El tiempo transita en el reloj del invisible mar, un lar con punto de referencia geográfico al sur de la Araucanía lacustre en Chile. Espacio suspendido en la retina, como la onírica misión del tiempo, como si el musgo no fuera necesario en este cotidiano cansado en su trajín diario desplazado y maltratado por la historia y los gobernantes. Asistimos al triste final de un proyecto político con sentido de comunidades, que terminó prematuro e inconcluso, devorado en la codicia de los pragmatismos extremos y el afán narcisista de los asesores con cadena de turno.
Pese al acento contralor y destituyente de los días, la experiencia acumulada permite levantar un proyecto con sentido de raíz propia. Una épica que suma y avanza, recuperando el perfume profundo que explica el origen de un proyecto con sabor de izquierdas y colectivos al sur de la Araucanía.
Un espacio que con distancia y tristeza observa el naufragio de un proyecto que fundó sus esfuerzos en lo posible. Entregado a la pragmática mercantil en un espacio social y político que reclama identidades. Revolcándose en un barro farandulero que lo despojó de identidades y lo transformó en mercancía para los y las compradores de turno (gobernadores y diputados). Sumamos y avanzamos, con la esperanza de reconstruir un proyecto de izquierdas, bienvenidos los y las que nos quieran acompañar en esta travesía llena de incertidumbres donde la esperanza y la utopía habita en colmenas de dulzor sereno.
Marco Silva Cornejo, académico Araucanía.
