentarse a los poderosos que denunció. Su aporte fue en mérito del periodismo, la historia y la ciencia política. Ahora bien, el que denuncia un delito valiéndose de acciones que la ley puede calificar a su vez de delictuales, ¿debiera ser castigado? Esa es una interrogante que tiene doble faz, ¿primero es delito observar como sea los actos delictuales del Estado y estos actos deberían ser juzgados? Ese es sin duda una controversia ética y legal que deben resolver los jueces, sean los de EE.UU. o internacionales si es el caso.

Es frecuente constar que muchos actúan con una doble moral, como lo ha escrito Juan Pablo Cárdenas (ver https://www.lemondediplomatique.cl/la-doble-moral-por-juan-pablo-cardenas-s.html) Maurice Duverger, politicólogo francés, escribió alguna vez que la política es como el dios romano Jano (dios del cambio, de los conflictos, de la paz y de la guerra), con dos caras: una representa la lucha y la otra la integración. Claro que Duverguer va más allá al describir una cara o actitud, despojada de todo contenido moral: la política es así, se tengan principios o no. Frente a conductas, actitudes o prácticas de doble faz solo nos queda como protección la democracia y la educación política de los ciudadanos.

LAS INSTITUCIONES FUNCIONAN

Es evidente que se diga que las instituciones funcionan, pero no basta, sino que lo que debe suceder es que funcionen de acuerdo a lo prescrito y en el caso de las instituciones del Estado es necesario que los controles democráticos sean reales, potentes y puedan disponer de sanciones imprescriptibles. Lamentablemente parece que no es así. Todas las instituciones sin excepción están expuestas a la corrupción, incluyendo a los que deben sancionarla (https://www.ciperchile.cl/2024/04/14/corrupcion-dentro-del-estado-y-redes-de-poder/).

UNA DICOTOMIA

Es frecuente observar, entonces, que los seres humanos dividimos nuestras prácticas y reflexiones en partes, lo real, lo que sucede y lo imaginario. En algunas materias esta división se ha manifestado a lo largo del tiempo. Por ejemplo, en filosofía, esta suele dividirse de manera temática en ramas. Algunas de ellas son tan antiguas como la filosofía misma – por ejemplo, la metafísica o la ética – , mientras que otras son de cuño más reciente – como la bioética o la filosofía del deporte. Sin embargo, las grandes ramas están ya bastante establecidas. La primera distinción clásica dentro de éstas es entre filosofía práctica y filosofía teórica. Lo mismo podemos apreciarlo en política, como en la caras de Janus teorizada por Duverguer. En efecto, los políticos tienen un discurso público teórico y una práctica que no se condice con el primero. Cuando un Estado que viola los derechos humanos es habitual que diga que ello no es efectivo. Hay Estados que proclaman la libertad y el respeto de los derechos humanos como sus banderas esenciales, pero invaden e intervienen otros estados a cualquier precio. También es preocupante como sociedades cultas eligen a lideres incultos, psicópatas o dementes, como sucedió con Alemania, el pais de Beethoven, Kant, Schubert, Marx, Goethe, etc. Ya conocemos las consecuencias para la humanidad.

LA DEMOCRACIA COMO ANTIDOTO

Los mecanismos democráticos pueden ser una barrera para el acceso al poder de personas enfermas de mente. Pero, se requieren muchas condiciones para que una sociedad tenga una verdadera democracia. Es fácil llamar democracia a cualquier sistema que permite elegir representantes. Sin embargo, es necesario ir más allá. Primero constatar que la democracia representativa sin rendición de cuentas está en decadencia. Luego, que existen demasiados obstáculos para la democracia que deben ser subsanados. En primer lugar, sanciones rigurosas a la corrupción en todos los ámbitos, segundo, establecer un verdadero derecho a la información, tercero, democratizar la sociedad entera, los medios de comunicación, los partidos políticos, las instituciones estatales, las empresas y toda organización que se forme en la sociedad.

También una verdadera democracia permitiría superar el dilema de Dahl (¿Quién gobierna? Democracia y poder en una ciudad estadounidense, Mexico.CIS.2010), logrando dilucidar dicha interrogante, dejando en evidencia quien manipula el poder politico en una sociedad y creando los remedios para evitarlo. Respecto de los partidos políticos parece necesario prohibir absolutamente el clientelismo, toda vez que ello los conduce a prácticas erradas y mafiosas. En efecto, al permitir que militantes se mantengan en el poder sunque sea evidente su deterioro mental o sus actos delictuales, o accedan a cargos del Estado sin otro requisito que la amistad, corrompe la política, constituyen manifestaciones de decadencia y de pobreza intelectual de esas sociedades. También parece que el clientelismo canso a los ciudadanos quienes terminan por elegir a dementes de fuera de los partidos tradicionales. Para evitarlo se requiere una democracia razonada y fuerte, lo que se logra con educación cívica, y sanciones penales reales. Respecto del amiguismo, sin duda que entre dos candidatos de iguales condiciones se preferirá al amigo, no es ese el problema, sino que se elige a personas sin tener las condiciones solo por su militancia o amistad y se discrimina al capaz. Teóricamente hay recursos contra ello, pero son engorrosos y sus resultados tardíos.

LA CORRECCIÓN

Sin duda que puede parecer ingenuo tratar de arar con los mismos bueyes, pero es lo que hay, ya que el otro camino o es imposible, un estado anarquista, o es violento. Los ciudadanos tenemos el derecho a aspirar a una mejor calidad de democracia, sin necesidad de matarnos los unos a los otros. Muchos analistas políticos proponen medidas (/EHP2022-Cap7.pdf), tales como recuperar la legitimidad de su accionar, generando una nueva relación entre el Estado y las personas, recuperar la confianza de la ciudadanía en las instituciones públicas para lograr su legitimidad, y lograr el funcionamiento de las democracias, actuando como un facilitador para la implementación de programas gubernamentales y reformas políticas, por cuanto contar con un Estado moderno y democrático es una tarea permanente, descartando la tolerancia a la corrupción y a los corruptos.

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