Mapuche Nütram, Relatos mapuche de Galvarino recopilados por Segundo Llamin Canulaf, Editoras Marilen Llancaqueo y Andrea Salazar, Veranada Ediciones, Valparaíso, Chile. Segunda edición 2024 (189 pág.).
El concepto” Nütram” o “conversar” implica interactuar con otro, tanto en forma verbal como no verbal (el uso de gestos, miradas, postura corporal, entre otros), de modo que requiere de un tiempo o de un momento de detención entre los conversadores si bien hay conversaciones en que no intervienen elementos no verbales (como en la conversación telefónica o algunos intercambios en internet correo electrónico, WhastsApp) en general la noción de conversar es algo más que hablar, ya que requiere de situaciones que permitan charlar, platicar, prosear, departir, dialogar, parlamentar, tertuliar, palabrear, es decir, tener la temporalidad necesaria para que ambos u otros, escuchen y respondan, en esta acción dialógica que permite la apertura para reflexionar, compartir y debatir ideas, facilitar el entendimiento, potenciando el alma, para acercarnos a la virtud en la cual se conciben las cosas, se establecen las ideas, se las compara, se las juzga, y se inducen o se deducen otras de las que ya algo se conoce gracias a la conversación. En el diálogo filosófico, se realiza la práctica esencial que implica la interacción y el intercambio de ideas entre dos o más personas con el objetivo de explorar conceptos y problemas de orden filosófico. No se trata solo de una conversación casual, sino de un proceso de razonamiento compartido donde se cuestionan los supuestos, se analizan argumentos y se busca una comprensión más profunda de la realidad. A través del diálogo, se fomenta la capacidad de analizar críticamente diferentes perspectivas y argumentos, lo que ayuda a formar un pensamiento más reflexivo y fundamentado desarrollando el pensamiento crítico y con ello la exploración de conceptos cada vez más complejos y abstractos de manera más accesible, al contrastar diferentes interpretaciones y enfoques. Con ello es posible generar un conocimiento compartido, de modo que ya no se trata de encontrar la verdad individual, sino que se genera y facilita la construcción de conocimiento compartido a través de la colaboración y el intercambio de ideas, lo que a su vez nos permite la autoconciencia, la empatía y la capacidad de relacionarnos con otros de manera más significativa, contribuyendo así al crecimiento personal al promover, en el espacio de la educación, al aprendizaje activo, por lo que ya no se trataría de la mera transmisión de información: el diálogo se acerca a lo filosófico implicando una participación que agiliza el proceso de aprendizaje, donde cada participante puede aportar sus propias ideas y reflexiones, llegando así a una comprensión más profunda de respeto y escucha activa, evitando los juicios previos o prejuicios, escuchando atentamente las opiniones de los demás y valorando sus argumentos, incluso si difieren de nuestras propias ideas. De allí la necesidad de la argumentación lógica y coherente, utilizando argumentos sólidos y evidencias relevantes. Con ello será posible revisar las propias ideas a la luz de nuevas evidencias o argumentos, dada la conversación o el Nütram es posible generar la construcción de conocimiento compartido. Esta práctica no sólo fomenta la reflexión y la empatía, sino también, la capacidad de relacionarse con otros de manera más significativa.
Mapuche Nütran, da cuenta de la oralidad que fundamenta la cultura mapuche, el prólogo de Carla Llamunao Vega “… el sistema y perspectiva occidental, del que también somos parte, nos ha inculcado la idea de la inutilidad de la conversación. El capitalismo nos ha asignado el valor de la productividad, y en este contexto, reunirse y hablar sin producir puede considerarse tiempo desperdiciado.” (pág.11) más adelante menciona “…Esto me lleva a reflexionar sobre cuántos mapuche nos sentimos kuñifall, huérfanos de nuestras raíces, de nuestra comunidad y de nuestra lengua” (pág.12) Por otra parte en La historia de una conversación, Marilen Llancaqueo nos dice “Soledad que compartía con tantos füchakeche (-personas antiguas-) encerrados en sus casas en el campo. Toda una generación que había vivido los embates del colonialismo reduccional de la primera mitad del siglo XX, que había crecido hablando mapudungun y había sufrido el racismo salvaje en las escuelas de los pueblos de la antigua Frontera. Una generación que tenía tanto que contar, pero que no sabían a quién contárselo.” (pág.18). Luego nos recuerda que poco tiempo después de la muerte de Don Segundo Llamin, un incendio voraz destruyó todo, su casa, sus apuntes y papeles, incluyendo algunas cajas con la primera edición del presente libro.” …Jamás habríamos podido imaginar que los relatos que habíamos registrado y transcrito en aquellas visitas en Quinahue- y que hoy volveremos a publicar en esta edición-, serían las únicas historias que iban a sobrevivir a la destrucción total.” (pág. 18) Para que me conozcan Kimulfaluwun es la auto presentación que realiza Don segundo, nacido en la comunidad Ramón Llamin , en la comuna de Galvarino de la Novena Región de la Araucanía, entró a la escuela a los dieciséis años (nació en 1926-2017) fue profesor Normalista y dedicó su vida a enseñar el mapudungun, gran recopilador de historias orales, creador de diversos textos pedagógicos bilingües. “Cuando llegué a la escuela sentí mucho miedo y vergüenza por responder equivocadamente a las preguntas que me hacían en castellano. Yo sabía que se reían de mí por estas cosas…” (pág.31) luego un breve apartado explica que es un nütram, y el Capítulo I Memoria de los Antiguos con seis textos magníficos, Capítulo II Asuntos de Brujería, tres relatos tradicionales sorprendentes. Capítulo III Antiguos asuntos mapuche, tres leyendas de la cosmovisión. Capítulo IV Inéditos. Fragmentos originales, seis narraciones, entre ellas a modo de epílogo, las últimas conversaciones con Segundo Llamin.
Por estos días, trémulos, en donde siguen siendo asesinados niños y mujeres que van al puesto de entrega “Humanitario” bajo la responsabilidad de EEUU e Israel y que es ya parte del tiro al blanco- todos los días son acribilladas sobre las 70 personas -o se sigue bombardeando El Líbano, en tanto Ucrania tomó con espanto la noticia de que no recibirá más misiles de los Estados Unidos de Norteamérica, de forma que, si no se los compra la OTAN, a las propias fábricas de USA, se quedará sin esa balística, en tanto en América Latina, la sedición comienza a tener sus representantes en los gobiernos democráticos de izquierda, en Colombia se preparan para presentar ante la fiscalía un caso por sedición contra Álvaro Leyva, quien una vez conocidos los audios huyó hacia España, en Chile en tanto, Johannes Kaiser afirma que respaldaría un nuevo golpe de Estado, que él en su negacionismo llama “pronunciamiento militar” y “Yo me niego a creer que el Ejército haya sido entrenado para torturar” Durante la reciente conversación televisada con el periodista Tomás Mosciatti, confiemos en que si lo desafueran tal vez quiera huir a Austria y volver su trabajo de camarero, o es posible que espere mejores propinas de la ultra derecha chilena que lo utiliza y alimenta sus comentarios que van en contra de aquello que juró defender como Diputado de la República. Y es que pareciera ser que estos personajes no tienen Nütram, no son capaces de conversar y de buscar el bienestar de las personas y los pueblos, es complejo que la sedición comience a ser la banderita del terror para evitar que la soberanía popular elija lo que estime necesario para los países latinoamericanos. No sería raro que Marcos Rubio se acerque al remedo de un nuevo Henry Kissinger, bajo el amparo de su daddy Donald, apoyando la sedición y las dictaduras de derecha desde su origen latino.
Hans Schuster, escritor