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“Noche de pie”: la política sin miedo y como utopía. Por Alex Ibarra

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La cuestión política se está convirtiendo en una actividad ciudadana que no tiene nada que ver con la práctica de la clase política ni con las columnas y noticieros de los medios hegemónicos. De los múltiples temas que se presentan en las distintas reuniones ciudadanas, por estos días, impera el tema de la Asamblea Constituyente. En la clase política tanto “los fumadores de opio” como aquella derecha que por interés electoral comienza a desmarcarse de la imagen “del General” ya ven con cierta simpatía los cabildos ciudadanos. Seguramente varios de los integrantes de la clase política se tomaran la fotito participando en estos cabildos. Total ya se sabe que éstos no representan ningún peligro serio al no ser vinculantes, esto quiere decir que de lo que en ellos se diga poco importa, la ciudadanía no es considerada en las decisiones de las medidas que los rigen, dicho sin eufemismo: la voz ciudadana no incidirá en la Constitución si es que la hay. Los más duros en las críticas a estos cabildos nos hacen ver que incluso vienen ya pauteados los temas que se pueden tratar. Pocas razones reales -no sólo por la forma sino que también por el contenido- existen para tener expectativas con este proceso que lleva a cabo el Gobierno. Sin embargo, este justificado escepticismo no es suficiente para caer en rasgaduras de vestimentas, ya que si hay razones para el optimismo. Desde una perspectiva general se puede rescatar el hecho evidente de que se ha creado un ambiente real de participación de los ciudadanos y esto traerá como consecuencia que más personas tomen conciencia de la importancia de una nueva fundación política seguramente muy distinta a la que apunta este “proceso constituyente” que no ha considerado a la ciudadanía.

Esta semana ha sido muy rica en actividad política ciudadana. Se pueden considerar las distintas reuniones que ha llevado a cabo el Foro por la Asamblea Constituyente que a sus ya habituales encuentros de alto nivel educativo a favor de la formación para la participación política suman la publicación del libro “Asamblea constituyente: la alternativa democrática para Chile”, compilado por Sergio Grez.

El movimiento estudiantil ha mostrado nuevamente en las calles su capacidad para convocar a los chilenos a la protesta, una señal clara de este “capital” político es que la represión los días de marcha se ha hecho mucho más fuerte, las Fuerzas Especiales, seguramente con la autorización del Ministerio del Interior, nos ayudan a mantener vivo en la memoria los años duros de la dictadura. Ya no se les puede decir a los jóvenes que no pueden opinar de política porque no estuvieron en los años de la dictadura, hay que reconocer que les toca bastante duro también. La movilizaciones estudiantiles tienen sus mártires desde los años noventa, se siguen haciendo detenciones ilegales y se sigue torturando. Ante estas cuestiones los estudiantes tendrán que reaccionar con una organización política mucho más fuerte para protegerse de este atropello de sus derechos a la protesta.

En el teatro Alameda se reunieron un centenar de personas agrupadas por distintos movimientos que después de varios encuentros llegaron a la conclusión de que era necesario formar un Frente que actúe con cierto nivel de unidad para hacer frente al incremento del agobio en la vida cotidiana de los chilenos (neoliberalismo, TPP, AFP, educación, salud, trabajo, vivienda, soberanía, democracia, etc). Todos estos asistentes se sienten convencidos a no dejar de lado la actividad política y se sienten convocados a la creación de soberanía.

Está tan activo lo político que la semana terminó con una “Noche de pie” un domingo por la noche dado el cambio de horario. Una NUIT DEBOUT que arrancó sin mucha divulgación, pero que logró reunir a un grupo de chilenos y de migrantes residentes que también querían manifestar el descontento sobre “el modelito” económico vigente a nivel global y que es defendido por la clase política en su totalidad. Los reunidos eran un grupo de indignados, que por suerte no fueron reprimidos, aunque el encuentro se hizo con una acción bastante desafiante frente al palacio de Gobierno. Se habló de la necesidad de reunirse a conversar cuestiones políticas en los espacios públicos que son propios de la ciudadanía; de la Asamblea Constituyente de si participar o no en los cabildos; del estar atento frente a la amenaza del aumento de la represión en las protestas ciudadanas; de las arbitrariedades del Tribunal Constitucional que desconoce reformes legítimas; de la calidad de vida de nuestros niños que en el mercado pueden acceder a envases de tres litros de coca-cola pero no a envases de tres litros de leche; de la situación de los habitantes de Chiloé apelando a una conciencia de país no clausurada en lo metropolitano; de la situación de los migrantes que también está quedando como una promesa incumplida de la campaña presidencial, etc. Los asistentes decidieron volver a juntarse y convocaron para el próximo domingo 22 de mayo a una nueva “noche de pie” en la Plaza de la Constitución.

Esta actividad política es sin duda la apuesta por un mañana mejor, se funda en la esperanza solidaria de construir opciones alternativas que en un futuro próximo puedan traer una mejora de nuestra vida cotidiana. Es un programa utópico que tiene el ritmo que posibilita el diálogo horizontal sin jerarquías en donde los ciudadanos se miran a la cara con honestidad y valentía apropiándose de su lugar en lo público. Se imbrican el pensamiento y la emoción propio de lo humano. La participación política va en aumento, no basta con elegir representantes al interior de un sistema político que con sus reformas menores fundadas en acuerdos de los dos bloques que sirven al empresariado se han ido deslegitimando frente a los ciudadanos agobiados e indignados.

Lo importante de estos movimientos políticos es que devuelven la esperanza a un pueblo maltratado por sus representantes y gobernantes. Es relevante informarse y participar, parece que estamos frente a una posibilidad histórica, como entendía Gramsci, marcada por la emergencia de la construcción de nuevos fundamentos intelectuales y morales para nuestra sociedad. La recuperación de lo político-social perdido desde el golpe al proyecto de la Unidad Popular. El pueblo de pie dice no a la economía de mercado y se abre a una economía social y solidaria. Hacemos un llamado a participar en las distintas movilizaciones que convocan los ciudadanos organizados, como la marcha del 11 de julio que convoca el Frente Amplio por la Asamblea Constituyente.

Alex Ibarra Peña.
Colectivo de Pensamiento Crítico palabra encapuchada. Docente Universidad Católica Silva Henríquez.

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