Hace muy poco se lanzó el libro “Manifiesto Lenin” (Mutantes Editores), escrito por Ricardo Espinoza Lolas, quien fue candidato al Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales 2025. Esta obra es imprescindible para todo lector revolucionario y agente de cambio.
Bueno, comencemos por lo primero, que en el sentido más estrictamente hegeliano y leninista se puede abordar, no por el principio, es decir, no por este libro Manifiesto Lenin. Ricardo Espinoza Lolas ha trabajado incansablemente en Hegel, particularmente en ese libro maldito que nadie lee: La “Ciencia de la Lógica”. Así, Ricardo ha normalizado (traducido a nuestro entendimiento) las categorías de este pensador alemán a nuestros tiempos, en nuestro lenguaje, llevándolas a diferentes planos de nuestra vida social, en suma, a la vida del NosOtros: arte, cine, música, política, economía y un largo etcétera.
¿Pero por qué Hegel? Lo que Hegel ofrece en La “Ciencia de la Lógica” es un método para comprender cualquier cosa, y cuando digo cualquier cosa, me refiero a todo: desde la ciencia, la filosofía, el arte, la política, la guerra; todo puede ser observado y comprendido desde La Ciencia de la Lógica… El camino de todos los caminos, donde el método es el sistema de redes lógicas en su desarrollo (en su producción). Una maravilla.
Lenin no es la excepción en su admiración por Hegel, pues en sus cuadernos filosóficos dice: «Y una cosa más: en esta obra de Hegel, la más idealista de todas, hay menos idealismo y más materialismo que en ninguna otra». Marx, en sus Manuscritos de economía y filosofía, afirmaba que Hegel fue el primero en concebir la autogeneración del hombre como proceso. ¡Pero hay muchos más! Hegel escribe el libro, Marx visualiza las categorías económicas, y Lenin hace la revolución.
No es forzado, entonces, señalar que para entender a Marx y a Lenin hay que acudir a Hegel. En primer lugar, ser un revolucionario es ser un revolucionario lector.
Ricardo es, precisamente, un revolucionario, y sus obras dan cuenta de ello. Antes de la publicación de “Manifiesto Lenin”, se editaron “Hegel y las nuevas lógicas del mundo y del Estado. ¿Cómo se es revolucionario hoy?” (Akal), con prólogo de Slavoj Žižek y epílogo de Alberto Toscano; “Capitalismo y empresa. Hacia una revolución del NosOtros” (Libro Pascal Editores), con prólogo de Antonio Negri y epílogo de Eugenio García (de la campaña del ¡NO!); y “Manual para disolver el capitalismo” (Morata), con prólogo de José Luis Villacañas. Aunque existen más libros, estos tres conforman la tríada teórica de Hegel para comprender la actualidad y dar un paso afirmativo y esperanzador en medio de tanta chapucería del “Yo Hulk”, como dice Ricardo. Ahora, por su parte, llega la praxis con “Manifiesto Lenin”.
En 1914, Lenin fracasa y toma una decisión importante, sin duda del tipo que no solo lo cambia a él, sino también a muchos otros. Perfectamente, como dice Ricardo, Lenin podría haberse entregado al alcohol, haberse perdido o haber desaparecido del mapa. Pero no fue así. Lenin toma la “Ciencia de la Lógica” y, línea por línea, sus anotaciones revelan una lectura fresca, totalmente renovada y profunda. En muy poco tiempo, de manera obsesiva, lee lo que pocos se atreven a abordar: un libro que, a primera vista, puede parecer tedioso. Estas anotaciones, denominadas por Lenin “Cuadernos filosóficos sobre la Ciencia de la Lógica de Hegel”, son el objeto de análisis de Ricardo en este libro. Lo que para Lenin son apenas un par de páginas correspondientes al 22 de marzo de 1812 (cuatro páginas) y al 7 de noviembre de 1831 (diez páginas), Ricardo demuestra cómo, a través de Lenin, es posible ser revolucionario hoy. Esto no es algo menor. La buena noticia que Ricardo ofrece tras la lectura de las anotaciones de Lenin a Hegel es la siguiente: la Revolución es posible en la medida que nos ponemos en movimientos los unos con los otros en medio de una naturaleza en sí misma dinámica; de esta forma, realizaremos lo que en cierta forma siempre ya realizamos cuando nos amamos, esto es, nos emancipamos de la estupidez Narcisa y rígida que nos hunde en la pesadez de estos tiempos, y con ello NosOtros podemos navegar en ciertas Barcas por encima del dolor de la vida en su finitud radical y material y del odio al otro que proclaman algunos: Manifiesto Lenin.
Por eso y más, se hace urgente e imprescindible leer Manifiesto Lenin.
Cristopher Ferreira Escobar. Cientista político. Padre de tres niñas.
