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Mejorar la calidad de vida con un sistema de pensiones más solidario en Chile. Por Rossana Carrasco Meza

El sistema de pensiones ha sido uno de los temas más debatidos en las últimas décadas en nuestro país, principalmente debido a las crecientes desigualdades en las jubilaciones y las limitaciones del sistema previsional actual. Existe un consenso general de que transitar hacia un modelo más solidario y equitativo en la distribución de las pensiones es fundamental no solo para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino también para fortalecer la democracia chilena, promoviendo un Estado que garantice derechos sociales esenciales para todos.

Mejorar las pensiones es una línea roja que no se puede transar, ya que se trata de una reforma justa y urgente, esperada tanto por quienes ya se han jubilado como por aquellos que aún no han podido hacerlo, debido a que sus ingresos se reducirán sustancialmente. La situación actual exige un cambio que responda a las necesidades de los sectores más vulnerables.

El sistema previsional chileno y sus desafíos

El sistema de pensiones chileno, basado principalmente en las AFP (Administradoras de Fondos de Pensiones), fue instaurado en 1981 durante la dictadura de Augusto Pinochet. Aunque ha permitido a millones de chilenos acceder a una pensión, ha sido fuertemente criticado por su baja cobertura y la creciente desigualdad entre los jubilados. Según datos de la Superintendencia de Pensiones, la pensión promedio de los trabajadores es de aproximadamente 250.000 pesos mensuales, muy por debajo del salario mínimo, lo que evidencia la desconexión entre las contribuciones individuales y las jubilaciones【1】.

Más del 80% de los pensionados en Chile recibe pensiones inferiores al salario mínimo, lo que refleja una inequidad estructural en el sistema. A pesar de reformas previas, el sistema sigue sin resolver el problema de la pobreza en la tercera edad, afectando a cerca de 2 millones de personas que viven en situación de pobreza o vulnerabilidad social al llegar a la jubilación【2】. Aunque algunos gobiernos han intentado introducir bonos o aumentar la cobertura, el modelo sigue siendo insuficiente para garantizar una vejez digna.

El rol de la política y la democracia en la reforma previsional La política y la democracia en Chile juegan un papel crucial en la definición de las políticas públicas sobre pensiones. A lo largo de los años, las discusiones sobre el tema han estado marcadas por polarización y tensiones entre quienes defienden el sistema actual basado en el mercado y quienes abogan por un modelo más solidario y estatal. En este contexto, las coaliciones políticas han tenido que enfrentar la presión de sectores como los trabajadores y organizaciones sociales que exigen una distribución más equitativa de las pensiones.

Un claro ejemplo de estas tensiones fue el estallido social de 2019, cuando las demandas por mejorar las pensiones fueron uno de los puntos clave. La indignación popular no solo se centró en las pensiones bajas, sino también en la percepción de las AFP como instituciones que operan con fines de lucro, mientras muchos chilenos enfrentan una vejez marcada por la inseguridad económica. La protesta masiva condujo a la convocatoria de un proceso constituyente, en el que la cuestión previsional se colocó en el centro del debate político. En uno de los intentos fallidos del proceso constituyente, diversos sectores de izquierda y centroizquierda propusieron un sistema más solidario y estatal con un enfoque en la redistribución. Sin embargo, el intento fracasó.

Hacia un sistema previsional más solidario y equitativo

La propuesta de un sistema de pensiones más solidario ha ganado terreno en los últimos años, especialmente con la llegada al poder de gobiernos que defienden un modelo social más inclusivo. El gobierno de Gabriel Boric, electo en 2021, ha impulsado reformas que buscan mejorar el sistema previsional mediante la creación de un modelo mixto, combinando la capitalización individual con una componente solidaria financiada por el Estado. Esta reforma tiene como objetivo garantizar pensiones dignas para todos, independientemente de las condiciones laborales previas.

El proyecto de ley presentado en 2022 propone un aumento en las contribuciones al sistema, destinando recursos tanto a las cuentas individuales como a un fondo solidario administrado por el Estado. Este fondo estaría orientado a garantizar pensiones básicas y universales para quienes no han acumulado suficientes fondos, o para aquellos que han enfrentado precariedad laboral. La reforma busca reducir las desigualdades y crear un sistema más justo, donde la pensión no dependa exclusivamente de la capacidad de ahorro individual. Según estimaciones del gobierno, esta reforma podría beneficiar a más de 1 millón de pensionados en Chile, elevando el monto de sus pensiones mínimas【3】.

Además, la reforma busca mayor transparencia y control público sobre los fondos de pensiones, aumentando la rendición de cuentas de las AFP. Se propone la creación de una entidad estatal para administrar el 6% adicional de cotización, lo que disminuiría el poder de las AFP y daría un paso hacia un sistema de pensiones más equitativo.

El papel de la democracia en la implementación de una reforma previsional

La reforma del sistema previsional debe ser vista como un ejercicio democrático, que refleje las demandas populares de mejorar la calidad de vida de los adultos mayores y garantizar una vejez digna para todos. Sin embargo, la implementación de una reforma profunda requiere consensos amplios en el Congreso, donde las fuerzas políticas aún no han logrado llegar a acuerdos sobre la naturaleza del nuevo sistema. Es esencial que los sectores opositores cedan en sus “miradas doctrinarias” para avanzar en una reforma que atienda las necesidades de las personas y no quede atrapada en posturas ideológicas. La política debe poner en primer lugar el bienestar de la ciudadanía, especialmente de los más vulnerables. En un país como Chile, donde las tensiones políticas son altas y las divisiones ideológicas marcadas, el proceso de reforma debe ser inclusivo y considerar las necesidades de todos los sectores, sin imponer los intereses de unos pocos.

Conclusión

El sistema de pensiones en Chile refleja las tensiones políticas y sociales del país. Mejorar la calidad de vida de los pensionados y avanzar hacia un sistema más solidario no es solo una cuestión económica, sino también política y democrática. Las reformas al sistema previsional deben ser vistas como una oportunidad para fortalecer la democracia chilena, garantizando derechos fundamentales para todos los ciudadanos y mejorando la calidad de vida de las generaciones presentes y futuras.

Fuentes:

Superintendencia de Pensiones de Chile. (2023). Estadísticas de Pensiones. Centro de Estudios Públicos (CEP). (2021). Informe sobre Pobreza en la Tercera Edad en Chile. Ministerio de Desarrollo Social y Familia de Chile. (2022). Propuesta de Reforma Previsional: Proyecto de Ley de Pensiones.

Rossana Carrasco Meza, Cientista Política UC, Magíster en gestión y Desarrollo Regional y Local U. de Chile

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