“La generosidad es la llave que
abre las puertas del corazón humano…”.
(Las Mil y una noches)
La ciudad de Santiago ha ido adquiriendo un desarrollo interesante en la cultura gastronómica, se ha puesto en valor la comida criolla y a la vez se ha instalado un circuito más cosmopolita que responde al palpito multicultural que poseen las ciudades al ir construyéndose con el transitar de distintas culturas dado el fenómeno de la movilidad social que atraviesa las fronteras. Las ciudades se ven enriquecidas por las comunidades que logran integrarse a la vida cotidiana asumiendo buenas prácticas en la convivencia, en el caso de las comidas su aporte es irrefutable.
“Meze” es un restaurante que lleva ya más diez años de existencia, cercano a la estación de metro Manuel Montt, en la calle que lleva el mismo nombre, entre distintos locales de comidas y bares aparece como faro intercultural como espacio refaccionado que destaca motivos de la cultura turca aportando una auténtica experiencia invitándonos a ese viaje a esta enigmática cultura que hemos conocido desde la literatura por el clásico “Las mil y una noches”, novela descriptiva de este pueblo con imágenes notables de la comida exquisita que es reconocida como de las mejores del mundo. Este lugar es un templo para los sibaritas exigentes que disfrutan del buen comer reconociendo la importancia de la historia para probar las cocciones en torno a una mesa. El reconocimiento adquirido le ha permitido al chef Onur Erdemir junto a Paola Forno expandirse con un nuevo local en el MUT con un formato distinto y con las mismas recetas con que nos encantado en esta última década.
Las preparaciones de la comida turca son un genuino arte culinario y el equipo de cocina procedente de esa nación bien lo sabe, su conocimiento de los condimentos y aliños tradicionales es parte de su sabiduría. Imperdible es esa preparación de cordero que explota en una mezcla de sabores que rinden un viaje a la hermosa Estambul. Cada preparación de las carnes destaca por esa infinidad de sabores que pueden parecernos exóticos, destaca por otra parte una gran variedad de comida sabrosa para los vegetarianos, un hummus que debe ser el mejor de Santiago, las distintas preparaciones de berenjenas y esa bombitas de hongos que se revientan en el paladar.
Para los maridajes hay alternativas de distintos brebajes con y sin alcohol, todos con esos aromas y sabores que son sello característico de esta cocina legendaria que tributa ritualmente el acto de alimentarse reuniéndose en una mesa. Cerveza, destilados y ese notable café turco aumentan las sensaciones que hacen pensar que estamos en un viaje hacia tierras lejanas y misteriosas. “Meze” un auténtico lugar turco que ofrece la posibilidad de comer nutritiva y sabrosamente con ese encanto estético del arte culinario que inspira con poesía las descripciones de una de las necesidades más básicas como lo es la de comer, noble oficio que porta una historia de modos de hacer pertenecientes a las identidades de los pueblos con los cuales compartimos el habitar de las ciudades.
Alex Ibarra Peña.
Dr. En Estudios Americanos.
@apatrimoniovivo_alexibarra
