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No se. Por Jorge Norambuena Muñoz

La UP, el golpe, la dictadura, disparos, desaparecidos y muertos. “Plebiscito”, constitución, caída del muro, transición, concertación. Ir al colegio, aprender a leer, estudiar, ciencias sociales, cuaderno naranjo, matemáticas, religión. Pasar el día, jugar un poco. Rebeldía, ideas maquilladas, Universidad. Estudiar, salir, trabajar, posgrado, vacaciones, trabajar.

18 de octubre, plaza italia, plaza dignidad. Noticias, tweeter, re tweeter. Fachos, comunistas, Venezuela. Estamos en guerra. Está en guerra. Están en guerra. Primera línea. Dignidad. Indignación. Apruebo, rechazo, facebook, campaña, pandemia. Pandemia.

Crédito, préstamos. Incompetentes, gordos con hambre. Racista, clasista, fascista. Series, series, series, plasmas, 10%. Mapuches, pacos, carabineros. Municipalidades, camioneros, terroristas.

No se.

El tiempo como si no existiera. La pausa como un privilegio. Quién se detiene a leer lo que reenvía, a escuchar lo que dijo. El capitalismo no es un teléfono moderno, es la producción de un tiempo acotado en el que sólo se consume. Ni siquiera se ha formulado la pregunta y, si no hay atisbos de respuesta, se desecha la posibilidad de cuestionar, se le nombra como inutil.

No se.

En tiempos de coaching, en tiempos de metas, tal vez hagan falta más mates. Esperar a que el agua esté en su punto para no quemar la yerba. No basta con que suene la campana del termo, hay que estar ahí para antes cortar el hervor. El inmediatismo se ha transformado en agresión, respuesta o disparo, en falta de presencia, y allí el agua ya no sirve o produce un mate amargo.

Si hay algo que no ha pasado es aquello que tanto se vaticinó, como el apocalipsis del post “estallido social”. Había dinero para un bono, no íbamos a ser más pobres para dar más a nuestros compatriotas necesitados, vulnerados, violentados. Después de que se fue el dictador no caímos por el acantilado, por lo menos no más abajo.

Frente a la inmediatez de la demanda o de la acción, en pos de la democracia: no se. No sé bien cuál es el problema, menos la solución. “¿Cómo queremos la nueva Constitución?” No se -lo que si se es que sea una Constitución legitimada por y en Democracia, y no una construida sobre una farsa-. La demanda por inmediatez y eficiencia es la imposición de la impotencia.

Cuando me preguntaron de niño “cómo se dice nariz en inglés” respondí, “no se”, y tuve que detenerme para entender de qué se reían. Yo tenía razón, el chiste era que no lo sabía. El gesto ético no es saber la respuesta, es afrontar con valor y quizás con humor el no saber. Y aguardar con esperanza.

Hay que tener lucidez en el abismo, decía Pierre Jacomet, para no dar manotazos de ahogado. La inmediatez puede ser funcional pero no funciona. Si me preguntan hoy, frente a tanto tema, lo más sensato es poner una pausa y no ser jugado por el juego de las cachetadas, poner una pausa, una hiancia; no sé.

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