Mapuche lengua y cultura, Diccionario Mapudungun-Español-Inglés de Arturo Hernández S. y Nelly Ramos P., con las magnÍficas ilustraciones de Carlos Cárcamo L., con el Patrocinio de la Oficina Regional de Educación para América Latina y el Caribe de la UNESCO, Pehuén Editores, traducción al Inglés Luis Vergara, Maria Eugenia Merino, Carmen Gloria Garbarini y William Barne, Diseño Alexandra Niehaus D., impreso en China, décimo tercera edición, 2019, 129 páginas.
Un Diccionario es siempre un repertorio de léxicos en forma de libro o en soporte electrónico en el que se recogen, según un orden determinado, las palabras o expresiones de una o más lenguas, o de una materia concreta, acompañadas de su definición, equivalencia o explicación. De modo tal que se almacenan y explican en forma ordenada diversas voces de una o más lenguas, de una ciencia o de una materia determinada con la cual se construye una obra donde se puede consultar palabras o términos, proporcionando su significado, su definición, etimología, ortografía, y a ratos también puede hacer alcances a su pronunciación, separación de sílabas y formas gramaticales. La información que proporciona puede ser muy diversa y varía según el tipo de diccionario del cual se trate, ya que existen diccionarios que brindan ayuda respecto al o los idiomas: el significado de las palabras, su etimología, sus sinónimos y antónimos, y los equivalentes en otros idiomas, ciertos sentidos de significación muy específicos dentro de un ámbito técnico o especializado.
Existen a lo menos ocho tipos de diccionarios: los diccionarios de usos lingüísticos, los diccionarios bilingües, los diccionarios visuales, los diccionarios de sinónimos, los de antónimos, los diccionarios normativos, los etimológicos, los enciclopédicos y diccionarios filosóficos, entre otros. Entre los más significativos podemos pensar que se encuentra el diccionario etimológico, ya que es uno de los productos actuales más grandes en cuanto a la investigación lingüística histórica. En las palabras de un idioma, la etimología será incierta para muchos, o bien puede encontrarse en disputa, o simplemente ser desconocida. En tales probabilidades, un diccionario etimológico presenta varias sugerencias y en algunos casos hace un juicio sobre su probabilidad, incluso proporciona referencias del avance de las discusiones en la literatura especializada para estos casos, recibe también los aportes de la Filología, cuya ciencia estudia las culturas tal como se manifiestan en su lengua y en su literatura, principalmente a través de los textos escritos.
En general los diccionarios de idiomas indígenas contemplan no sólo la larga tradición con La Ñuke Mapu (madre tierra), noción fundamental en su contexto histórico, político, social y cultural. Por otra parte, lo que en occidente denominamos como una dimensión de lo sobrenatural y sagrado, para el pueblo nación mapuche la tierra no es una propiedad, nadie en particular debe sentirse como dueño, sino que debe ser considerada como patrimonio del “itrofill mongen”, vale decir, allí está presente todo tipo de vida. La cultura mapuche posee diversas dimensiones de las artes, pero no en el sentido occidental, dado que tiene una fuerte noción de uso, ya sea en cerámica, los “Metawe”, suele ser la vasija tradicional mapuche, de uso doméstico y ceremonial, el recipiente posee una base plana, un cuerpo globular y cuello cilíndrico o troncocónico y al igual que la orfebrería mapuche es una tradición cultural que expresa la cosmovisión y espiritualidad del pueblo mapuche, en tanto que las joyas mapuche simbolizan la conexión con la naturaleza y la pertenencia al universo. Con la música ocurre otro tanto, dada la variedad de instrumentos musicales, con dos tipos de trutruka, la larga o la redonda, también llamada ñonkil. Diversos tipos de pifilka (de piedra las más antiguas y madera, con uno o dos agujeros) el “Piloilo” que es un tipo de flauta de pan hecha en piedra y data del año 1250 d. C. las Kaskawillas, en cambio son más recientes, y corresponden a un sonajero de sacudimiento enérgico formado por cuatro a seis cascabeles de bola unidos por unos cueros. Wada es también un idiófono elaborado con una calabaza seca y ahuecada que conserva sus semillas o se rellena con piedrecillas o granos de porotos secos, el Kultrún, una suerte de tambor o timbal generalmente hecho de cuero de caballo o caprino, con objetos que suenan en su interior. Suele ser el instrumento distintivo de la machi y en ese caso, son hechos a “medida” y poseen un dibujo en el cuero que representa las cuatro esquinas del mundo (Meli Witran Mapu) como parte fundamental de la cosmogonía mapuche. Todos estos instrumentos suelen ser utilizados en ceremonias, y es un prodigio que en el último tiempo las comunidades mapuche puedan contar con su propios instrumentos, ya que desde hace varios años se desarrolla en la Región Metropolitana la Escuela de Idiomas Indígenas y uno de sus talleres es la construcción de instrumentos musicales, de diversos pueblos nación pero fundamentalmente andinos y mapuche, con ello se han multiplicado los hacedores/as de instrumentos o “Luthier” en el nombre occidental. Recordemos también que los tejidos, con Witral (Telar) con su urdimbre y trama son los hilos que componen las piezas creadas o tela, y se diferencian por su orientación y resistencia. En el telar la urdimbre o «hilo» es el conjunto de hilos longitudinales que se mantienen en tensión en el marco del telar, para diferenciarlo del hilo insertado sobre la urdimbre y bajo ella que se llama «trama», «contrahílo» o «relleno», y con ello se realizan diversas figuras que, entre otras cosas, marcan también los territorios o familias poseedoras de tales diseños. En mapudungun, pali es todo objeto redondo que crece en forma natural en los árboles, o que se elabora manualmente. Y entre los deportes está el Palin que es entonces el acto de jugar con el pali, con el weño o palo de madera que es el otro implemento esencial de este deporte, y en su mayoría proviene de la corteza de árboles como el temo, lingue, avellano y boldo, para lograr que la pelota cruce la raya contraria usando sólo el weño o huiño, cuando esto sucede es una raya (wirin) o punto. Gana el equipo que logra 4 rayas seguidas. Hoy en día hay equipos tradicionales (sólo varones) pero también mixtos y de sólo mujeres. Este juego ancestral cuenta con equipos de entre 11 o 15 jugadores por lado, las canchas suelen ser rectangulares de hasta 200 metros de largo por 12 metros de ancho. Los dos equipos se colocan en filas enfrentadas a lo largo de la cancha, y cada jugador tiene un rival personal, llamado kon. La forma de juego es golpear con el weño al pali y llegar hasta la línea de fondo del equipo contrario para marcar una anotación. Se suele jugar en ocasiones especiales, en especial para el wetripantu (año nuevo mapuche o solsticio de invierno). El palín es un encuentro social que fortalece las relaciones políticas, espirituales y culturales entre las comunidades (lof) y sus autoridades (longko). El juego se inicia cuando se saca el pali del hoyo que está en el centro de la cancha. Una vez en acción, cada equipo debe empujar hacia el lado contrario. Otro juego casi extinguido es el llamado linao, deporte de pelota practicado por los indígenas huilliches al sur de Chile, particularmente en el archipiélago de Chiloé, y que estuvo a punto de desaparecer durante los años 80, y aunque guarda cierta semejanza es un antecesor del rugby, creado en el siglo XIX. Uno de los motivos de su práctica era para que los mocetones obtuvieran el endurecimiento corporal como preparación para las batallas y las guerras; pero también el interés por ganar apuestas elevadas haya sido también la causa de la violencia mostrada, muchas veces había en juego varios vacunos y de vez en cuando embarcaciones: se jugaba en canchas rectangulares y planas cubiertas de pasto natural de aproximadamente 120 metros de largo por 60 metros de ancho, marcadas con rayas y una franja neutral en el centro de alrededor de 5 metros de ancho con participación de un centenar de jugadores. El juego se iniciaba desde el centro de la cancha cuando el árbitro o “rannieve” lanzaba la pelota (hecha de cochayuyo en forma ovalada) hacia lo alto. Los jugadores corrían velozmente hacia el centro para disputar la pelota antes de que esta cayera al suelo, quien la tomaba, la protegía bajo su axila izquierda, emprendiendo una rápida carrera sorteando a todos los oponentes que intentaban arrebatar la pelota. Su objetivo era alcanzar la línea de meta de su equipo para pasar por el arco con la pelota y todo su cuerpo, esto para obtener un punto o raya “entui”. Allí —entre las vallas— debía apartar o arrollar al “tecuto” que generalmente era uno de los jugadores más fuertes y robustos de cada equipo. Para la preparación corporal se practicaban ejercicios de carrera con cambios de dirección y fintas. El alimento predilecto era la harina de trigo tostada. Durante 15 días los jugadores se bañaban de madrugada en cascadas o traitraiko. Practicaban el ayuno y la castidad antes de los partidos, se untaban aceite de lobo marino, para protegerse del frío además que los hacía resbaladizos ante los forcejeos del equipo contrario, se usaban solo un chiripá sin ningún tipo de calzado y un cintillo de lana de algún color, llamado trarilonco que les servía para diferenciar cada equipo.
El Diccionario al cual hacemos mención da cuenta de trece ámbitos o campos, ellos son: ámbito doméstico, parentesco, cuerpo humano, temas espirituales, fauna, flora, naturaleza, trabajo agrícola, juegos, colores, instrumentos musicales, sistema numeral, telar. También entrega claves de pronunciación, y es un buen acercamiento para aprender la cultura y cosmovisión mapuche, hay mucha información, y yo he querido entregar otra en el presente artículo, para sumar más elementos dentro de la riqueza de la cosmovisión y cultura mapuche, junto con agradecer las conversaciones y traducciones con el Lonko Juan Lemuñir Huinca, quien a sus 92 años mantiene viva la memoria histórica y el buen vivir.
Hans Schuster, escritor