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Los factores socioculturales del emprendimiento. El caso Lo Valledor. Por Pablo Castro

En momentos en que las sociedades sudamericanas tienden a regresar al neoliberalismo que gobernó en los años 80 y 90, dejando paso a gobiernos que intentaron por diferentes caminos regresar al Estado su rol de líder y de ente director de la economía; vuelven a surgir interrogantes sobre el emprendimiento, sus orígenes, sus génesis, sus consecuencias.

En los últimos años, las investigaciones sobre el emprendimiento han estado orientadas principalmente hacia el proceso emprendedor y la identificación de oportunidades de negocios. Esta investigación, realizada en el marco de una tesis doctoral, se analiza cuáles son los factores socioculturales que influyen en la aparición de nuevos emprendedores y el posterior desempeño de éstos en una comunidad comercial, como lo es la Central de Abastecimiento Lo Valledor.

El estudio se centra en la intersubjetividad de los sujetos, y su eje es la acción social. A través de ella, se investiga los factores ambientales, culturales y del entorno en general, además de los factores subjetivos como concepto de sí mismo y relaciones significativas con los otros individuos. De esta manera se identificaron los factores socioculturales que influyen en la actividad emprendedora.

En el desarrollo de teorías que expliquen la génesis del emprendedor y sus motivaciones para iniciar un emprendimiento, desarrollar y perdurar en el tiempo con una renovación constante, han surgido elementos que manifiestan que los factores socio-culturales, se consideran, en forma general, según Pérez y Fernández (2009) “como relevantes en los procesos interactivos del sujeto con su entorno, entre el mundo psíquico y el mundo exterior y entre la identidad y el contexto de su construcción”. A partir de estos mismos autores se puede, entonces, definir estos factores socioculturales, generados en el interior de una concepción histórica y en una sociedad en la que opera una interacción cultural.

Dichos factores socioculturales, investigados en este trabajo, son los que influyen en el desempeño de los emprendedores y en todo su proceso emprendedor, en el marco de una comunidad comercial exitosa como es la Central de Abastecimiento de Lo Valledor (CALV). Los estudios que se desarrollan en la actualidad, exigen considerar las características del emprendedor, sus habilidades y su conocimiento, dentro de un contexto acotado como la interacción con el entorno.

Dentro de los valores socioculturales que interesan, está la forma de relacionarse dentro de una colectividad, según Hofstede (1980); lo que distingue a sus miembros. De manera que el concepto de emprendimiento se comprende, como lo dice la Academy of Managment (2012) como “los actores, acciones, recursos, influencias ambientales y los resultados asociados con la aparición de oportunidades empresariales y/o de nuevas actividades económicas en múltiples contextos organizacionales, considerando no tan sólo elementos de la creación de empresa, sino de todo el proceso emprendedor, incluyendo el desarrollo del emprendimiento y la posterior explotación de un negocio.

Aun cuando existen políticas públicas de fomento al emprendimiento, éstas parecieran tener un impacto menor o nulo, en comunidades como Lo Valledor, como lo arroja esta investigación. Además de los aspectos sociodemográficos que explican la actividad emprendedora de Lo Valledor, se busca conocer algunos factores socioculturales, entre ellos el sistema de acción con sentido en el emprendedor, como la motivación al logro y el miedo al fracaso, dentro de una comunidad privada de desarrollo económico importante en sus cinco décadas de existencia, como lo es la CALV.

Dentro de este contexto, en el que se ha realizado la investigación, está latente la noción de crecimiento, principalmente económico, donde el crecimiento social y la calidad de vida han sido investigados con menor énfasis que la actividad económica. Países, como Chile, que han tenido un constante desarrollo económico, han generado, según Oliva (2008), desigualdades económicas y sociales que se vinculan con los factores socioculturales que nos interesan.

El emprendimiento, además, está dentro de unas ramas de las ciencias de la administración que ha tenido un mayor crecimiento en el último tiempo, pero tal como menciona Veciana (1999), donde se puede encontrar nuevas brechas de conocimiento, tal como ejemplifica Venkataraman et al. (2012), donde entrega algunas orientaciones sobre cuáles son los nuevos temas a desarrollar en el área del emprendimiento. Por ello, la detección de los factores socioculturales en un entorno de acción del individuo e interacción con su entorno, recobran importancia, sobre todo por la gran desigualdad que existe en Chile; país que, por un lado, muestra algunos éxitos económicos de diversas importancias; pero que no posee un equilibrio en la gran mayoría de los aspectos sociales, como lo muestran Castillo y Rusque, (2002). Si se lleva el estudio en la Central de Abastecimiento Lo Valledor, se debiera poner en relieve una serie de aspectos con enfoque diferente al de las teorías que se han desarrollado en el área del emprendimiento.

La Central de Abastecimiento Lo Valledor es el principal mercado hortofrutícola del país, donde además comparten más de 1.500 puntos de venta de todos los rubros, 2.600 posturas de camiones y donde conviven, en promedio, más de 30.000 personas cada día. Es por ello que el crecimiento económico de Lo Valledor es tan importante para el país, de la misma manera que el factor social es ineludible para la realización de este estudio, dada las importantes manifestaciones de la sociedad, hoy en día en búsqueda de mayores oportunidades que sean más igualitarias para todos.

¿Cuáles son los factores socioculturales que influyen en la actividad emprendedora de Lo Valledor?

Desde Weber (2003), se define diferentes tipos de empresarios frente a su obra. Su obra puede ser considerar como una primera aproximación sociológica a la ciencia de la administración que intenta definir a los emprendedores. Esto con las miradas económicas de Schumpeter (1934), Knight (1947), Kirzner (1979) que dan una visión para desarrollar las características y determinar cuáles aparecen mayormente influenciadas por factores sociológicos, culturas y también el individuo, pues dentro de las características psicológicas de los emprendedores, resultan evidentes los aspectos como las motivaciones de pertenencia, logro y poder, tal como lo menciona McClelland (1961), como parámetros para el crecimiento de empresas y, por ende, de un desarrollo eficaz y perdurable en el tiempo. Chile se sitúa en un contexto latinoamericano, el que a su vez está inserto, con varios matices, en el ámbito de “países en vías de desarrollo” donde algunos de los cuales han recibido la nominación de “países emergentes”, a causa de su rápido crecimiento económico. Dos países del área son miembros de la OCDE; aunque es importante señalar que el desarrollo de estos países no debe ser enfocado a un mero ámbito económico, sino que, además, se debe considerar el factor social. De hecho, la gran mayoría de los países del mundo y sobre todo los países desarrollados, consideran protagónico el factor social dentro de los criterios que evalúan el crecimiento del país.

Por tal razón, llevar esta investigación a un campo de estudio no explorado como es la Central de Abastecimiento Lo Valledor, reviste gran importancia puesto que el crecimiento de los emprendedores que forman parte de la comunidad no es sólo económico, sino que también social y cultural.

Las características únicas que posee esta comunidad, fundada en 1968, se distinguen a las del resto de los mercados mayoristas de Latinoamérica y del mundo; pues todas dependen de una u otra forma de los Estados respectivos de cada país. A título de ejemplo sobre el tema de la propiedad de los mercados mayoristas en el mundo, se mencionan algunos. En Brasil, existen muchos por su geografía y están asociados en la “Asociación Brasileña de Centrales de Abastecimiento” que depende directamente del Ministerio de Agricultura. En Argentina, el Mercado Central de Buenos Aires depende de la Secretaría de Comercio Interior y es una corporación. En Europa, el Mercas de Madrid, uno de los más importantes del orbe, es una sociedad anónima, al igual que la chilena, pero tiene relación directa con el gobierno pues está adscrita a la Consejería de Economía y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Madrid. Tanto este mercado como el de Barcelona (MercaBarna) son sociedades mixtas, con propiedad de un 51% de sus Ayuntamientos respectivos y de privados. En el caso del M.I.N. Rungis de Paris, el más grande del mundo, con llegada directa de productos vía aérea, ferroviaria, fluvial y vial; el propietario es el Estado francés y lo administra una sociedad concesionaria denominada Semmaris SA de la cual son socios el Estado Francés y los 1.400 locatarios que ocupan los diferentes “pavillons” ubicados en sus 232 hectáreas. La Central de Abasto de México D.F. es directa responsabilidad del Gobierno del Distrito Federal. El movimiento en transacciones del principal mercado chileno comparado con el mexicano, es aproximadamente la mitad de este último, aun cuando la población chilena es sólo un 15% de la total en México.

Estudiar las influencias socioculturales desde un punto de vista que no sea tan sólo teórico, sino, más bien, práctico, basado en la realización misma del emprendimiento; es sumamente necesario y constituye además un aporte, pues no queda sólo en el nivel de teorías, sino que también en la realización de las motivaciones, ambiente y perspectiva del emprendedor, el cual es motivado por una necesidad/oportunidad con la consiguiente capacidad de llevar eficientemente la idea a la acción.

Existe también relevancia en realizar un registro documental, a partir de encuestas y entrevistas, de la CALV por su importancia para el país y por su desarrollo distintivo a nivel mundial, sobre todo que en 2014 se ejecutaron nuevos proyectos que cambiaron la composición de este importante mercado.

No obstante, esta investigación se desarrolla en el interior de una comunidad, cuyos elementos no suelen encontrarse para desarrollarlo totalmente desde la perspectiva interna, según la teoría de los seis ámbitos: a saber, cultura, política, financiamiento, capital humano, mercados y apoyo institucional y de infraestructura, aunque sí se generó un estado de arte de estas situaciones.

La CALV funciona como una Comunidad que se hizo Sociedad Anónima. Se la ha definido, en algunos organismos públicos como un clúster; pero en realidad, no corresponde tal caracterización, pues la definición propia de este concepto es la de organizaciones empresariales interconectadas, con asociaciones en su campo de acción, unidos por prácticas comunes y complementarias, según Porter (2001). En particular, el vínculo de las empresas es sólo el lugar común ya que los rubros son demasiados amplios, aunque se trate, en general, de productos agroalimentarios, como para mencionarlos todos y, en todo caso, no poseen políticas complementarias, puesto que actúan bajo las leyes del “libre mercado” en su forma más pura, dado que el precio es estrictamente referenciado por la demanda. No sólo existen empresas y organizaciones, sino que también pequeños emprendimientos y emprendedores.

Comenzamos por definir el concepto emprendedor como: “aquellas personas que son capaces de asumir el riesgo y la responsabilidad de poner en marcha y llevar a conclusión un proyecto, donde el emprendedor es concebido como una persona decidida a cumplir sus utopías factibles contribuyendo fundamentalmente a crear una economía de valor” (Toledo, 2001); valor que no sólo es económico, sino social.

El emprendedor no tan solo detecta anomalías, sino que realiza algo por mejorarlas, por resolverlas, teniendo en cuenta que debe escuchar y comprender su entorno con una sensibilidad en su actuar con la sociedad Flores (1994).

Se constata que lo principal son las redes y los ejemplos cercanos de emprendimiento los que sirven al individuo de modelo para ser un nuevo emprendedor. Esto no sólo lleva hacia el estudio de la interacción del sujeto con el contexto, como lo señala Ramírez (2010) sino que también a un pensamiento complejo, a saber, que el concepto de capital social se vuelve relevante bajo este prisma. En el caso específico de esta investigación orientada hacia la actividad emprendedora, tres son los elementos relacionados:

a) el tipo de contenido de intercambio,

b) la gobernanza en las relaciones de la red

c) la estructura de la red creada por las relaciones transversales.

Aunque, en general, prima la tendencia a reducir al individuo por sobre la empresa, el conocimiento de las personas es fundamental para describir los comportamientos organizacionales, aunque el individuo no debe ser considerado como la única variable. Por otra parte, las competencias de las personas, como sus habilidades, características, valores, por mencionar algunas, van ligadas a la acción de llevar a cabo el proceso de emprendimiento.

Sobre las categorizaciones de emprendedores, se distingue dos tipos de emprendedores; aquellos que espontáneamente crean un negocio y que son los llamados “voluntarios” o “de oportunidad” y aquellos que lo realizan porque no tienen otra oportunidad en el mercado laboral que se denominan como “de necesidad”.

Clara Orrego (2008), al definir al emprendedor actual dice que “debe ser por tanto responsable socialmente y sus acciones deben lograr entrañar la dimensión ética y la axiológica que, traducida al contexto organizacional, supone asumir compromisos y obligaciones desde las perspectivas económica, social y ambiental”.

Para emprendedor, la OCDE oficializa la siguiente definición: “Los emprendedores son agentes de cambio y crecimiento en la economía… que además están dispuestos a correr los riesgos para demostrar que sus intuiciones son correctas”

Lo Valledor funciona como una comunidad humana con bajo nivel de comunicación interna, puesto que las ocupaciones y tareas son múltiples, cada día es una carrera contra el tiempo y la venta de los productos al cliente, es la función primordial de cada uno de los miembros presentes en la Comunidad. En efecto, es una comunidad “de pocas palabras” puesto que las 30.000 visitas diarias, saben perfectamente a cuál de las 6.000 personas que trabajan en Lo Valledor le van a comprar cada uno de los productos que consumen a diario. Los 30.000 visitantes que Lo Valledor recibe cada día corresponden fundamentalmente a almaceneros, verduleros, restaurantes y MIPEs, los que en general, venden los productos adquiridos en las aceras de los barrios del gran Santiago. 36.000 personas que circulan en el interior de las 40 hectáreas de la CALV y todos se conocen.

Finalmente, para el observador, Lo Valledor es un espacio comunitario que favorece el emprendimiento exitoso, un espacio que permite el desarrollo económico de los que allí trabajan; con sus costumbres sus códigos propios y sus cánones de comportamiento particulares. Pero sus falencias en lo que se refiere a la comunicación, tanto interna como externa, ponen en peligro las raíces mismas de su existencia transformándose en una letal amenaza. Por su personalidad emprendedora y sus calidades humanas, a pesar de su baja formación y su baja educación, el individuo de Lo Valledor logra el éxito, a pesar de todas las falencias enunciadas que no favorecían el buen término del sueño que finalmente convirtió en realidad.

Los resultados obtenidos del análisis de los datos que fueron recopilados, llevan a afirmar que el perfil del emprendedor en la Comunidad de Abastecimientos de Lo Valledor está claramente marcado por un bajo o medio bajo origen social y un bajo o medio bajo nivel de educación escolar o académico.

En general se está frente a un individuo con muy pocas o ninguna, perspectivas de futuro en el mundo laboral y con capacidades objetivas aún menores de realizar cualquier tipo de emprendimiento para aspirar a una mejor vida para él y los suyos.

Sin embargo, la CALV ofrece un medio ambiente que es favorable para quienes trabajan allí, ya sea de cargador, de vendedor o en cualquier otra función, pueda lanzarse en un emprendimiento, con un local, cobertizo o postura. Fuera de la CALV, los factores externos que favorecen el emprendimiento, como el apoyo bancario, la flexibilidad de los proveedores, la captación de mano de obra capacitada, entre otros; son absolutamente inalcanzables por individuos que presentan el perfil estudiado. En el interior de la CALV, los individuos estudiados obtuvieron cada uno de estos elementos vitales, por el sólo hecho de haber emprendido en la CALV.

Sin embargo, la CALV no está estructurada para favorecer el emprendimiento, ni para apoyar a los nuevos emprendedores, ni para asesorarlos en obtención de fondos públicos, por ejemplo. El hecho de que el apoyo externo (bancario, de proveedores, de mano de obra capacitada) sea una realidad en el interior de la comunidad se debe a factores internos y medioambientales. La Comunidad de Abastecimiento de Lo Valledor ofrece un espacio en donde individuos poco o mal armados para enfrentar el mundo laboral o empresarial, puedan desarrollar emprendimientos exitosos a cambio de esfuerzo, trabajo, rigidez y seriedad; en un espacio en donde se opera casi 90% del comercio hortofrutícola del país. El espacio de la CALV favorece naturalmente la llegada de nuevos emprendedores que, en la mayoría de los casos alcanzan el éxito.

Pablo Castro, PhD.

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