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Manifestación en la Plaza Salvador Allende, frente a la embajada de Chile en París.

Discurso de la AEXPPCH-Francia con ocasión del 44° aniversario del Golpe de Estado de septiembre de 1973 y de la muerte del compañero Salvador Allende

44 años han pasado desde el golpe de Estado de 1973, organizado por Washington y los dueños de Chile y ejecutado por militares a sus órdenes, Golpe que derrocó al gobierno democrático de Salvador Allende e instauró una dictadura por diecisiete años. Desde las primeras horas, las fuerzas democráticas se organizaron para resistir à la embestida reaccionaria. Esa resistencia llevó a la muerte a miles de militantes, mientras otros cientos de miles fueron encarcelados, torturados, expulsados del país.

La Resistencia se organizó desde el primer día para defender los valores democráticos y el progreso social que el Golpe se propuso destruir. Según los nuevos amos había que terminar no únicamente con lo realizado por el Gobierno democrático de Salvador Allende, sino con todo lo que las clases populares habían obtenido con sus luchas en los últimos cuarenta años: previsión social, educación libre y gratuita, servicios de salud, programas de vivienda popular, libertad sindical, etc., etc.

Formalmente la dictadura terminó hace veintisiete años. Pero la transición que comenzó entonces, transada por algunas fuerzas que hicieron un pacto con los militares, nunca dio cuenta de las luchas y valores que inspiraron a los que nos organizamos por derrocarla. Y tampoco dio cuenta de la vida de compañeras y compañeros que cayeron luchando durante ese largo periodo.

Hoy el poder judicial exonera de penas de cárceles a asesinos y torturadores formalmente reconocidos. Hoy, a pesar de años de movilizaciones de la juventud chilena, la educación sigue siendo un privilegio y una fuente de lucro para algunas familias dueñas de escuelas e institutos. Hoy en día, a pesar que la gran mayoría de los chilenos sufre salarios de miseria y que exige el fin de los fondos de pensiones privados (AFP), los bancos y financieras continúan lucrando con el trabajo de todos los chilenos. Hoy día, el pueblo mapuche, para existir como tal, debe buscar nuevas formas de organización y movilización para hacer frente a la represión cotidiana del Estado chileno. La OCDE, organización que no se caracteriza por sus simpatías hacia las movilizaciones de trabajadores, constata que en materia de sindicalización, Chile es el país que tiene las leyes más represivas en contra de los representantes sindicales.

En dos meses habrá nuevas elecciones presidenciales.

¿Qué es lo que podemos constatar?

La extrema fragilización de los partidos de la Izquierda tradicional cortados del sentir popular, sin liderazgo y carentes de un programa movilizador.

El enorme esfuerzo de los sectores jóvenes por constituir una fuerza progresista de nuevo tipo como es el «Frente amplio», pero constantemente marginalizada por la clase política oficial.

La débil participación electoral, especialmente de los jóvenes.

Todo eso muestra la dramática pérdida de valores de la política chilena y la poquísima significación que la gran mayoría de los chilenos da al proceso electoral.

¿Cómo podría ser de otra manera si desde hace veintisiete años que son llamados a participar por cambiar la situación, los gobiernos sucesivos, de diferentes tendencias y colores políticos, poco o nada han cambiado? No olvidemos que hoy, además de la Constitución heredada del Pinochetismo, les chilenos sufrimos de la misma estructura social y económica impuesta por la violencia dictatorial.

Es en el combate de los jóvenes, de los estudiantes, de los trabajadores, de los familiares de desaparecidos, de los exonerados y ex presos, de las mujeres por sus derechos, de los mapuches, de los jubilados, que encontramos la semilla sembrada por los compañeras y compañeros que dieron sus vidas por un Chile más justo, igualitario y democrático.

Este acto conmemorativo no solo es para apoyar las actuales luchas del Pueblo chileno, sino también para rendir homenaje y honrar la memoria de esos militantes que siguen viviendo en el ejemplo.

Cumpliendo ese irrenunciable deber de Memoria, nuestra asociación ha creado un Archivo oral cuyo objetivo es hacer un aporte a la memoria colectiva de nuestras luchas, grabando el testimonio de cada uno de nosotros. Mientras más numerosos seamos en hacerlo más importante será la historia alternativa del Pueblo chileno a la que nos proponemos contribuir.

¡Las libertades que hoy nos faltan son nuestras vergüenzas!

¡Los sueños de hoy día son nuestras libertades de mañana!

Paris, 11 de septiembre 2017

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