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La política ante el mercado. Por Carlos López Dawson

IDEOLOGÍAS Y ECONOMÍAS

Se ha escuchado reiteradamente que algunos ciudadanos de América Latina apoyan la idea de un movimiento libertario, agresivo, que promete eliminar la casta política. Las ideas libertarias se originan como respuesta al absolutismo y como exigencia de mercados libres y reconocimiento de derechos fundamentales. Se trata de ideas de los albores del capitalismo. En la historia han surgido numerosas doctrinas políticas sobre el Estado tales como el liberalismo, anarquismo, socialismo, socialdemocracia, comunismo, socialcristianismo, fascismo, nazismo, por nombrar las más conocidas.

Las ideas libertarias, como las del anarco libertarismo de difundidas en otros países, son criticadas por carecer de libertades y solo promover la libertad del capital.( http://www.pensamientocritico.org/javier-milei-el-libertario-peinado-por-el-mercado/ ).

El capitalismo como sistema económico ha sido elogiado y criticado, y, muchas veces, desde Marx, se ha anunciado su crisis. Pero, sobrevive. Desde luego que las criticas decimonónicas sobre el capitalismo tenían total fundamento, toda vez que realmente se trató de una explotación inhumanas de los trabajadores y que causó problemas sociales y de salud graves.

Desde hace algún tiempo se estima que se ha pasado del sistema liberal al neoliberalismo. Algunos han propuesto que para evitar la debacle debería aplicarse el capitalismo popular, lo cual evitaría el colapso de la clase media. Pero, también su carácter ha cambiado en un proceso difícil, pero apelativo. En efecto, en muchos países el Estado ha intervenido el mercado de tres maneras, al menos, estableciendo políticas públicas para garantizar derechos económicos y sociales, lo que se conoce como el Estado de Bienestar, sancionando los abusos del mercado y creando lo que se denomina capitalismo popular que tendría dos aspectos: los fondos de pensiones como capitalista y la participación de los trabajadores como accionistas de las empresas. Reúne más consenso cuando este proceso de cambio de carácter del capitalismo se desarrolla bajo regímenes democráticos plenos y es, por tanto, expresión de la soberanía; pero, cuando se desarrolla en Estados sometidos a dictaduras o con regímenes semi democráticos, es absolutamente cuestionable y se presta para toda sospecha como ha sucedido en Chile y en el caso particular del salitre.

DEMOCRATIZAR LA ECONOMÍA

La tesis de democratizar la economía se ha postulado como un medio de ampliar sus beneficios. La experiencia histórica demuestra lo contrario. La privatización de las empresas del Estado realizada bajo la dictadura de Pinochet es considerada un fraude tanto por investigadores académicos, periodistas, por la Contraloría General de la República y por las comisiones investigadoras de la Cámara de Diputados, por jueces y fiscales del Poder Judicial, de allí que se pueda sostener que se trató de un proceso fraudulento y, hasta el momento, de una estafa perfecta. Y desde luego la idea de la democracia nunca estuvo presente.

En la historia de América Latina y en particular de Chile, hay dos constantes en el desarrollo del capitalismo: las masacres de trabajadores y la corrupción promovida por agentes del Estado y particulares. El capitalismo popular es una de las caras de esto último. Durante la dictadura civil militar se anuncia una política que consistía en “democratizar” las empresas haciendo participar a los trabajadores como accionistas. Sin embargo, dicha política sirvió a la dictadura para privatizar las empresas del Estado en beneficio de algunos agentes del mismo estado, que se convirtieron en grupos económicos y también de grupos económicos preexistentes ligados al régimen, pero haciéndolo de manera fraudulenta al venderlas a un precio vil en beneficio de los que se quedaron con las empresas, quienes, por lo demás, estaban ligados familiar y socialmente con los detentadores del poder estatal de la época, con excepción de los trabajadores que accedieron, muchas veces forzadamente, a la calidad de accionistas hasta un 20% del capital de las empresas privatizadas (DL 3500) dirigidas por agentes del Estado que promovieron el proceso privatizador beneficiándose. La comisión investigadora de la Cámara de Diputados recibió denuncias referidas a la falta de transparencia de la familia de Pinochet con el aparato público. Sin embargo, dichas investigaciones están inconclusas. Y de las acciones populares no se tienen noticias.

EL DRAMA DEL MERCADO

La crisis global que se instaló en el mundo desde comienzos del año 2020 como consecuencia de la pandemia del coronavirus y que fue precedida en muchos países entre otros Francia y Chile, por estallidos sociales, han demostrado con claridad que los conceptos jurídicos basados en el liberalismo y neo liberalismo han quedado obsoletos, forzando a los Estados a adoptar medidas de solidaridad, en algunos casos con cierta renuencia y otros más ampliamente, lo que no significa necesariamente que hayan desaparecidos las estructuras que se desarrollaron bajo el capitalismo.

LAS CONTRADICCIONES

Cualquier estudio sociológico que analice las estructuras socio-económicas en los diferentes Estados, mostrara enormes diferencias de todo tipo, las que han quedado de manifiesto en la crisis global en la citada pandemia. En efecto, muchos de los problemas que desde siglo XIX se denuncian como aporías del Estado liberal siguen presentes; no obstante, hoy existe mayor conciencia de solidaridad, de hecho, los trabajadores tienen derechos reconocidos, instituciones que les protegen algunos derechos, existe un Estado que otorga algunas garantías para los menos favorecidos o más carenciados; pero, en esencia no es solidaridad sino limosna, que se agrava cuando los Parlamentos nacionales dictan leyes favoreciendo a los poderosos y no a la mayoría de los ciudadanos.

La ética está constituida por reglas o normas de carácter general y universal, como, por ejemplo: amar al prójimo, no mentir, respetar la vida de las demás personas, etc. Ética, según la RAE es un conjunto de normas morales que rigen las conductas del cualquier ámbito de la vida. La ética es parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores. https://dle.rae.es/%C3%A9tico . El concepto que sinonimia la moral con la ética lo estimo superado por cuanto la moral es circunstancial, es cambiante, lo que ayer era considerado inmoral hoy es aceptado. En cambio, la ética es un conjunto de principios permanentes que no depende de la moda o de las hábitos sociales sino de la trascendencia de la vida. La ética, en el sentido propiamente tal, es decir filosófico, quiere decir que los actos deben respetan al otro y al medio ambiente; sin embargo, el capitalismo en si, su objeto es el lucro y no la ética, y no me parece correcto denominar ética a las reglas que podrían ser leyes o normas morales, pero no éticas en el sentido filosófico.

Un buen ejemplo de la falta o ausencia de ética Legislativa es el sistema de previsión actual, el sistema de previsión social tal como lo concibió la dictadura que está fracasado y solo ha servido para expoliar a los trabajadores beneficiando a los dueños de este y a unos pocos trabajadores.

EL ROL DEL MERCADO

Nadie niega que el mercado es la manera natural de fijar los precios de los productos, aunque no de la mano de obra; pero, para que ello suceda se requiere que el mercado sea realmente libre y no manipulado. Lo que es una utopía. Para lograr disminuir las amenazas a la libertad de mercado se requiere la acción del Estado, de lo contrario rige la ley del más fuerte. El Estado actúa de muchas maneras para lograr combatir las amenazas a la libertad de mercado, tales como leyes, reglamentos, instituciones fiscalizadoras, educación de los consumidores, ética de los comerciantes y productores. La libertad en general necesita de una ayuda del Estado, lo que es contrario a cualquier idea anarquista que se disfrace de liberal. La libertad se desarrolla en una Estado de Derecho, y sus enemigos no están ni entre los ciudadanos consumidores ni en ideas del progreso, sino en delincuentes de cuello blanco que buscan obtener ganancias ilícitas e inmorales, o carentes de ética, a costa de los demás manipulando el mercado.

Respetar la ley es fundamental para garantizar una verdadera libertad de mercado. Pero si la ley es manipulada para sacar ventajas indebidas, como ha sucedido con las ISAPRES que ahora se niegan a respetar un fallo judicial, o para mantener un estructura fracasada como las AFPs., entonces desaparece la libertad de mercado y rige la ley del más fuerte, con lo cual los portonazos pasan a ser una dolorosa anécdota que agrava la sensación de inseguridad general.

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