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Neoliberalismo; herramienta principal en la construcción del actual Estado. Por Carlos Fernández Jopia

“Dios le llaman algunos, otros comercio…
Mas para mi es el Reino de todavía”
(Silvio Rodríguez)

Introducción

Es conveniente mencionar a modo de introducción, algunos conceptos terminológicos de lo que es el neoliberalismo. Así, la intelectualidad conservadora clasifica al neoliberalismo como un esquema de organización económica, como globalización, o más aun, como economía globalizada. Dejando de lado el análisis social que observa al neoliberalismo como un capitalismo salvaje. Al ver al capitalismo como una figura global, se tendría que atribuir entonces en la categoría de universalidad y exterioridad, que la desvincula de toda decisión consciente y voluntaria de hacer del mundo lo que hoy es.

El neoliberalismo crea la figura de la globalización para ocultar su patrimonio ideológico, pues el neoliberalismo con la fachada de globalización, oculta su condición de perspectiva particular, su no universalidad, su sentido preferentemente ideológico.

Justamente es por esto que los grupos que crearon y cultivan el paradigma neoliberal rechazan para sí mismo la categoría de la globalización y resguardan su visión de la economía-política, atribuyendo cierta neutralidad de la globalización."La Globalización ha sido establecida como uno de los conceptos que organizan la discusión económica política contemporánea. El término apunta hacia la idea de que una sociedad cohesiva y aislada y una economía doméstica ya no se sostienen y que somos testigos de la creación de una economía y de una sociedad verdaderamente globales y de la dependencia de la vida cotidiana de fuerzas globales. Y entonces, se hace la aseveración de que la ’globalización’ se ha constituido en una transformación cualitativa del capitalismo y que se ha desarrollado una nueva relación de interdependencia más allá de los estados nacionales.”[1]

Entonces nos encontramos que el neoliberalismo, en su función político-ideológica, mantiene dos características; por una parte se niega a sí mismo y se reconoce como una creación científica-social marginándose de su explicación epistemológica. Y por otra, se niega a sí mismo como perspectiva histórica y particular, describiendo el fin de la historia, en su figura intelectual post-moderna, más allá de sí misma. “la destrucción del pasado, o más bien de los mecanismos que vinculan la experiencia contemporánea del individuo con la de las generaciones anteriores, es uno de los fenómenos más característicos y extraños de las postrimerías del siglo XX. En su mayor parte, los jóvenes, hombres y mujeres de este fin de siglo crecen en una suerte de presente permanente”[2]

Crecimiento intelectual del Neoliberalismo

El neoliberalismo dentro de un contexto social, tuvo una génesis ideológica que género un tejido político-económico que hasta el día de hoy parece envolver los aspectos más diversos de la cultura humana.La crisis de 1930 genero el marco teórico para desarrollar un nuevo modelo económico que superaría el paradigma neoclásico. De lo que se trataba era de instalar un fenómeno social nuevo y complejo en sus raíces, pero de desarrollo permanente a la estructura del propio sistema, construido desde el paradigma intelectual dominante. De ahí que la salvación a dicha crisis vendría de la mano de los manuales económicos keynesianos, que generaban una cierta economía subvencionada por parte del Estado. Este hecho provocaría una ruptura entre los economistas, que lejos acoger a pie juntilla las nuevas modalidades económicas, buscaron asilo intelectual en universidades para crear un nuevo sistema económico-ideológico que duró tres décadas en formarse y que lleva otros tantas décadas rigiéndonos. “La cuestión es que la recesión terminó por ser derrotada, por el monumental gasto público de la Segunda Guerra Mundial, prueba empírica de los análisis keynesianos, y de la que emergió una suerte de capitalismo asistido, altamente productivo, que aceptaba la intervención macroeconómica del Estado para morigerar los ciclos económicos, que la propia economía de mercado provocaba y no lograba por sí misma controlar. Escandalizados por la negación de las Sagradas Escrituras, y con las filas de fieles bastante diezmadas por el desprestigio, la ortodoxia buscó la reclusión en algunos conventos académicos, tales como la Universidad de Chicago y la Universidad de Viena, pero no para agonizar o morir, sino para iniciar una solitaria tarea de reconstrucción intelectual y política que les llevaría alrededor de treinta años.”[3]

El neoliberalismo aparece como tal en los años 50 donde salen a la luz los primeros manuales y obras fundamentales de la economía neoliberal. Ya en los años 60 cobran vida las escuelas neoliberales de Viena y Chicago, lo que generaron el desarrollo intelectual de dicha ideología. Ya en la década del 70 el modelo del Estado de bienestar estaba prácticamente agotado, sumado a eso, se dio las condiciones políticas de Latinoamérica (especialmente chile) para dar el salto de los manuales de economía, a la instalación concreta del nuevo modelo económico, que era el Neoliberalismo.

El neoliberalismo se instalaba para quedarse, y el gran respaldo intelectual lo tuvo con la entrega del premio Nóbel de economía a varios de sus reconocidos teóricos difundiendo su concepto ideológico por todo el mundo.

Concepción epistemológica del neoliberalismo

Como epistemología vamos a definir a la rama de la filosofía que estudia el método científico. De tal forma, el concepto epistemológico de la economía, que es un departamento estanco de las ciencias sociales, cambia considerablemente con la incursión del Neoliberalismo. Promoviendo una nueva forma de imaginar el conocimiento social en sí mismo, pues trata de mitigar la autonomía metodológica de la economía.

El neoliberalismo, no busca generar una gran teoría social por los distintos aportes de los distintos departamentos estancos de las distintas ciencias sociales, muy por el contrario, busca la constitución de una razón económica hegemónica, al no reconocer la posibilidad de existencia del discurso de las demás disciplinas de las ciencias sociales como la Sociología, las ciencias políticas, la sicología, etc. “Así aparece un nuevo saber omniabarcador que ya no pretende confinarse en la explicación de los procesos de producción y distribución de bienes y servicios y de la administración racional de recursos escasos, sino que asigna para sí la capacidad de convertirse en una teoría general del comportamiento y la elección humana a secas.”[4] Al respecto, y siguiendo con la misma logica epistemológica del neoliberalismo Rodolfo Angel señala; “Desplazar del campo disciplinar a la teoría macroeconómica originaria, de indudable raigambre keynesiana, provocando una unificación del campo teórico en la medida que abandona lisa y llanamente los temas de reflexión típicamente keynesianos tales como: distribución del ingreso, desarrollo económico, nivel de ocupación, influencia de las expectativas, políticas anticíclicas, análisis estructural de la inflación, etc., a favor del análisis microeconómico ampliado que ahora aplica sus métodos y perspectivas no sólo a los agentes individuales, sino también a las magnitudes globales de una economía nacional y a otros campos de la cultura”[5]

La epistemología que sustenta el Neoliberalismo fue creada a contrapelo de la realidad. Si tomamos la matriz de que los acontecimientos de estudios de las ciencias sociales no son hechos físicos, sino más bien sujetos formados a partir de categorías de nuestra propia mente. Ante esto se puede decir que las leyes económicas no son reglas empíricas, en base a eso se hace un supuesto previo, que existe una independencia como también una neutralidad. Alfred Marshall habla de las “verdades económicas tan ciertas como las de la geometría” en relación con la base teórica del comercio libre.

El método epistemológico que usa el neoliberalismo se basa para su coherencia en su concepción individualista y negadora de lo colectivo. Bajo esta lógica las extensiones globales son la respuesta del comportamiento económico individual de familias y empresas. El neoliberalismo se adjudica así mismo como un pensamiento necesario, y para esto el precio de un bien está directamente relacionado con lo que la gente hace. De esta forma, el neoliberalismo esta en directa sintonía con lo que la gente hace. La existencia de niños trabajando en fabricas y de países subdesarrollados no es un problema social, sino una realidad del mercado.

El neoliberalismo como figura política-ideológica indica que puede medir lo que la gente hace y piensa. De hecho crearon la “econometría”, que es una herramienta para la economía basa en los cálculos matemáticos de los costos y beneficios, y de los cálculos de variables dispersas. Los economistas neoliberales asumen que las personas realizan actividades económicas de manera racional.

El neoliberalismo como filosofía política

El termino neoliberalismo nos permite identificar el pensamiento de una corriente económica y de una idea sostenida por cientistas sociales de Europa y de Estados Unidos que se empiezan a desmarcar de la figura del liberalismo y empiezan a construir una nueva. Cabe entonces una pregunta de carácter introductoria; ¿Qué es el neoliberalismo? “ Aunque el termino hace su aparición en los círculos intelectuales de la izquierda chilena en plena dictadura militar, para identificar la novedosa orientación que poseían las reformas estructurales que impone el régimen de Pinochet entre los años 1979 y 1981, hay que señalar que es a principios de los años noventa, y más específicamente en el momento en que comienzan a agotarse las expectativas de democratización que genera el gobierno de Patricio Aylwin, cuando esta escurridiza palabra emerge del olvido y adquiere una renovada vigencia”[6]

El neoliberalismo lo vamos a ubicar como un experimento diseñado por cientistas sociales que buscó, en su momento, destruir el Estado de bienestar y construir uno nuevo que tuviese como centro las libertades económicas. Este planteamiento rechaza entonces de plano las ideas socialistas provenientes de la visión marxista de la economía. Por tal motivo es que no es raro que esta filosofía tenga desconfianza de la modernidad y se apegue mas al postmodernismo, pues desarrolla una suspicacia con aquellas teorías sociales que se proponen desarrollar explicaciones globales de la sociedad. “no resulta causal la afinidad que presenta el neoliberalismo con otras ideologías antimodernas como el posmodernismo. Esta corriente filosófica tiene una gran desconfianza hacia los meta relatos propios de la modernidad”[7] el neoliberalismo y el postmodernismo mantienen entonces una fuerte ligazón, dejando al postmodernismo como el ala intelectual del neoliberalismo. Al respecto Jorge Larraín comenta; “El mercado dejado a su arbitrio tiende a producir cambio caótico, discontinuidad y fragmentación. Ninguna otra forma ideológica parece mejor dotada que el postmodernismo para hacer de la irracionalidad del mercado algo natural e inevitable[8]”

Detallando la pregunta planteada, vamos a puntualizar que el neoliberalismo es una teoría de prácticas político-económicas que traza su visión en promover el bienestar del ser humano desarrollando las libertades empresariales individuales dentro del marco institucional caracterizado por derechos de propiedad privada, fuertes mercados libres y libertad de comercio.

Neoliberalismo como herramienta política

Cualquiera que sea el nombre o definición que se le dé al neoliberalismo, no cabe duda que es una herramienta utilizada por los sectores más liberales (en lo económicamente hablando) de una sociedad. Quizás es por esa razón que la forma en la que se desarrolló con más amplitud este experimento social, fue bajo una dictadura militar. A eso se le suma, que la formación de los economistas chilenos en la Universidad de Chicago influiría luego en la visión económica del país. Esto se incremento luego con el desarrollo de cátedras formativas en la Universidad Católica por parte de dichos economistas adiestrados en Estados Unidos, Universidad con clara formación derechista. “Para ayudar a reconstruir la economía chilena; se convocó a un grupo de economistas conocidos como los "Chicago boys" a causa de su adscripción a las teorías neo liberales de Milton Friedman, que entonces enseñaba en la Universidad de Chicago. La historia de cómo fueron elegidos es interesante. Desde la década de 1950 Estados Unidos había financiado la formación de algunos economistas chilenos en la Universidad de Chicago, como parte de un programa de la Guerra Fría destinado a contrarrestar las tendencias izquierdistas en América Latina. Estos economistas formados en Chicago, llegaron a dominar la Universidad Católica privada de Santiago de Chile”[9]

El neoliberalismo trajo consigo un incremento de las desigualdades y sobre todo una desregulación del mercado por parte del Estado. Esto último no fue casual, más bien era un enunciado principal para la instalación del nuevo modelo que se colocaría como actor relevante en la política económica mundial. Hayek señala que hay materias donde al Estado le compete actuar, pero a continuación señala que todo gobierno debe preocuparse por encaminar sus acciones en la dirección acertada, por lo tanto, debe limitar su proceder a facilitar el desenvolvimiento de las fuerzas espontáneas del mercado[10]. Crisis política

La minimización, por parte del neoliberalismo, del rol del Estado en la economía trajo consigo un retroceso en las políticas públicas. Para los sectores no neoliberales se logró apreciar una incompatibilidad a largo plazo del capitalismo y políticas sociales, pues la visión y comprensión individualista del mundo, por parte del sistema antes mencionado, gatilló en poner el rol económico neoliberal como centro hegemónico, generando una “mano invisible” que regula los distintos escenarios sociales. “El balance social de este proceso resulta cada vez más demoledor. Si la coartada para imponer estos desarrollos era el crecimiento y el empleo, las tres décadas de economía neoliberal muestran resultados más pobres que la “edad de oro” del capitalismo keynesiano. Si se consideran otras pautas el resultado aún es más demoledor, como es el caso del aumento de las desigualdades a escala nacional e internacional”[11] en síntesis se puede decir que el sistema neoliberal afecta directamente en las políticas sociales, y por ende es generadora de crisis, pues este sistema crea y fomenta mas y mayores desigualdades.

Ahora bien, el neoliberalismo trajo consigo no solo una crisis social, sino que también una ecológica-medioambiental. La maximización de las utilidades de las empresas trasnacionales gatillaron en desastres ecológicos irreparables, como así también en disminución de políticas medioambientales serias y responsables. “Cada día es más ostensible la ligazón entre el grave deterioro del medio ambiente que se registra en el mundo y las políticas neoliberales que en el contexto de la globalización impulsa Estados Unidos. Lo cual no es de extrañar, pues al dejar sin mayor control las fuerzas del mercado, ellas fomentan el consumo desenfrenado de los recursos naturales y prácticas de producción altamente contaminantes. A eso precisamente se entregan las multinacionales en los poderosos países donde tienen su asiento y, al extender sus tentáculos económicos y financieros, en los países menos desarrollados. Se generan entonces crisis ambientales regionales que acrecientan la de carácter global”[12]

Influencia del neoliberalismo en el sindicalismo Chileno

Claro está que en los países donde se ha instalado el modelo neoliberal, éste último no ha logrado generar políticas de desarrollo sustentable, ni menos ha dado solución a los problemas sociales como educación, salud, vivienda, dignidad, etc.

En Chile, cuna del movimiento neoliberal, se puede apreciar que ese modelo, lejos de dar respuesta a dichas necesidades, ha generado un aumento en las contradicciones sociales. La instalación de éste sistema no solamente consistió en desarrollar un nuevo modelo económico para Chile, sino que también desarrolló, casi como primera necesidad, la construcción de un nuevo modelo social. Paradójicamente el neoliberalismo logro lo que la unidad popular no pudo.

Bajo esta óptica, el sindicalismo nacional pago las consecuencias de la construcción de un modelo de desarrollo-país que se empezaba a construir para el beneficio de una minoría. “si hubo un sector social castigado con particular brutalidad e inquina por la represión de la dictadura y por la destrucción de un régimen democrático en el que había obtenido importantes conquistas y espacios de participación, ese fue el movimiento sindical”[13] Pero, ¿Porque los sindicatos fueron tan brutalmente castigados en el proceso de instalación del modelo neoliberal? La respuesta puede asomar fácilmente, pues el sindicalismo chileno era un sindicalismo de consciencia. No en vano 360 dirigentes aparecen en la lista oficial de los desaparecidos y ejecutados durante la dictadura militar, que dicho sea de paso, fue en ese periodo donde se concentra la instalación del actual modelo económico.

Llama la atención entonces, que al describir el “sindicalismo de consciencia” lo hagamos realizado un flashbacks. ¿Qué no habrá sindicalismo de consciencia hoy en día? La respuesta a esta pregunta tiene más complicaciones, pues el sindicalismo actual fue un sindicalismo adquirido de manos del capitalismo. “en una somera revisión, la acometida contra el movimiento sindical incluyo, en la primera etapa, la agresión física contra sus integrantes y confiscaciones de sus bienes, así como la derogación en los hechos de la mayor parte de las conquistas económicas y sociales y una cesantía generalizada. Como consecuencia del shock económico de 1975, el inicio de la política de ajuste por el lado del trabajo, que no ha cesado de aplicar hasta hoy”[14]

El sistema neoliberal necesitaba desempoderar al sindicalismo chileno, -que con la unidad popular había alcanzado una fuerza única en la historia de Chile, con más de 900 mil trabajadores sindicalizados, lo que equivalía a un tercio de la fuerza de trabajo asalariado de entonces.- Para despejar dicha incógnita de aquella ecuación, procedió luego a la cancelación de las personalidades jurídicas de federaciones y confederaciones dejando ilegales a miles de sindicatos, a demás de la prohibición de elecciones para renovar directivas. Con estas medidas, el neoliberalismo logró desarticular un sindicalismo poderoso, de clase y con conciencia. Pero el tiro de gracia se genera a través de los decretos elaborados en dictadura “El golpe más importante contra el movimiento sindical empezó a gestarse a partir de 1978, con la dictación de una serie de decretos que fueron configurando la nueva institucionalidad laboral, particularmente con los decretos ley 2.200 sobre contrato individual, 2.756 sobre organización sindical y 2.758 sobre negociación colectiva”[15] Sindicalismo actual

No es novedad que el sindicalismo presente se aleje bastante del sindicalismo de clase que abrazaran los trabadores en la etapa de pre-dictadura. En gran parte se puede apreciar la perdida de la centralidad histórica de los sindicatos. “Es indispensable abordar lo que se llama la cuestión política en el seno del sindicato, para orientar la conducta de los trabajadores. No hablar de política, no tocar ese tema, calificarlo de inmundo y no

abordar su examen, es sencillamente un proceder poco juicioso y que nos perjudica. La Permanente declaración de los sindicatos para no preocuparse de asuntos políticos, la que declara que el sindicato deben venir los obreros a defender sus intereses económicos, sin diferenciarse de ideas políticas, quiere decir claramente que cada obrero, conservando sus afecciones políticas a los partidos de la clase burguesa y capitalista o sin rumbo al respecto, se refugia en sindicatos solo para mejorar sus condiciones económicas. Todo esto es el más grave de los errores”[16]

El sindicalismo actual, bajo sus acciones u omisiones, han sido pieza clave en la consolidación del neoliberalismo. Pues sí reconocemos un trabajo desarticulador y desmotivador por parte de éste hacia los trabajadores, el sindicalismo actual no logró, o mejor dicho no ha logrado, (auto)recomponerse, convirtiéndose entonces en un sindicalismo de coyuntura y no trasformador, desarrollando políticas hacia el interior del sindicato y no hacia fuera, volcando al sindicalismo como un estamento de sobrevivencia o consolidador. “las dictaduras militares, y luego la desarticulación del bloque de países socialistas, significaron duros golpes para la izquierda. Quizás el más importante haya sido el desarme ideológico y de proyecto, que tuvo serias repercusiones en el mundo sindical, lugar privilegiado donde ésta vehiculizaba su accionar y discurso. Simultáneamente, la reforma económica, las nuevas formas de gestión del trabajo, la flexibilidad, el desempleo, imponían exigencias que significaron mayores interrogantes al movimiento obrero”[17]

El paso de una dictadura militar, a una democracia de baja intensidad, ayudo bastante a la desmovilización sindical. Esto también condujo a una aceptación del modelo económico por parte de los trabajadores y la casi totalidad de los actores políticos. Esto genero que la mayoría de los dirigentes sindicales, aunque fueron reacios al nuevo escenario, no tuvieron más alternativa que operar bajo la nueva realidad.

En el fondo se llegó a un trabajo sindical con la esperanza de arrancar beneficios siempre en el ámbito de la negociación con el gobierno de turno y sin intervenir activamente desde la empresa. Lo que conllevó a no querer cambiar el Estado como bandera de lucha principal. El trabajo como figura ideológica

La concepción del trabajo tiene distintos matices. No cabe duda que se ha focalizado en uno de los principales debates de la sociología del trabajo en particular y sobre todo en las ciencias sociales en general. En este escenario se le ha dado distinto dinamismo a la connotación del trabajo como concepto, pues se le da una visión distinta cuando ese trabajo es asalariado. “el concepto trabajo es altamente complejo, pues conecta distintos planos de la vida de las personas (objetivos y subjetivos; éticos y morales; económicos, sociales, culturales; etc.) Las distintas ciencias entienden el trabajo de un modo diferente y en sus propios esquemas o marcos teóricos le otorgan significado. Así, por ejemplo, desde el punto de vista económico, el trabajo tiene relación con la producción y la generación de riquezas. Al mismo tiempo, se le considera uno de los factores de la producción (capital, trabajo, medios de producción)”[18]

Marx ha de ser el primero en preguntarse críticamente la situación del trabajo como concepción ideológica, y por ende, la situación de los trabajadores. Reconociendo las contradicciones históricas entre capital v/s trabajo. Dicha contradicción versa sobre la relación de la dependencia del trabajo y los vaivenes del mercado, alejando el esfuerzo realizado (producto), siendo quien goza de los beneficios los capitalistas. “ Se pueden apreciar cuatro grandes periodos en el capitalismo moderno donde ha sido diferente el papel del concepto trabajo en las teorías sociales: un primer periodo, que va desde la revolución industrial a la segunda mitad del siglo XIX, con cambio de la teoría económica clásica por el marginalismo; un segundo momento, que va de fin del siglo XIX a

la gran crisis de 1929, de dominio de la teoría neoclásica en economía y donde esta última se separa de las otras ciencias sociales; un tercer periodo, que transcurre de la crisis de 1929 a los años sesenta, etapa en que predomina el keynesianismo en economía y donde se produce el acercamiento de la economía con otras ciencias sociales a través del institucionalismo. En esta época, surgen las relaciones industriales como disciplina y se fortalece la sociología y la psicología industriales y del trabajo; por último, el periodo actual, que iría desde los años setenta hasta nuestros días, donde se produce el ascenso del neoliberalismo, que entra en disputa con el institucionalismo”[19]

El sindicalismo como eje en la reconstrucción del tejido social

Las distintas sociedades han de construirse siempre protegiendo a las figuras más débiles, es por eso que el sindicato debe de ser un motor social en la construcción de una realidad nueva. Pero esta nueva realidad no la van a construir tan solo los trabajadores, sino que también sus hijos, sus parejas, sus vecinos. El sistema neoliberal no se instalo para dar garantías de participación en lo social, ni menos en lo económico, por lo que las visiones de cambio estructural deben de ser tomadas como de primera prioridad.

La reinvención del mundo sindical pasa por entrelazar realidades con los distintos actores sociales. De lo que se trata es de capitalizar y fortalecer identidades comparativas. Se necesita generar ciclos de acciones colectivas fuertes y ascendentes que logres hacer grietas a un sistema económico-social instalado en dictadura y mantenido bajo los gobiernos de la concertación. “el nuevo modelo económico no se adopto principalmente para reducir la pobreza y mejorar la distribución. En verdad, el modelo neoliberal es fuertemente concentrador y, por ende, antidistributivo y mal podría proponerse esos objetivos. Los intentos durante los gobiernos de la concertación de introducir los conceptos de “equidad” o “justicia social” fracasaron”[20]

A modo de concluir

El neoliberalismo es una creación intelectual creada en las aulas de distintas Universidades que fundamenta el fin de la historia y construye un desarrollo económico basada en el individualismo por sobre la colectividad. Sobre esta creación, hay que considerar una diferenciar intelectual entre los pensadores del liberalismo y los del neoliberalismo, pues los liberales clásicos no pensaban a la economía como un conocimiento tan hegemónico y totalizador como lo es el modelo neoliberal. “los clásicos no consideraban a la libertad y a la igualdad política o económica, como puros aprioris lógicos, sino como instituciones sociales concretas que debían construirse en consonancia con la constitución de un estado democrático, que sometido al imperio del derecho y combatiendo cualquier forma de monopolio económico o político, dejara de ser un instrumento de poder de las clases dominantes, para convertirse, por vía del mandato, en instrumento de la voluntad general y resguardo de las libertades públicas.”[21]

El neoliberalismo genera una reflexión económica alejándose de la economía tradicional, generando y construyendo otra “ciencia” dentro de las sociales y económicas. Esta racionaliza relaciones materiales, sin en ningún momento instalarse en un marco social explicativo de todo el hombre.

La construcción epistemológica de este referente busca validar una disciplina que apuesta por su desarrollo como motor del mundo. La edificación de leyes científicas que hacen predecibles ciertas condiciones y relaciones sociales, hacen que dicha disciplina se auto convenza de su desarrollo metodológico y por ende, su validez epistemológico. La globalización es una condición más que necesaria para la actualización de la fase capitalista. Esto dado por la anchura del dinamismo del capital y la necesidad de quebrantar el movimiento social que oponga resistencia. Cabe recordar que la globalización se crea bajo pilares fundacionales de la liberación de flujos de capitales y de la desregulación de los mercados.

La globalización y el neoliberalismo deben de entenderse entonces como hechos fundacionales de una articulación de la dominación mundial del capital. Como lo planteamos en el ensayo, el neoliberalismo debemos de entenderlo como una herramienta elaborada y utilizada por sectores de la burguesía mundial. Bajo esta representación, el neoliberalismo y su extensión mundial, la globalización, se presentan como una embestida contra los seres humanos deliberada y ordenada políticamente

Carlos Fernández Jopia
Magister en Ciencias Sociales Doctor © Procesos sociales y políticos latinoamericanos

NOTAS:

[1] Werner Bonefeld; Las políticas de la globalización: ideología y critica

[2] Vargas Ramón; El neoliberalismo, la perdida de la memoria y la negación de la historia

[3] Ángel Vázquez Rodolfo; Neoliberalismo y crisis política

[4] Ángel Vázquez Rodolfo; Neoliberalismo y crisis política

[5] IDEM

[6] Núñez Daniel; Frederick Hayer y la génesis del pensamiento neoliberal

[7] Ídem

[8] Larrain Jorge; Ubicando al neoliberalismo en su contexto

[9] Harvey David. Historia del neoliberalismo

[10] Hayek Friederich, los fundamentos de la libertad.

[11] Andréu Recio Albert: La crisis del neoliberalismo

[12] Beaufort Elizabeth.: Neoliberalismo y medio ambiente. El retroceso ambiental bajo el gobierno de Uribe

[13] Herreros Francisco ; sociedad, trabajo y neoliberalismo

[14] Ídem

[15] Herreros Francisco ; sociedad, trabajo y neoliberalismo

[16] Periódico de la confederación de trabajadores del cobre, marzo del 2010. “ recabaren y la cuestión política en el sindicato

[17] Guzmán Concha Cesar; Sindicalismo, neo-corporativismo y transformismo

[18] Aravena Carrasco Antonio; Los estudios del trabajo en América latina: apuntes para el debate

[19] Ídem

[20] Fazio Hugo, Crece la desigualdad. Otro mundo es posible

[21] Ángel Vázquez Rodolfo; Neoliberalismo y crisis política

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