En kioscos: Abril 2024
Suscripción Comprar
es | fr | en | +
Accéder au menu

Nueva propuesta académica para una salida al mar de Bolivia

En el contexto de la visita del Papa Francisco a Bolivia un grupo de académicos latinoamericanos se reunieron para debatir sobre una nueva propuesta académica para una salida al mar de Bolivia. La Universidad Católica Argentina albergó a académicos bolivianos, chilenos y peruanos con el propósito de dialogar acerca de una solución original a esa delicada cuestión.

En el acto de presentación de las conclusiones y propuestas el Rector de la UCA Mons. Dr. Víctor Manuel Fernández dio un discurso de apertura y cierre, para luego dar lugar a los académicos quienes firmaron el Acta de Buenos Aires retomando la propuesta realizada en Lovaina en 2006.


Relanzar un sueño

Chile y Bolivia y Perú se enfrentaron en la Guerra del Pacífico (1879/1883), por territorios que incluían yacimientos de sal, guano y cobre. Chile venció y se quedó con las regiones entre Antofagasta y Tocopilla que pertenecía a Bolivia –que quedó sin salida al Pacífico- y entre Tocopilla y Arica que pertenecía a Perú. Empresas inglesas se hicieron cargo de los yacimientos. ¿Debe ser así? ¿Se debe convalidar necesariamente el principio de que “el ganador se lleva todo”, sobre todo cuando implica quitar completamente a un país su acceso libre al mar?

El antecedente de estas jornadas, fue un debate de 2006 en la Universidad de Lovaina, donde los académicos participantes, de varios países, suscribieron el Acta de Lovaina, punto de partida de este nuevo debate que incorporará nuevas consideraciones y propuestas prácticas. Ante la próxima visita del Papa Francisco a Bolivia, y posteriormente a Chile, un grupo de académicos de Bolivia, Chile, Perú y Argentina consideran que es una ocasión adecuada para proponer proyectos de integración en el Cono Sur. La salida al mar de Bolivia se presenta como una cuestión apta para plasmar una auténtica voluntad de integración latinoamericana. Por eso nuestros diálogos se proponen una mirada al futuro, sin referencias a las causas del conflicto y sin pretender modificar los Tratados de paz. Su objetivo es procurar una solución que incluya la integración de las tres naciones, el desarrollo equitativo y la participación de las personas que viven en esa región. La expectativa es promover el proceso de integración de América del Sur, haciendo posible una acción conjunta de las tres naciones, capaz de configurar una nueva situación entre los tres países involucrados, lo cual sería un maravilloso modelo de integración.

Y esto nos parece más que adecuado en el contexto de las visitas del Papa Francisco a los países del Sur de América entre este año y el año próximo.

La nueva propuesta será entregada a los Presidentes de UNASUR, Tabaré Vázquez (Uruguay) y de CELAC Rafael Correa (Ecuador), solicitándoles que la entreguen a los Presidentes de Chile, Bolivia y Perú y les soliciten que inicien conversaciones entre los tres. Se propone también que el ex Presidente de Uruguay José Múgica sea designado por UNASUR y CELAC para realizar gestiones de buena voluntad entre las tres naciones hermanas para que sea adoptada la solución propuesta.

El Documento de Aparecida, tan querido por el Papa Francisco, dice que “la Iglesia de Dios en América Latina es sacramento de comunión entre sus pueblos. Es morada de sus pueblos; es casa de los pobres de Dios. Convoca y congrega todos en su misterio de comunión, sin discriminaciones ni exclusiones por motivos de sexo, raza, condición social y pertenencia nacional […] La dignidad de reconocernos como una familia de latinoamericanos implica una experiencia singular de proximidad, fraternidad y solidaridad. No somos un mero continente, apenas un hecho geográfico con un mosaico ininteligible de contenidos. Tampoco somos una suma de pueblos y de etnias que se yuxtaponen. Una y plural, América Latina es la casa común, la gran patria de hermanos […] a quienes la misma geografía, la fe cristiana, la lengua y la cultura han unido definitivamente en el camino de la historia”. Por eso me alegra mucho que esta Universidad haya acogido estos debates y que hoy podamos presentar públicamente esta propuesta.

A los argentinos nos cuesta mucho sacar la mirada del propio ombligo. Por eso me parece realmente precioso y poco común que nos reunamos en Buenos Aires para avanzar en una propuesta que ayude a otros países hermanos en un proyecto de integración para el desarrollo.

Como también dice el Documento de Aparecida, “es necesario educar y favorecer en nuestros pueblos todos los gestos, obras y caminos de reconciliación y amistad social, de cooperación e integración […] América Latina debe ser no sólo el Continente de la esperanza sino que además debe abrir caminos hacia la civilización del amor”. No perdamos nuestra pasión latinoamericana, no dejemos que nos enfríen este sueño de la Patria grande. Hoy, de una manera concreta, estamos relanzando este sueño con los pies en la tierra.

Mons. Víctor Manuel Fernández
Rector de la UCA


Acta de Buenos Aires

En la ciudad de Buenos Aires, Universidad Católica Argentina, doce académicos de Bolivia, Chile y Perú, sociedades con historias ancestrales comunes, nos reunimos para contribuir a una búsqueda consensuada del reencuentro de Bolivia con el mar, fortaleciendo así la unidad latinoamericana.

Más allá de las coyunturas judiciales y gubernamentales, creemos que el diálogo crítico permite visibilizar y comprender la posición del otro para la construcción de un futuro común y plural. Esta metodología puede facilitar la resolución de conflictos mediante la fuerza viva de la palabra en conjunción con propuestas creativas y realistas orientadas a la reparación de heridas históricas.

Estos esfuerzos se inscriben en el marco de la cultura de la paz, la reciprocidad y la integración democrática, inspiradas por el espíritu y los contenidos del Acta de Lovaina.

Desde el final de la Guerra del Pacífico hasta el presente, han existido tensiones que dificultan las relaciones amistosas entre los pueblos. Si estas se prolongasen, Bolivia y Chile continuarán sin relaciones diplomáticas y se seguirán difundiendo imágenes negativas del otro. Todo ello genera gastos militares excesivos; dificulta la vinculación educativa, cultural y económica; e impide la realización de proyectos beneficiosos para la sociedad civil.

Estas prácticas perjudicarán a las generaciones futuras, que heredarán una situación de conflicto latente, que podemos ayudar a resolver. La superación definitiva de los remanentes de la guerra implica el restablecimiento de la cualidad marítima boliviana y ofrece oportunidades provechosas a los tres pueblos. Esta reemplaza los imaginarios de la desconfianza entre Bolivia, Chile y Perú, por una mirada integradora y un clima de amistad.

Este nuevo escenario estimulará intercambios culturales, educacionales y comerciales; y permitirá destinar parte de los gastos militares a políticas de desarrollo, particularmente en las regiones fronterizas. De este modo, favorecerá la normalización de las relaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile, imprescindibles entre países vecinos. Esta visión de futuro contribuye con la integración latinoamericana y transmite a las generaciones futuras una paz definitiva.

A partir de estas reflexiones, sostenemos que el reencuentro de Bolivia con el mar forma parte de una agenda de integración trinacional con cooperación efectiva en las áreas fronteriza, regional y nacional. Las principales líneas de esta agenda son las siguientes: construir una memoria histórica común, enseñar en las escuelas una visión plural de los acontecimientos, consolidar políticas de integración cultural y desarrollar políticas públicas para las poblaciones de frontera.

Construir una memoria histórica implica resaltar el pasado ancestral común e implementar una política de reconciliación trinacional respecto de la Guerra del Pacífico. Asimismo, reinventar las tradiciones, crear y difundir los lugares de la memoria, resignificar las conmemoraciones oficiales y concebir la frontera como un lugar de encuentro.

Enseñar en las escuelas una visión plural de los procesos históricos significa promover una cultura de la paz en diversos espacios educativos, que contemple la visión del otro y aliente la formación de estudiantes, agentes de cambio.

Consolidar políticas de integración cultural presupone la articulación de centros de formación académica, el aprendizaje mutuo y la defensa de la diversidad cultural. En la socialización de estas políticas, los medios de comunicación tienen un papel fundamental, pues ellos pueden contribuir a la comprensión mutua entre los tres países, privilegiando el diálogo y el reconocimiento de la alteridad.

Desarrollar políticas públicas para las poblaciones de frontera promueve el bienestar, la seguridad interna de aquellas, y fortalece a las autoridades locales. Asimismo, la coordinación de políticas equitativas, viables y sustentables fomenta la inclusión social, el desarrollo económico y la defensa del medio ambiente.

Finalmente, dado que la aspiración a la unidad americana es uno de los legados más valiosos de la Independencia, una agenda de integración trinacional, que incluya el reencuentro de Bolivia con el mar, es una de las tareas urgentes. Por lo tanto, proponemos a los gobiernos y a los actores sociales implicados comprender la aspiración boliviana como un proceso que requiere de mecanismos que resguarden consensuadamente las expectativas y los intereses de nuestros tres países.

Buenos Aires, 21 de mayo de 2015.

De Bolivia:
Guadalupe CAJIAS DE LA VEGA
Roxana FORTEZA CHÁVEZ
Rafael LOAYZA BUENO
Ramiro PRUDENCIO LIZÓN

De Chile:
Luis CASTRO CASTRO
Eduardo CAVIERES FIGUEROA
Jorge MAGASICH AIROLA
Cristina OYARZO VARELA

De Perú:
Cristóbal ALJOVIN DE LOSADA
José CHAUPIS
Daniel PARODI REVOREDO
Marcel VELAZQUEZ


EL ACTA DE LOVAINA

ANTECEDENTES La Universidad Católica de Lovaína (UCL) tiene lazos históricos profundos con América Latina. Sobre esa base, decidió invitar a doce intelectuales de destacada trayectoria de Bolivia, Chile y Perú para imaginar y debatir la posibilidad de una solución durable al problema de la carencia de salida al mar de Bolivia y otros problemas derivados de la Guerra del Pacífico de fines del siglo XIX. Esta iniciativa tiene su origen en el encuentro entre algunos académicos e intelectuales latinoamericanos, que viven y trabajan en Europa, con profesores de la UCL, que tienen experiencias de cooperación universitaria con Bolivia, Chile o Perú. Desde el inicio, ellos estimaron que el desafío de base era la cuestión de la integración regional y el desarrollo económico de la región concernida (Norte de Chile, Sur de Perú y Bolivia). Desde tal perspectiva, la satisfacción de la reivindicación marítima boliviana emergía como un factor clave en la construcción de lazos de cooperación que faciliten la integración regional y el desarrollo.

Simultáneamente, se reconoció que las percepciones sobre el problema eran bastante diferentes en los tres países concernidos. Pero, en todo caso, se consideró que la demanda marítima boliviana era razonable y esta percepción fue la hipótesis de base del encuentro al cual se convocó. Consecuentemente, se eligió un punto de partida empírico, según el cual un problema existe y, si se mira hacia el futuro, la cooperación idónea para avanzar hacia la integración regional, el desarrollo equitativo y el fortalecimiento de la democracia, sería facilitada por la resolución del problema marítimo de Bolivia.

Por lo mismo, fue principio de base del encuentro el no sumergirse en una re-ingeniería de los factores y elementos históricos que están en el origen del problema (las condiciones de la anexión por Chile de territorios bolivianos o peruanos al fin de la Guerra del Pacífico). La UCL invitó a los intelectuales participantes a abocarse a un trabajo de construcción de soluciones. La hipótesis fue que los intelectuales, desde sus diversas especialidades, están en capacidad de ejercer su imaginación prospectiva para proponer soluciones a los problemas de la sociedad con el apoyo de sus conocimientos y experiencias. Sobre estas bases, los participantes latinoamericanos fueron convocados a este ejercicio original y difícil, pero esencial: ayudar a construir soluciones, absteniéndose de rehacer la historia. Cabe agregar que, para los organizadores del encuentro, la coyuntura política actual es bastante favorable. Los analistas y observadores políticos dicen que el problema discutido esta en el agenda de los gobiernos de los tres países y que, últimamente, se han multiplicado los gestos y actitudes de buena voluntad. En tal contexto, una propuesta elaborada en común por intelectuales y académicos de reconocida autoridad profesional y moral podría ser entendida por la opinión pública y facilitar la gestión de los poderes decidores políticos. Es importante agregar que para poder imaginar una solución que parezca equitativa y eficaz era necesario, según los organizadores, facilitar el espacio de libertad intelectual de la UCL.

Finalmente, es importante advertir que la discusión fue organizada directamente por y entre los invitados latinoamericanos. En otras palabras, no fue un debate entre Europeos y Latinoamericanos. Los primeros, como se ha señalado, se limitaron a organizar los debates y facilitar las discusiones entre sus invitados de América latina. Su rol, en definitiva, fue el de “facilitadores” del encuentro y de los debates (1)

ACTA DE LOVAINA

Entre el nueve y el catorce de septiembre de 2006, se llevó a cabo en la Universidad Católica de Lovaina, un seminario de académicos bolivianos, chilenos y peruanos, convocado por dicha institución, para apoyar la construcción de una solución respecto de la demanda marítima boliviana. Esta reunión se llevó a cabo de acuerdo a los siguientes criterios:

a) Considerar la demanda boliviana como razonable y atendible, debiendo, por tanto, ser analizada con el propósito de encontrar una propuesta de solución equitativa por la cual Bolivia obtenga un acceso soberano y útil al Océano Pacífico.

b) Es de interés hemisférico permanente, sub-regional y de Bolivia, Chile y Perú dar solución a este requerimiento.

c) Desde 1997 académicos de los tres países se han estado reuniendo con el propósito de identificar intereses comunes para, en ese marco, atender la demanda boliviana.

d) Consideramos que, paralelamente con la realidad jurídica de los tratados, la realidad histórica sugiere que la solución sea abordada con un enfoque trilateral dentro de un marco de integración y cooperación, que atienda principalmente a las poblaciones de frontera.

A este efecto, el seminario analizó los siguientes escenarios de posible solución: OPCIÓN I A: INTEGRACION DE UN CORREDOR Y UN ESPACIO TRINACIONAL (2)

1. El gran objetivo que contempla esta alternativa es crear y articular un corredor trinacional por Arica, articulado a otros ejes viales contiguos. Con ello se fortalecería un espacio costero andino y amazónico que para todo efecto sería una macroregión, donde confluyen principalmente Bolivia, Chile y el Perú.

Este gran espacio trinacional comprendería tres ámbitos de influencia:

a) El ámbito inmediato de la frontera actual y sus espacios regionales adyacentes.

b) El ámbito de la macroregión compuesta por el sur del Perú, el occidente y sur oeste de Bolivia y el norte de Chile.

c) El ámbito de las conexiones necesarias para equipar a la macro región con recursos disponibles en cada país, incluyendo los recursos energéticos, el agua y los corredores viales.

2. Modalidad Para esta macro-región se propone un esquema de desarrollo integral y sostenido que revierta la situación deprimida de un significativo número de campesinos y mejore al mismo tiempo la situación de la población de centros poblados pequeños, medianos y grandes.

3. Ejes de desarrollo. Los grandes ejes de transformación productiva a desarrollarse y articularse son los siguientes:

a) Fortalecimiento y diversificación de la producción campesina, con agua, energía y tecnología. Ello implicaría el gas en el esquema de desarrollo.

b) Incorporación de valor agregado a la minería.

c) Potenciación de los corredores de convergencia de la zona facilitando la interconexión con el oriente boliviano, Brasil, Argentina y Paraguay.

d) Integración de encadenamientos productivos. e) Compartir una red portuaria integrada en la zona implicada.

4. Característica de la propuesta en función de la soberanía. Se propone un corredor de soberanía compartida trinacional que también tendría en su borde costero, soberanía compartida tri-nacional. Esta modalidad comprendería los siguientes aspectos:

a) Derechos marítimos y mar territorial para cada uno de los tres países.

b) Instalaciones puerto y aeropuerto.

c) Carreteras y líneas ferroviarias.

d) Recursos naturales incluyendo los energéticos

Esta área de soberanía compartida solo se refiere al corredor, al puerto de Arica y mar adyacente; al mismo tiempo no afectará los derechos del Perú comprendidos en los tratados de 1929 y 1999, ni los términos de solución de la controversia sobre delimitación marítima peruano-chilena 2.

5 . Situaciones que encara la propuesta al momento de formularse.

a) La zona cuenta con infraestructura, puertos y una población numerosa.

b) Existe una situación de controversia entre Chile y Perú sobre límites marítimos que debe resolverse previamente.

c) Deberá fijarse algún tipo de compensación por parte de Bolivia a Chile que sea aceptable por ambas partes.

d) Debe asegurarse la unidad geo-económica de Tacna y Arica.

OPCIÓN I B: CORREDOR BOLIVIANO Como variante a la proposición anterior, se plantea la cesión de un corredor terrestre para Bolivia entre los límites de Chile y el Perú, sobre la base de las siguientes consideraciones y elementos:

a) Debería ser expresión de la voluntad de Chile y el Perú, expresada en una política común hacia Bolivia, asumida sobre la base de lo dispuesto en el Tratado de 1929.

b) La cesión dará plena soberanía a Bolivia sobre el corredor y el mar que le corresponda, una vez solucionado el litigio sobre los límites marítimos entre Chile y el Perú.

c) Creación de un ente especial con un patrimonio de afectación proporcionado por los tres países concernidos, que será administrado sobre la base de una estrategia de integración trinacional.

d) El patrimonio de afectación señalado comprendería entre otros bienes un puerto; sus instala-ciones y accesos, recursos energéticos, hídricos e ictiólogos.

e) El puerto mencionado puede estar fuera del territorio cedido a Bolivia, sobre la base de una eventual cesión o concesión de Chile en los términos del Tratado de 1929. En este caso, el gobierno de Chile tomará en consideración el impacto eventual en los puertos vecinos.

f) En su gestión, el ente mencionado en la letra c contemplará políticas orientadas a la constitución de una red portuaria, a partir de los puertos existentes y/o por construir en el litoral chileno-peruano, para atender los requerimientos de actividades vinculadas a la cuenca del Pacífico

COMPLEMENTO DE LAS OPCIONES N°1, ESCENARIOS A Y B.

En aras de la fraternidad americana, habiéndose iniciado un proceso de acercamiento de los pueblos de la región, los escenarios de las propuestas anteriores podrían ser complementados con gestos de amistad aceptados por las partes involucradas.

Por ejemplo, la República de Chile efectuaría, en calidad de gesto de amistad, la entrega simbólica a la República de Bolivia, de un espacio terrestre de 1 Km. cuadrado que podría estar en la localidad de Cobija. Bolivia retribuiría este gesto con otro gesto aceptable para las partes. Bolivia podría construir en dicho espacio centros de estudio e investigación destinados a la conservación del medio ambiente de la zona, la difusión de la interculturalidad, así como de la prestación de ayuda humanitaria.

OPCION 2: ENCLAVE BOLIVIANO SOBERANO EN LA REGION DE ANTOFAGASTA Como alternativa a los escenarios 1a y 1b, se pretende crear un polo de desarrollo e integración económica. Este polo estaría dotado con un puerto que eventualmente podría construirse en Cobija. El segmento de territorio costero cedido para estos efectos tiene como objeto brindar a Bolivia acceso soberano al mar.

En una primera etapa, Chile mantendría la soberanía pero delegaría la gestión del territorio en Comodato, para, al término de una negociación progresiva, otorgar la Soberanía completa. Ello permitiría evaluar esta experiencia y así perfeccionar una propuesta definitiva. El acceso al enclave supone asegurar a Bolivia la libre utilización de las vías de comunicación chilenas y la libre circulación de ciudadanos bolivianos por territorio chileno.

Una de las principales fortalezas de este escenario radica en que solo requiere un acuerdo exclusiva-mente bilateral entre Chile y Bolivia, sin necesidad de contar con la opinión de un tercer país.

La distensión entre los Estados que puede lograrse por esta vía ayudaría a desplazar recursos que actualmente se destinan a gastos militares hacia fines del desarrollo económico y social de los habitantes del Cono Sur de América.

La principal cualidad de esta opción consiste en recuperar la condición marítima de Bolivia, pero al mismo tiempo, promoviendo la diversificación productiva y la incorporación de valor agregado a las materias primas explotadas en la región. En el enclave se fomentará la instalación de empresas industriales y de servicios tecnológicos que permitan generar encadenamiento productivo con la minería boliviana y chilena. Sería de especial interés las instalaciones de plantas de tratamiento de gas y sus correspondientes redes de distribución con el objeto de agregar valor a las exportaciones bolivianas y chilenas.

Además, se procuraría el desarrollo de las industrias petroquímicas e industriales vinculadas a los minerales no metálicos. Para Chile esta opción ayudaría al desarrollo de las ciudades costeras de Tocopilla, Mejillones y Antofagasta, ayudando a superar el estancamiento secular de la primera y la especialización productiva de la región en torno a recursos no renovables.

Esta opción no excluye la creación de una agencia de fomento de promoción del desarrollo del norte de Chile y el Sur de Bolivia, la cual podría colaborar al fortalecimiento del enclave boliviano. Este enclave debiera estar conectado con la región de Tarija, cuyo potencial productivo podría también beneficiar al norte de Argentina aprovechando las nuevas carreteras que unen la Región de Antofagasta, con Jujuy y Salta, y aquella que une por la costa la ciudad de Antofagasta y la ciudad de Iquique.

La exportación de productos y el abastecimiento de insumos por la Costa del Pacífico sería una nueva oportunidad, estimulando así la integración latinoamericana y la ampliación de los mercados del Mercosur.

La principal dificultad de esta opción radica en la necesidad de realizar significativas inversiones para establecer en el puerto el parque industrial y ampliar la infraestructura de transporte y comunicaciones. En particular, se haría necesario modernizar la carretera que une Calama con el Departamento de Potosí y el Ferrocarril Antofagasta-La Paz, así como aprovechar el agua de mar y buscar nuevas fuentes hídricas. Una solución que podría disminuir el costo de estas inversiones consiste en la localización del enclave en un lugar en que pueda aprovechar la infraestructura conexa a los puertos de Mejillones (megapuerto recién construido) y Tocopilla.

En cualquier caso, es necesario efectuar estudios técnicos para analizar el diseño de las instalaciones, el aporte que se podría obtener de la renta de los recursos naturales de la región y de otra fuente de financiamiento.

Los participantes de Perú y Chile estuvieron de acuerdo en que la intensificación de su relación bilateral, teniendo ésta un valor por si misma, es indispensable para el buen resultado de cualquiera de las alternativas mencionadas.

COOPERACIÓN

Se acordó que el enfoque trilateral a la solución de la demanda boliviana debe fundamentarse en escenarios de cooperación sustantiva en las áreas fronteriza, regional, macroregional y nacional.

En el ámbito fronterizo se considera que es esencial promover un mecanismo de integración orientado a la satisfacción de necesidades básicas de la población asentada a lo largo de la línea de frontera, el fortalecimiento de los municipios del área comprometida en los tres países y el adecuado financiamiento de los proyectos correspondientes. A estos efectos consideramos que el programa de integración peruano-ecuatoriano constituye una referencia que puede ser tomada en cuenta.

En el ámbito local encontramos fundamental promover trabajos que reconstituyan la unidad geo-económica entre Tacna y Arica y su adecuado complemento con el Occidente y Sur de Bolivia y con el Norte de Chile.

El ámbito regional estará compuesto por los departamentos fronterizos del Perú; de Bolivia y de Chile. En ese ámbito se procurarán acciones de integración que promuevan articulaciones regionales históricamente complementarias, circuitos comerciales intra-regionales, programas de educación y centros de investigación apropiados para los requerimientos del área. En este ámbito se promoverá la descentralización respetando los procesos nacionales correspondientes.

Los anteriores esfuerzos se enmarcarán en las políticas de la Comunidad Sudamericana de Naciones y el programa IIRSA. A estos efectos los participantes consideraron necesario que las autoridades de los gobiernos centrales promuevan la trilateralización de los acuerdos bilaterales de integración y de complementación económica, confronten incrementalmente de manera cooperativa las amenazas del narcotráfico y el contrabando ; protejan el medio ambiente y promuevan la generación de medidas de fomento de la confianza (MFC) entre las Fuerzas Armadas.

Los participantes estimaron indispensable la coordinación de las respectivas políticas exteriores para fortalecer la articulación de los tres países con la Unión Europea y proyectarse a la gran región Asia Pacífico. Consideramos necesario que el trabajo conjunto continúe; a estos efectos se procurará el concurso de la Unión Europea, la CAF y de otras instituciones interesadas.

Es común deseo de los participantes cualquiera sea la alternativa escogida, promover la creación de un espacio económico cultural y social tri-nacional integrado que incluya el Sur del Perú, Occidente y Sur de Bolivia y Norte de Chile.

Finalmente, inspirados en los principios integracionistas, sobre la base de los propuestas analizados y en el contexto de los debates respectivos, los participantes desean que progresen las negociaciones entre los gobiernos de Bolivia y Chile, orientadas a la normalización de sus relaciones, como también a la solución de los problemas pendientes entre Chile y Perú.

Elaborado en la Universidad Católica de Lovaina, Louvain-la-Neuve (Bélgica), el 14 de septiembre de 2006

De Bolivia:
Fernando CAJíAS de la VEGA Historiador, profesor Universidad Mayor de San Andrés y Universidad Católica Boliviana
Víctor Hugo CHAVEZ SERRANO Abogado, politólogo, profesor Universidad Católica Boliviana
Juan L. CARIAGA-OSORIO Economista, Fundación Cariaga-Osorio
Rodolfo BECERRA de la ROCA Abogado, historiador

De Chile:
Jan CADEMÁRTORI DUJISIN Economista, profesor Universidad Católica del Norte
Leonardo JEFFS CASTRO Historiador, profesor Universidad de Valparaíso y Universidad Silva Henríquez
José RODRIGUEZ ELIZONDO Jurista, politólogo, prof.Fac. de Derecho, Universidad de Chile
Gabriel SALAZAR VERGARA Doctor en historia económica y social

De Perú:
Alberto ADRIANZEN MERINO Sociólogo, periodista y consultor político
Enrique BERNALES BALLESTEROS Constitucionalista, dir.ej. Comisión Andina de Juristas, Prof. Univ. Católica del Perú y Univ. San Martin de Porres
Alejandro DEUSTUA CARAVEDO Prof. relaciones internacionales, Universidad Católica del Perú y Academia diplomática del Perú
Ernesto YEPEZ del CASTILLO Historiador y sociólogo.

Notas

(1) Los participantes agradecen el esfuerzo realizado por la Universidad Católica de Lovaina (en Lovaina-la-Nueva, Bélgica) y por el Centro Tricontinental (CETRI). Asimismo y especialmente a los profesores: F.Debuyst, F. Houtart, P Löwenthal, M. Molitor, M.Munting, así como a C.Duqué y el equipo de relaciones internacionales (ADRI) de la Universidad. De igual manera, nuestro reconocimiento va a los asesores, profesor J.Magasich, señor N.Estrada, y profesor I.Yepez quienes comenzaron y coordinaron esta iniciativa.

(2) Se tiene como referencia la propuesta chilena de 1975 y la contrapropuesta peruana de 1976.

Compartir este artículo