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La poesía como una “Mirada del sol a través del cristal”. Entrevista a la poeta chilena María Soledad Murúa. Por Rony Núñez Mesquida

I.- Soliloquio con Lorca

 

Hablar de la obra de la poeta chilena María Soledad Murúa[1], es hacer una referencia a lo mejor de la tradición poética latinoamericana. Una confluencia donde, desde Mistral a Elvira Hernández, su tono, profundidad y desgarro hacen cargo en los versos de María Soledad, de una mirada que se bifurca entre la búsqueda de un pasado doloroso y la reserva ante una realidad presente a ratos conmovedora, por momentos extasiada, pero en ambas descritas con la claridad de una construcción poética de una autora que comprende perfectamente los avatares de su escritura.

Tal como lo escribí en mi columna anterior publicada en Le Monde Diplomatique sobre su obra “Cicatrices de Papel”[2]: “De esta forma, la Poeta confronta su propia biografía al calor de la década de los ochenta, con el proceso inédito que vive el país después del inicio de la revuelta de octubre. Un verso que construye un puente entre el compromiso político en tiempos de dictadura, con un llamado de advertencia para que el terror no vuelva a explotar en nuestros rostros nuevamente. Discurso poético donde el necesario ejercicio de la construcción de una memoria colectiva, se entremezclan con la vivencia en primera persona. Para muestra unos versos donde se percibe el ritmo de la obra de María Soledad, donde la barricada y represión ochentera se confunde con el estallido de 2019, como si este país no hubiera aprendido nada de sus mártires”.

En esta misma línea en su texto “Sinfonía de Sueño y Muerte” (Editorial After Poetry, 2022) continúa la construcción de esta voz íntima, este soliloquio permanente que pareciera siempre recordarnos la silueta de Lorca o César Vallejo, de Pizarnik o Stella Díaz Varin.

En su poema “Eres”[3] se puede apreciar esta afirmación:

“Eres

Memoria trizada

Poema eterno en borrador

Palabra en tinta roja

Papel roto

Eres muda sinfonía

Lenta crucifixión

Mi combate permanente por la vida”.

Este tono tan bien construido nos remite inevitablemente a aquellos maravillosos versos de Stella Díaz Varín en su poema “Razón de mi ser” (1949) que rezan de la siguiente forma:

«Quiero dejarme estar, aunque me azote

la tempestad de tus orgías, cuántas,

ya no recuerdo cuántas veces fuiste

el despreciado espectro del deseo

en mi sueño, en mis ojos, en mis manos».

II.- La poesía: una “Mirada del sol a través del cristal”

Tal como lo señala Marina Maggi, a propósito de la “Teoría del Compromiso” de Sartre: “Según la teoría del compromiso que postula Sartre, la obra literaria sería el espacio en que un sujeto autoconsciente pone en acto la búsqueda de la verdad, cuyo discernimiento y exposición se desenvuelve a través de un lenguaje claro, en el que “la palabra pasa a través de nuestra mirada como el sol a través del cristal” (1948, p. 51). Desde esta perspectiva, la significación constituiría la propiedad determinante de la escritura y la búsqueda expresiva implicaría un trato exclusivo con los signos como unidades de sentido”.[4]

Desde este punto de vista, la obra de María Soledad Murúa podría denominarse “vitalista”, donde cada verso suyo, la expone frente a un espejo que es, a la vez, memoria y esperanza.

En su poema “Soy yo la que se va”[5] nos estremece con esta deriva donde la pluma de Sartre conversa con sus propias vivencias, con su propio yo que se diluye, como espuma en un mar intranquilo:

“El silencio es el sonido estremecedor

De la soledad en la calle

Y no viene nadie

Un nudo en mi garganta

Y el frío penetra mi piel como cristal”.

 

O en estos versos de a mi m juicio uno de sus mejores poemas titulado “Atrapada”[6]:

“Llegué corriendo al terminal

Tomé el primer bus

A cualquier parte

Dormí

¿Habré dicho algo?

Siento escalofríos

He resistido ya bastante”.

Dichos versos dialogan, como si toda su obra fuera una estrecha conversación, por ejemplo con estos de su poema “Tu voz”[7]:

“El eco de tu voz en el viento

Es la respuesta a mi pupila pensativa

A la imagen de tu recuerdo

No hay ruidos

Solo silencio”

Para conversar sobre la mirada poética de María Soledad Murúa, nos reunimos en su casa, donde la poeta nos devela la intimidad de su bella escritura. A continuación sus palabras, donde su escritura y biografía personal se funden en una sola voz totalmente prístina.

III.- María Soledad Murúa: “Los temas de mi escritura nacen de la vida misma”

1.- ¿Cuáles son los temas que construyen tu escritura?

Los temas de mi escritura nacen de la vida misma, la propia y la de los otros, es más, la de todos los seres humanos a través de la historia. El paisaje mismo de la existencia, los sentimientos, las reflexiones humanas, el espacio – tiempo que nos toca vivir – habitar, este punto exacto en la línea del tiempo de la historia. Me toca ser y estar con otros, como parte de un todo más grande. La escritura me invita a contar acerca del espacio personal, geográfico, social, político, cultural, valórico, emocional y corporal de este tiempo, que en realidad se vincula y es parte de todos los tiempos, los de antes y los que vendrán. Los temas recurrentes de mi escritura son: la poesía combativa y comprometida: la memoria, la resistencia, la solidaridad, las luchas sociales, los derechos humanos, la esperanza, la remembranza de la infancia, las raíces, el amor y la muerte.

En mi escritura está la presencia persistente de la vida y la muerte que corren juntas una carrera desde el momento del nacimiento mismo de todo individuo. El ejercicio de escribir, responde a ese diálogo interno-externo incesante, frente a la fragilidad de la vida, el reconocer que somos seres efímeros, pasajeros de corta duración, que buscan respuesta y sentido al misterio de la existencia.

Es importante recordar a través de la escritura, el lugar y el papel protagónico que cada ser humano juega, en la construcción de la propia y la colectiva existencia, como un hilo dialógico que va bordando el paisaje de la vida particular, social y cultural, que finalmente repercute en la historia de la humanidad. Este paisaje de vida incluye al individuo de una época, de una sociedad, de una cultura, realidad y sueños de un tiempo. Escribo acerca de las batallas que ha dado el ser humano por intentar construir una historia digna como habitante de este planeta en la búsqueda incesante de la felicidad personal y social. Somos seres cósmicos, que habitamos un espacio – tiempo, en el que nos relacionamos y amamos, más allá de lo nuestro, de lo próximo y lo hacemos de manera consciente, como obreros de la GRAN CONSTRUCCION, realizando acciones por el porvenir y la felicidad futura que han–hemos soñado y soñarán los habitantes de este planeta.

Las palabras y las letras, el amor inmenso por el lenguaje, se empezaron a acumular en mí, desde mi infancia con mi madre, mi padre, mi abuela, mis hermanos, en conversaciones, silencios, vivencias, relatos, libros, revistas, pinturas, películas, fotografías, canciones, etc. El origen de mi interés literario parte o se inicia en mi casa, en mi realidad próxima, con mis padres, mi familia, en el amor por la música y la canción desde el inicio de mi vida. Mi padre fue cantante: Luis Murúa, si bien pertenecía al movimiento de la nueva ola, su mundo interior era muy rico y cuestionador respecto a la vida y a la sociedad, mi madre, mujer trabajadora, inteligente y buena, que estuvo muy enferma durante algunos años, esto determinó mi carácter y personalidad, haciendo de mí una persona introvertida, hermética y tímida y que por esta razón busqué formas de expresión en solitaria y así llegué a la pintura, la lectura y la escritura. La canción y la música de los años ´70 capturó mi atención, entonces partí elaborando mis propios cancioneros de canciones chilenas, españolas, francesas e italianas de esos años, Mi interés por la poesía se inicia ahí, en la música y en la canción.

El paisaje social y natural de mi vida, de la tierra que he habitado o visitado ha sido otro elemento que ha desarrollado mi escritura; Recoleta, Ñuñoa, La Pintana, Paris, Lausanne, La Serena, Santiago de Chile, Gran Canaria, Bolivia, Argentina, Brasil, La Florida; la pobreza y la opulencia…, la tierra, el mar, los cerros, las montañas, el desierto, la selva, el agua, el cielo, las estrellas, los árboles, los animales,… me ayudaron en el ver y el decir.

En mi escritura abordo una gran variedad de temas que tienen que ver con el compromiso consciente de la existencia humana, fundamentalmente temas universales como la defensa de la vida, el amor, los derechos humanos, la resistencia, la dignidad, la esperanza, los sueños, la cultura, el arte, el compromiso social, la justicia, la memoria histórica reciente de Chile.

Trabajo fundamentalmente con la memoria histórica reciente de mí país, mi intención a través de la poesía es preservar e interpretar la memoria, de lo vivido durante la dictadura, a través de relatos de hechos y sentimientos que vivieron y experimentaron los detenidos desaparecidos, las personas que fueron silenciadas a través del horror y la injusticia, esa vida tranquila que de un día para otro se acabó. Esto es así, seguramente porque viví en dictadura casi veinte años, un tercio de mi vida y fueron mis años de la niñez a la adolescencia y luego de mi adolescencia a la adultez. Durante la dictadura en mi país se vivió horrores inimaginables, el infierno. Se bombardeó al palacio presidencial “La moneda”, se asesinó al presidente de la república, (aunque algunos dicen que fue suicidio, yo no lo creo), miles de chilenos fueron presos políticos, se instaló: campos de concentración, toque de queda, estado de sitio, centros de torturas, hubo desaparecidos, ejecutados y asesinatos políticos, violencia represiva permanente, degollados, quemados. Ese pedazo de la historia de Chile yo la viví y fui testigo, cómo no contarla, si puedo hacerlo.

¿Cómo olvidar?, cómo no desear a través de la escritura hacer un poco de justicia, de memoria, sacudir la amnesia, la indiferencia y no permitir que las cosas queden así simplemente en el olvido. Recordar y pedir justicia a cincuenta años de lo ocurrido, no es un ejercicio para avivar el odio, es un ejercicio por activar y encender la humanidad.

También escribo acerca de la música y el arte como expresión cultural que definió y enriqueció, el lenguaje de la sociedad que resistió a la dictadura.

Escribo en lenguaje fácil, cotidiano y breve y la intención en ello, creo, es llegar a todo tipo de lector, pretendiendo el ejercicio de la información, la denuncia, la reflexión y el deseo de querer transformar la sociedad hacia un futuro más justo y equitativo y además ser parte del testimonio de una generación. Creo que, si tengo algo que decir a todo el mundo, tengo que decirlo en el lenguaje de todos, el más sencillo, el menos rebuscado.

Mis publicaciones a la fecha:

 “Heridas” 2017, de Ediciones Caballo de Mar.

“Cicatrices de Papel” 2020, de Ediciones Caballo de mar. Portada y prólogo del escritor y artista visual Sergio Rivera Zuleta.

“Cicatrices de Papel” 2021. (After Poetry, segunda Edición), con portada y prólogo del artista y poeta Sergio Rivera Zuleta. Un libro interesante que trabaja la memoria histórica que consta de cuatro partes: 1ª Tiempo de dictadura, acerca de lo inhumano. 2ª Amores en dictadura. 3ª Estallido. 4ª Acerca de lo humano.

“Sinfonía de Sueño y muerte” 2022 (After Poetry), mi tercer libro dedicado al Maestro de Jorge Peña Hen. Libro Ilustrado por el artista plástico y profesor, Luis Contreras Trujillo - Lucot. Con prólogo del poeta Horacio Eloy y prólogo del escritor y profesor Edgardo Carabantes Olivares. Colaboraron en la contraportada Jorge Coulón, músico y cantor de la Nueva canción chilena (Inti Illimani) y Eduardo Peralta, cantor – trovador representante del Canto Nuevo en Chile.

Mi cuarto libro, Arrullo “Nido en las estrellas” 2023 (After Poetry) fue una acción por la cultura, por la memoria y la conciencia en defensa de los derechos humanos, en el contexto de los 50 años del golpe cívico militar en Chile. Un libro de poesías dedicado a todos aquellos y aquellas que fueron secuestrados, torturados, detenidos desaparecidos y ejecutados políticos. Este libro fue Ilustrado por el artista plástico y profesor, Luis Contreras Trujillo – Lucot. Con prólogo del profesor y escritor Edgardo Carabantes Olivares.

Mi quinto libro: ARRULLO “Nido de estrellas” 2023 (After Poetry), es el cancionero fundamental de la canción chilena consciente desde Violeta Parra hasta ahora, donde aparecen las canciones más escuchadas y cantadas, como expresión y manifestación de resistencia de los chilenos en tiempos de dictadura y movimientos sociales. Se trabajó sobre una encuesta y su objetivo es celebrar y homenajear a los músicos y cantantes íconos que definieron una forma distinta de hacer canción. Es un libro que rescata el arte, la música, la cultura y pretende documentar, preservar y celebrar aspectos culturales de una época. Este libro fue ilustrado por el artista plástico y profesor, Samuel Guerra Leiva. Un libro que nace como acción por la cultura y la memoria, en el cumplimiento de los 50 años del Golpe Cívico Militar. Con prólogo testimonial, del músico Jorge Coulón, uno de los músicos fundadores de Inti Illimani.

2.- ¿Cuál crees que es la relación o cruce entre poesía y el rescate de la memoria?

Somos fundamentalmente seres con pasado, el futuro no existe y el presente en un segundo es parte del pasado; por lo tanto, el tiempo – espacio más habitado por un ser humano es su pasado, ¿cómo entonces no recordar?, ¿cómo entonces, renunciar a la memoria?.

La poesía como testimonio histórico, nace como una forma de resistencia a través del lenguaje, como una forma de vencer la censura del lenguaje prohibido y romper el silencio, formando parte de la resistencia. La poesía en época de dictadura a través de metáforas u otros elementos empieza a hablar por la gente, a mostrar la violación a los derechos humanos y se convierte en un vehículo poderoso de denuncia, de información, de interrogación, de reflexión, de reinterpretación y de memoria en relación a los hechos acontecidos durante la dictadura. A través de la poesía se puede dar voz a las experiencias individuales y colectivas, que de otro modo podrían ocultarse o ser olvidadas en la narrativa histórica convencional. La poesía rememora, recuerda con ayuda de la memoria vivencial, la memoria documentada a través de los medios escritos, de los medios audio visuales, de los medios visuales, de los medios orales o verbales, haciéndose parte de la construcción y reconstrucción de la memoria. Es importante, fundamental reconstruir la historia desde distintas miradas, para tener un soporte de futuro y la poesía como soporte artístico y literario, contribuye a la búsqueda de la verdad. Es natural y fundamental que un poeta o un artista se interese por lo que pasa en el mundo y sea capaz de transformar eso en una obra artística. Hubo mucho silencio, respecto a lo que pasó en el período de dictadura, entonces rescatar memoria es fundamental para documentar e informar a las generaciones que no recibieron esta información y para ir en busca de la verdad, de lo que pasó con tantos y que hasta hoy, después de cincuenta años, aún no hay respuesta.

Algunas de las formas en que la poesía contribuye al rescate de la memoria, es transformándose en testimonio de eventos históricos de una época. Sabemos que la historia está escrita por los poderes, actualmente los poderes económicos, ellos cuentan su historia desde su paradigma, la que defiende lo indefendible.

Desde los 9 años a los 26 años viví en dictadura, por lo tanto, de ese período de mi vida tengo claros recuerdos de las vivencias personales, de las vivencias de terceros, de que ocurría en el país, de lo que ocurría en Suiza con los chilenos, de la cultura que se quiso imponer y la cultura de la resistencia que buscaba una identidad colectiva, recuerdo la grisácea y sangrienta cultura dictatorial, la propaganda, el lenguaje empleado, la forma de vida de los chilenos. A través de la poesía se puede relatar hechos, acontecimientos, de alguna manera ayudar, a visibilizar ese período de la historia chilena, porque se fue testigo de ese tiempo que nos marcó profundamente. También, a través de la poesía se pueden rescatar voces olvidadas: la voz de los sin voz, la de los desaparecidos, la de los asesinados y la de sus familias, contribuyendo de esta manera a la narración de la realidad desde esa orilla de la historia.

Rescatar la memoria, documentar el pasado a través de la poesía, es estar conectados conscientemente con la vida y comprometidos con nuestro tiempo. Mi poesía está comprometida con la vida, con el ser humano, con la justicia y la dignidad, a la vez, pretende contribuir a la preservación y al rescate de la memoria, a denunciar y a exigir reparación, permitiendo procesar y solicitar respuestas humanas para estas experiencias dolorosas y traumáticas que no debieran nunca más suceder, pero que lamentablemente siguen ocurriendo (violaciones a los derechos humanos), como pudimos constatar en octubre 2019.

3.- ¿Quiénes puedes citar como tus referentes poéticos o literarios, a través de los cuales habla tu poesía?

Yo leo mucha poesía, lírica, épica, metafísica, de compromiso social y político, etc., pero principalmente leo a los poetas y escritores que han utilizado la poesía como una forma de lucha, personal y social, de crítica y que abordan temas políticos importantes en contextos culturales y sociales. El verso que transmite emociones intensas, que cuestiona, que desafía y que actúa como catalizador de cambio social y político.

Mis afinidades poéticas son muchas: Pablo Neruda, Violeta Parra, Gabriela Mistral, Vicente Huidobro, Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Jorge Teillier, David Turkeltaub, Cecilia Vicuña, Elvira Hernández, Raúl Zurita, Alexander Pushkin, Sergei Eisenstein, Dante Alighieri, Charles Baudelaire, Paul Éluard, Walt Whitman, Emily Dickinson, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo y Villegas, Federico García Lorca, Miguel Hernández, César Vallejo, Roque Dalton, Nazim Hikmet, Antonia Pozzi, Alfonsina Storni, Alejandra Pizarnik, Idea Vilariño, Juan Gelman, Mario Benedetti, y muchos otros.

No soy especialista en ningún poeta, pero en la búsqueda de la escritura, del arte, en la búsqueda de lo esencial, me he encontrado con ellos y muchos otros. Creo que no son las obras completas de los poetas o de los artistas las que me unen a ellos, a veces, la mayoría, es un eco, una resonancia, algo que tiene que ver con el mundo interior, con la esperanza, que encuentro en un poema, en un verso, en una pintura, en una canción… que me estremece y me conecta a la humanidad, como decía Emily Dickinson: “Si tengo la sensación física de que me levantan la tapa de los sesos, sé que eso es poesía”. En todo caso los poetas que mayormente me interpretan son: Neruda y Zurita.

También he encontrado poesía y/o resistencia en:

Canciones de: George Moustaki, Bob Dylan, Joan Báez, Leonard Cohen, Violeta Parra, Víctor Jara, Quilapayún, Inti Illimani, Patricio Manns, Congreso, Los Jaivas (por la música y letras trascendentes), Illapu, Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Ana Belén, Luis Eduardo Aute, Silvio Rodríguez, Pablo Milanés y en los ´80: Schwenke y Nilo, Santiago del Nuevo extremo, Eduardo Peralta, Hugo Moraga, Eduardo Gatti, Los Prisioneros, Francisco Villa, Manuel García, Pascuala Ilabaca etc.

El Cine de: Andrei Tarkovski, Ingmar Bergman, Charles Chaplin, Stanley Kubrick, Akira Kurozawa, Patricio Guzmán, solo por mencionar a algunos.

La Pintura de: Leonardo da Vinci, Miguel Ángel, Vincent Van Gogh, Kandinski, Renoir, Picasso, Frida Khalo, Roberto Matta, Brigadas Ramona Parra, Alejandro “Mono” González y en artistas destacados más próximos y actuales, como: Luis Contreras Trujillo- Lucot, Samuel Guerra Leiva, Sergio Rivera y Eduardo Daniel Palominos.

Encontré, la poesía en todo, la busqué siempre, y la sigo buscando: la palabra, el decir, el mensaje, era necesario, la encontré y la sigo encontrando, en el arte, en la expresión humana de los seres humanos que siembran a través del arte: amor y esperanza y creen en un ser humano mejor y en una sociedad más justa y amorosa.

Creo en mis hijos y en los hijos de mis hijos que aún no nacen.

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Rony Núñez Mesquida, Escritor y Columnista Le Monde Diplomatique Chile.


[1] MARIA SOLEDAD MURUA MUÑOZ (Santiago de Chile, 1963) Desde muy niña siente fascinación por la pintura, la música, el teatro, la literatura, el cine, el arte en general. Comienza desde muy niña a pintar, a escribir y es a través de la música; de las letras, de las canciones su primer asomo al mundo de la lectura y la escritura, realizando en su niñez selecciones de canciones y elaborando artesanalmente sus propios cancioneros; son las canciones que la llevan a indagar en el mundo de las letras. Entre 1982 y 1983 vive en Suiza, donde realiza estudios de francés, primero en el Instituto Richelieu y posteriormente en la Universidad de Lausanne, esto la acerca mucho más al mundo literario y es en esta misma universidad donde colabora escribiendo para revistas informales, de resistencia, de exiliados políticos latinoamericanos. Entre sus publicaciones a la fecha destacan: “Heridas” 2017 , “Cicatrices de Papel” 2021 , “Sinfonía de Sueño Y Muerte” 2022

[2] Ver https://www.lemondediplomatique.cl/cicatrices-de-papel-el-verso-como-construccion-de-dignidad-entrevista-a-maria.html

  [3] Ver poema ”Eres”, del libro “Sinfonía de Sueño y Muerte”, Editorial After Poetry, año 2022, página 72

[4] Ver "El esfuerzo delirante de la poesía”: el vitalismo poético del lagrimal trifurca (1968-1976)

[5] Poema Libro Arrullo " Nido en las estrellas". Año 2023

[6] Ver poema ”Atrapada”, “Sinfonía de Sueño y Muerte”, página 60

[7] Ver poema “Tu voz” del libro “Arrullo: Nido en las estrellas”, Editorial After Poetry, 2023

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